El lituano Sharunas Bartas, de quien el cineclub de la Cayetano Heredia ofreció un importante ciclo en octubre pasado, está desarrollando dos proyectos, en diferentes etapas de realización, sobre distintas épocas de la relación de su país con la Unión Soviética, que la anexó durante cincuenta años, entre 1941, en plena II Guerra Mundial, y 1991. El más avanzado es Neither Before Nor After (Ni antes ni después), ambientada poco después de la caída de dicho régimen, y narra la historia de un hombre que se debate entre dos mujeres y está vinculado a las mafias rusas.
Junto con las actrices Klavdiya Korshunova y Eliza Sednaoui, el protagonista es el propio Bartas, que anteriormente actuó en un rol secundario en Pola X, de Leos Carax, con el fallecido Guillaume Depardieu y Catherine Deneuve. Se trata de una coproducción con la empresa francesa Les Productions Lazennec, y debería verse en la Berlinale 2010.
El otro filme, todavía en preproducción, es Fling a Stone, David! (Sviesk akmeni, Dovydai!), adaptación de la novela homónima de Vincas Guedra, que se remonta a 1948 y relata los esfuerzos del joven Rokas por sobrevivir durante los primeros tiempos de la ocupación soviética. Promovido por el Ministerio de Cultura de Lituania, su presupuesto alcanza los tres millones de euros, y está siendo producido por Rasa Miskinyte, un experimentado artífice de documentales, que hace unas semanas presentó el proyecto en el Baltic Event, en busca de socios europeos.
Bartas se siente muy comprometido con abordar aquel heroico medio siglo. «Fue un periodo muy largo y complicado, cuyas consecuencias no pueden ser subestimadas. Siento la responsabilidad de rendir un homenaje a toda esa generación, tanto los que sobrevivieron y están con nosotros como los que se sacrificaron en aquellos años. Son como el David de la Biblia. Se atrevieron a lanzar una piedra a un gigante. No podríamos llamarnos lituanos si no hubiera sido por ellos», declaró.
Pero no es todo. Rasa Miskinyte, además, emprendió la producción del documental Sharunas Bartas, an Army of One, de 54 minutos. Lo ha dirigido el galo Guillaume Coudray, que trabajó con el realizador en uno de sus largos, Freedom (2000), y ha dado forma a lo que parece ser un íntimo retrato. Está hablado en lituano y francés, escrito por Coudray y Guy Girard, y coproducido por Jerome Amimer.
(Vía Cineuropa)
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