Se acaba de dar a conocer el fallecimiento, por causas naturales, de la actriz Jennifer Jones, a los 90 años de edad, en su casa de Malibú, en Estados Unidos. Sin prodigarse demasiado en la cantidad de películas realizadas, consiguió el estrellato en las décadas del 40 y 50, tiempo en el que ganó el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto en 1943, cuando sólo tenía 24 años, por La canción de Bernadette, de Henry King, en el papel de una pastora a la que se le aparecía la virgen. Luego de ese espaldarazo, sería la musa y esposa del productor David O. Selznick, quien manejó prácticamente toda su carrera posterior. El retiro de la diva fue prematuro, poco después de la muerte del legendario artífice de Lo que el viento se llevó.
Nacida como Phylis Lee Isley, Jones trabajaría con figuras de la talla de Joseph Cotten, Claudette Colbert, Lionel Barrymore, Gregory Peck, Charles Boyer, Rock Hudson, entre otros. Y la dirigirían autores del calibre de John Huston, Vincente Minnelli, King Vidor, Ernst Lubitsch, William Wyler, Vittorio De Sica. Los títulos por los que más se le recuerda son el western Duelo al sol, de King Vidor; el drama El retrato de Jennie, de William Dieterle; Adiós a las armas, de Charles Vidor, adaptación de la novela de Ernest Hemingway. Famosa por su timidez fuera de la pantalla, su última actuación ocurrió en 1974, en medio del reparto multiestelar de Infierno en la torre, donde estaban otros ilustres veteranos como Fred Astaire y William Holden.
Vean cómo empezaba Duelo al sol, con Peck:
(Vía El País)
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