Sherlock Holmes (2009)


Dir: Guy Ritchie | 128 min. | EEUU

Intérpretes: Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes), Jude Law (Dr. John Watson), Rachel McAdams (Irene Adler), Mark Strong (Lord Blackwood), Eddie Marsan (Inspector Lestrade), Robert Maillet (Dredger), Geraldine James (Sra. Hudson), Kelly Reilly (Mary Morstan), Hans Matheson (Lord Coward), James Fox (Sir Thomas), William Hope (Embajador Standish), Clive Russell (Capitán Tanner), Oran Gurel (Reordan), David Garrick (McMurdo).

Estreno en el Perú: 7 de enero de 2010

Estreno en España: 15 de enero de 2010

Al personaje creado por Arthur Conan Doyle lo hemos visto representado muchísimas veces y con algunas ligeras variantes. De hecho el detective es de los que mejor representa la serialidad, desde que comenzó a aparecer en ficciones literarias a fines del siglo XIX, hasta su llegada al cine que data desde el periodo mudo. El Holmes que se ve en esta película ya no es el flemático héroe de pipa y elegancia sino más bien uno que se acerca mucho a los otros personajes de previos filmes de Ritchie como Juegos trampas y dos armas humeantes y Snatch.

Al personaje creado por Arthur Conan Doyle lo hemos visto representado muchísimas veces y con algunas ligeras variantes. De hecho el detective es de los que mejor representa la serialidad, desde que comenzó a aparecer en ficciones literarias a fines del siglo XIX, hasta su llegada al cine que data desde el periodo mudo. Esta vez se convierte en el motivo de todas las características maniobras de su compatriota Guy Ritchie, que lo convierten en una especie de personaje de novela gráfica, seguramente siguiendo la marca y subversiones de autores de género como Alan Moore. Idea interesante pero que en manos de su director, convierte a este Sherlock en un espectáculo aparatoso, con tantas limitaciones como ambiciones posee.

El Holmes que se ve en esta película ya no es el flemático héroe de pipa y elegancia sino más bien uno que se acerca mucho a los otros personajes de anteriores filmes de Ritchie como Juegos trampas y dos armas humeantes y Snach. Parece salido de la clase pobre y llevando muy mal el prestigio ganado como brillante investigador. Mientras que su infaltable compañero, el doctor Watson luce más carácter y agilidad, no se deja deslumbrar por Sherlock sino que más bien empuja al genio para ponerse a trabajar en la resolución de una estrepitosa intriga que prepara un tal Lord Blackwood, encarnación de cuanto fanático y extravagante villano abunda en las sagas policiales, como Fu Manchú, o el propio doctor Moriarty, que aquí asoma más como espectador y como anunciante de una próxima secuela.

Como se ve desde los prometedores primeros minutos estamos ante una reinterpretación más a justada a la idea del héroe expeditivo de hoy en día, un mundo mucho más lejano a los detalles costumbristas de la época victoriana y sumergido con todo en una órbita fantástica hecha con todo el lujo de Hollywood. Solo por algunos momentos ese concepto funciona dentro de una historia de acción y humor en la que vuelve a quedar ratificada la eficacia de un actor como Robert Downey Jr, viviendo una madurez interpretativa bastante distinta a la que uno se pudiera haber imaginado hasta hace unos años.

Pero, como es usual en el cine del ex de Madonna, hay toda una pirotecnia visual bizarra y ametrallante que intenta vender la propuesta de la cinta como original a toda costa. El resultado es confuso y reiterativo a medida que avanza la narración. Este Sherlock poco a poco parece no solo aburrido con su propia vida, sino con la propia guerra que entabla contra la estrambótica conspiración a la que se enfrenta. Los afanes por el impacto que practica Ritchie de muestran aquí que puede llegar a surtir un efecto radicalmente contrario al pretendido. Por ello prefiero quedarme con las breves ironías del protagonista desaliñado y absorto en sus indagaciones científicas, que en todo ese despliegue artificioso, dentro de una saga de por sí bastante artificiosa, que lo único que consigue a velocidad es desapasionar. Para cuando llegué hasta el climax en el Parlamento, también me pude considerar protagonista de una hazaña.

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Una respuesta

  1. […] sarcástico, pueril y el montaje frenético al que nos tiene acostumbrados (“Snatch”, Sherlock Holmes, RocknRolla), iniciando su “Agente de C.I.P.O.L.” con una extensa y soberbia secuencia, […]

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