Magaly Solier habla sobre «Amador»

Marcela. Esa será su nueva identidad, en la cinta española de Fernando León de Aranoa, filme que se convertirá en su segundo protagónico internacional (el primero lo tuvo en Altiplano).

En el último número de la revista «Caras», Magaly Solier habla sobre su nuevo personaje en la película española Amador, lo que le costó crearlo, y las herramientas que utilizó para esto, entre ellas, videos colgados en YouTube:

Alguna vez dijiste que a Claudia Llosa la entendías por la mirada y a León de Aranoa por la boca.
Claudia tiene algo en los ojos. Cuando te mira lo hace directamente y cuando habla no se está dirigiendo a ti sino al personaje. Y al verla tiene algo pero… es bien difícil de explicar. En cambio Fernando te habla a ti como persona para que puedas interpretar al personaje. Tiene una voz… es como el mar ¿sabes? Lo puedes entender perfectamente con pocas palabras.

Dicen que es muy detallista. Él mismo ha contado que se encerraron mucho tiempo para ensayar.
Sí, con Celso Bugallo y actores como Pietro Sibille. Pero yo había viajado con el papel construido y allá era fácil trabajar con el director. No me gusta esperar a que me den indicaciones, y cuando una lo construye sola puede defenderlo mejor en la cancha. Se trata de cuidar el personaje y creo que el más difícil ha sido Marcela.

¿Cuál era su complejidad?
No puedo hablar mucho de ella, pero lo que me ha permitido decir el director es que es una peruana ilegal que durante un verano se dedica a cuidar a un anciano en la ciudad de Madrid.

¿Qué debiste crear para ella?
Salí, vi gente que trabajaba en la calle. Internet me ayudó mucho para encontrar videos de mujeres ilegales, porque cuelgan muchas historias reales en YouTube.
Además, yo misma estaba yendo a España, y aunque no era ilegal igual te sientes extraña. Sabía que mi contrato me protegía, pero a veces me hacia la idea de que estaba sola, de que me habían dejado por no actuaba bien. Entonces te dan ganas de llorar, de abrazar a alguien. Porque el solo hecho de imaginar que no tienes casa ni comida, que te han llevado con engaños… tan solo pensarlo te hace actuar diferente. Pero debes cuidar que eso no te haga daño porque sino empezarás a odiar al personaje.

¿Qué te ha dejado Marcela?
El saber pensar en nosotros mismos antes que en nadie, en cuidarse uno primero. Pero también me hizo ver lo que es la soledad. Hay una frase: «Crees que quieres estar con alguien pero en verdad no quieres estar sola». Claro, ¿quién quiere estar así? Hay momentos en los que yo quieo estar sola, pero no me gustaría quedarme así toda la vida.
Marcela me ha enseñado muchísimo. He llegado a quererla tanto que ahora quiero seguir actuando. Me ha llenado, no sabes el brillo que se veía en mi cara… ¡Qué bonita es la actuación! Regresé contentísima. No me quejé de las horas ni de la comida ni de nada. Estaba feliz todos los días. Ya no te preguntas si has hecho bien o mal, solo sabes que lo has hecho bien. Cuando la trabajé hubo momentos en que quería dejarla, pero al empezar a grabar fue alucinante. ¡No me quería separar de ella! Era tan divertida… aunque la película también es un drama.

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