It’s Complicated
Dirección y guión: Nancy Meyers | 118 min. | EE.UU:
Intérpretes: Meryl Streep (Jane), Alec Baldwin (Jake), Steve Martin (Adam), John Krasinski (Harley), Lake Bell (Agness), Caitlin Fitzgerald (Lauren), Koe Kazan (Gabby), Hunter Parrish (Luke), Rita Wilson (Trisha), Mary Kay Place (Joanne).
Estreno en España: 25 de diciembre de 2009
Meyers tiene la costumbre de acudir a nombres de prestigio en el jardín de Hollywood para dar a su cine televisivo cierto pedigrí: Mel Gibson, Helen Hunt, Jack Nicholson, Diane Keaton, Jude Law, Kate Winslet. Ahora ha recurrido a una actriz que llama al público, la polifacética Meryl Streep, a quien han colocado junto a Alec Baldwin y Steve Martin, jugando a imitar a cierto cine europeo más arriesgado como “En el séptimo cielo” (Andreas Dresen). Se estrena estas navidades No es tan fácil, mezcla de comedia y romance, con la misma falta de sustancia que las de su especie.
Menáge à trois, a la americana
Ya lo decía en el comentario del último proyecto de Spike Jonze (Donde viven los monstruos), algo pasa en Hollywood para que el cine de autor esté cada vez más escondido entre los estrenos semanales, detrás de exposiciones argumentales impolutas de esquemas exclusivistas Wasp (White anglosaxon protestan), donde apenas se dejan ver otras culturas, a no ser que sea desde una perspectiva sutilmente negativa. Producciones adornadas con la guinda de la comedia, o el desenfado, todo ello en un entorno lujoso y bien amueblado.
Fue, quizá debido a la demanda o a la oferta interesada, la explosión de series televisivas estilo “Sexo en Nueva York”, llevadas posteriormente al cine bajo nulos planteamientos técnicos y algunas modificaciones en los personajes y situaciones para poder abarcar también la “edad madura” con sus arrugitas y michelines, las vacaciones, o escenarios laborales que puedan crear cierta crispación, maticemos, humorística. Así ha movido la batuta la productora, directora y guionista Nancy Meyers entre sus historias mediocres (“¿En que piensan las mujeres?”, 2000; “Cuando menos te lo esperas”, 2003; o The Holiday, 2006), reflejando lo que piensan ciertas mujeres bien posicionadas que no saben y no contestan de crisis económicas y son siempre extremadamente exitosas en sus profesiones.
Meyers tiene la costumbre de acudir a nombres de prestigio en el jardín de Hollywood para dar a su cine televisivo cierto pedigrí: Mel Gibson, Helen Hunt, Marisa Tomei, Jack Nicholson, Keanu Reeves, Diane Keaton, Jude Law, Kate Winslet. Ahora ha recurrido a una actriz que llama al público, la polifacética Meryl Streep, a quien han colocado junto a Alec Baldwin y Steve Martin, jugando a imitar a cierto cine europeo más arriesgado como “En el séptimo cielo” (Andreas Dresen). Se estrena estas navidades No es tan fácil (It’s complicated), mezcla de comedia y romance, con la misma falta de sustancia que las de su especie.
Si algo destacaba de la comedia screwball de los años 30 y 40, (y recuperar la afición por el buen cine clásico es curativo, vaya por delante mi experiencia) era porque éstas películas sentaron las bases de la igualdad entre los hombres y las mujeres, presentado un modelo de heroína fuerte, determinada, emprendedora, inteligente, guerrera, que se equiparaba al compañero*. Películas que comparadas con las actuales, sorprenden por su modernidad. A Nancy Meyers le faltan buenas dosis de cinismo, amargura, mala leche, para sutilmente imitar a genios como Allen o Wilder, y le sobran menús de tan fácil y suave digestión, guiados y vigilados por la agenda de la corrección política y el resultado en taquilla, todo bajo patrones narrativos nada exigentes; sin sabor, sin olor, sin color.
La Meyers ha vuelto a repetir temática, y reincide en el sexo para maduritos. Ya lo hizo en “Cuando menos te lo esperas”, con Diane Keaton y Jack Nicholson, comedia bajo una aparente ideología libertina y cascaprejuicios femeninos. ¡Ja! Si me lo permiten. Entiendo que actrices como Meryl Streep o Diane Keaton (más la segunda que la primera) se hayan apuntado a memeces varias para no perder el tren laboral, pero abusar puede hacer olvidar glorias pasadas.
Al grano, Meryl Streep, acompañada de sus mohines, deviene en No es tan fácil la amante de su ex marido, del que lleva divorciada ya diez años. Con tres hijos creciditos en común, todos primorosos e impolutos, (no sé, al menos alguno le podía dar a la droga, o ser un gamberro asusta-abuelitas), Jane (Streep) cuya pasión por la cocina francesa la ha convertido en una exitosa cocinera y empresaria, y su ex marido Jake (Baldwin) recuperan las mieles de llevarse bien con derecho a roce, en un momento en el que el matrimonio de éste pasa por situaciones histérico-críticas con una mujer mucho más joven, con sangre latina, italiana o a saber de donde.
Claro que la situación no es tan fácil, a pesar de tener un superchalet, un negocio que funciona, unos hijos sin tara, y un pretendiente arquitecto, encantador y divertido. Con tres nominaciones a los Globos de Oro, (película-comedia, guión y actriz de comedia). En fin, que yo me mondo. En todo caso se agradece el intento de no ocultar arrugas, ni redondeces, y que los actores aparezcan en su decrepitud real, dentro de los baremos que el cine actual de hollywood puede mostrar, se entiende.
Pasen, pasen y vean.
* «La comedia romántica del Hollywood de los años 30 y 40», Pablo Echart, Ediciones Cátedra.
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