Jon Favreau, un hábil director que agradó con la sci-fi para niños Zathura, nos sorprendió hace dos años con el primer Iron Man, una cinta fresca, original y en general que respetaba las líneas argumentales del cómic en la que estaba basada. Además, mezclaba diálogos ingeniosos y graciosos, con buenos (pero no excesivos) efectos especiales y escenas de acción.
Un equilibrio así era difícil de volver a conseguir y en esta nueva Iron Man 2, Favreau lo hace a medias. El director ha optado por seguir la evolución del personaje, y que está lejos de la línea de arrepentimiento y orden, que parecían sugerir algunos momentos del primer film. Por el contrario, Tony Stark está ahora más egocéntrico, bebedor y desequilibrado que nunca.
Para complicar las cosas, el corazón de Stark, que usa un metal radioactivo, está contaminando su sangre, le queda entonces poco tiempo de vida, y el millonario superhéroe decide vivir sus últimos días en puras juergas. Debe enfrentar además a varios enemigos a la vez: un archirival en el negocio de las armas Justin Hammer, un congresista empeñado en arrebatarle sus descubrimientos para usarlas como armas del estado y Anton Vanko, un científico ruso ex convicto por tráfico de armas, que decide vengar a su padre, supuestamente afectado por maniobras del padre de Stark.
El apostar por esta línea argumental fue una decisión arriesgada para este tipo de film dirigido a un público que quiere acción y espectacularidad, pero creemos que fue necesario para seguir la evolución de un superhéroe que tiene poco en común con la mayoría. Aún así nos parece que las escenas estuvieron excesivamente centradas en Stark, que los diálogos de estos momentos no fueron tan ingeniosos y que el mostrar la díscola personalidad de Tony, unos minutos más y terminaba por agobiar al espectador.
Pero felizmente esas escenas terminan y la trama cobra pleno sentido en los minutos previos al clímax, para terminar en una larga secuencia final plena de espectacularidad y acción, que nos parece habrá dejado satisfechos a la mayoría.
Downey Jr. está como siempre genial, con un personaje que es prácticamente él mismo, pero a pesar de contar con un reparto de lujo pocas veces reunido, los secundarios no destacan tanto, ya que sus personajes muchas veces son meros satélites girando en torno a Stark. De los villanos por ejemplo, el único que le saca lustre a su personaje es el genial Sam Rockwell quien compone a un torpe pero intrigante Justin Hammer; mientras que quien debió ser la estrella, Mickey Rourke, un poco más y parece un zombie en el rol de Vanko, y además las dos veces que se enfrenta con Iron Man es vencido de forma relativamente fácil.
Del lado de los buenos, sorprende Don Cheadle, quien reemplaza a Terrence Howard en el rol de Rhodes. Cheadle a pesar de no parecerse mucho a su predecesor, hace mejor química con Downey Jr. Gwyneth Paltrow cumple con Pepper, pero su participación en este film no la hace tan simpática (se la pasa renegando y regañando a Stark), y luego está el director del film, Jon Favreau en el papel del nuevo sidekick de Stark, Happy, en un rol bastante simpático.
Uno se queda con las ganas de ver más de Samuel Jackson en el papel de Nick Fury y Scarlett Johanson como Natasha Romanoff (quien se luce sólo en espectaculares escenas de lucha hacia el final), pero se aprecia que han sido incluidos como adelanto de una próxima película de personajes de la Marvel a estrenarse próximamente. Justamente Tony Stark apareció casi al final de la segunda película de Hulk, en una maniobra parecida.
Complementan la película unos muy buenos efectos especiales, hechos una vez más sin exagerar y sin que se noten los empalmes digitales, una excelente fotografía a cargo de Mattew Libatique y por supuesto, la música de AC/DC («Higway to Hell» queda retumbando en los oídos al final) y otras bandas de rock, que tienen un peso importante en la película.
En suma, a pesar de no ser tan buena como la primera parte, Iron Man 2 es una película bastante más digna de lo que se puede esperar de una superproducción de Hollywood y nos parece que dejará satisfechos a sus fans, tanto del comic, como del cine. A esperar con ansias la tercera parte.
Dir. Jon Favreau | 120 min. | EE.UU.
Guión: Justin Theroux
Intérpretes: Robert Downey Jr. (Tony Stark), Gwyneth Paltrow (Pepper Potts), Don Cheadle (Tnte. Rhodes), Mickey Rourke (Anton Vanko), Sam Rockwell (Justin Hammer), Samuel Jackson (Nick Fury), Scarlett Johanson (Black Widow) y Garry Shandling (Senador Stern).
Estreno en el Perú: 29 de abril de 2010.
Estreno en España: 30 de abril de 2010.
Deja una respuesta