Todos, malévolos, disfrutamos del coronel SS Hans Landa. Sin culpa, admito haber disfrutado más de este asesino inclemente que del antihéroe Raines, otro asesino, –y creo que mi antipatía por Pitt poco influye en este juicio-. Su maestra composición se le atribuye, más que a Tarantino desde el guión, a un desconocido actor austriaco que, con cuatro máscaras idiomáticas (alemán, inglés, francés e italiano) y gesto impertérrito, se lució desde su rol “secundario” en Bastardos sin gloria.
El fin de su ovación inicial fechó 6 de marzo con la entrega de su primer Oscar. Christopher Waltz, su nombre de nacimiento, podría vivir en adelante con Hans Landa como su seudónimo. Ya lo aplaudimos delante de las cámaras, ¿también lo haremos cuando esté detrás?
“Auf und Davon” (Up and Away) será su primer trabajo como director y escritor “de cine”. Y es que Waltz no es ningún debutante detrás de las cámaras y de la pluma, pues antes ya realizó estas labores en la comedia romántica alemana para la TV Wenn Man Sich Traut (2000). Su próximo proyecto tendrá el mismo corte.
La película será una libre adaptación del libro homónimo de Meike Winnemuth y Peter Praschl, el cual se basa en el conflicto interior sobre la sensibilidad femenina de una conductora de programas de citas.
“Auf und Davon” será producida por la Fox International. En un inicio se pensó filmar en lengua germana, pero el actual momento de la figura de Waltz hace atractivo para los productores hacerla en inglés con todos los elementos marketeros del caso. El proyecto recién ha mudado de Alemania a Hollywood.
Otros proyectos de Waltz en el presente son lo nuevo del francés Michel Gondry, The Green Hornet, que protagoniza con Cameron Díaz; y Water for elephants, en el que es villano. Completan ese reparto estelar Reese Witherspoon y Robert Pattinson, el de Crepúsculo. Estos trabajos lo ocuparían de tal manera que no tendría tiempo, mínimo hasta el 2011, para iniciar la filmación de su propia película. Entonces, “Auf und Davon” seguirá pendiente por algún tiempo más.
A estas alturas, el austriaco aún no decide si tendrá un papel en su propia película: “Es muy difícil trabajar en ambos lados de las cámaras”, apunta humilde.
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