El diario argentino Página/12 entrevistó a Francisco Lombardi, a propósito del homenaje que le dedicó el Festival de Cine Iberoamericano de Ceará, en Brasil, hace unos días.
En la entrevista, Lombardi recuerda sus primeros años de aprendizaje de cine en Santa Fe, Argentina, su paso por la crítica cinematográfica, y su cinefilia aun intacta. Aborda además el tema de las adaptaciones literarias al cine, afirmando que aprecia más sus películas con guion original, como Bajo la piel, escrita por Augusto Cabada. Se queja también, como cinéfilo que se respete, de la cartelera plagada de Hollywood; y lo más resaltante -en mi opinión- es su afirmación sobre la no existencia de un cine peruano previo al ‘movimiento’ que vivimos en estos años. Léanlo a continuación:
En los últimos años, algunos jóvenes cineastas peruanos han llamado la atención con sus películas en el ámbito internacional. ¿Cree que hay un movimiento de renovación impulsado por ellos?
–Más que de renovación, diría que hay un movimiento. Porque, en realidad, el cine peruano prácticamente no existía: se hacía una que otra película, eventualmente. En determinado momento, tuve la suerte de contar con una coproducción española, entonces pude seguir una carrera. Pero no se puede hablar de un movimiento de cine peruano anterior. Lo que sí hay en este momento es una camada muy interesante de directores jóvenes que ha surgido a partir de la Ley de Cine de Perú, que es pequeña pero que, por lo menos, está funcionando en pequeña escala. Esa ley ha terminado siendo un trampolín para un grupo de jóvenes nuevos. Anualmente en Perú se están dando entre cinco y seis premios de ayuda a las películas. Y de esas cinco o seis películas que se producen al año, el nivel promedio es extraordinario, porque al menos cuatro van a festivales importantes, ganan premios y tienen reconocimiento. Más de la mitad de la producción es de alta calidad.
La entrevista completa en Página/12, «Mi cinefilia está intacta».
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