A propósito del funeral de un amigo común, 6 amigos de la infancia se reencuentran. Por pedido del fallecido, que dejara en un escrito, desenterrarán una ‘cápsula del tiempo’, donde se encuentra escondido el cadáver de una niña.
After Dark HorrorFest, mejor conocido como «8 Films to Die For», es un pequeño festival de cine independiente, celebrado anualmente desde 2006, en el que se presenta, por edición, un lote de ocho películas del género Horror. Deber cinéfilo es espulgar su catálogo de 24 filmes, a aumentar ocho títulos más el próximo año, en pos de interesantes descubrimientos, que este género, más que cualquier otro, sabe revelar. La Internet nos lo permite si no encontramos sus ediciones oficiales en DVD.
Por el lado comercial, de la edición 2007 del mencionado festival, llega tardíamente Crazy Eights (en nuestra cartelera, El Entierro), ópera prima James Koya Jones. El Entierro es un slasher post adolescente, en el cual el asesino(a) es un ánima vengativa que los protagonistas otrora lastimaron. Cualquier premisa en el prólogo queda obstruida por la sangre y gritos de las víctimas durante el desarrollo de la masacre, lo que está bien como fondo, propio del slasher, desprovisto, por lo general, de mayores reflexiones.
Este filme carga las características principales del subgénero (el grupo de chicos varados en un lugar apartado, la sucesión de sus muertes cada vez más violentas y la ‘final girl’ que sobrevive a la masacre), lo que la hace previsible por defecto, sin embargo, su principal falencia es su rezada solemnidad a esas características, las que, el director, superpone estrictamente como si siguiera un manual de filmación, urdiendo un refrito al que agrega los efectos estridentes que se hicieran insoportables tras The Ring, The Grudge, The Eye y cuanto filme de horror salga de Hollywood, cual producto en serie.
El Entierro es una película indie por presupuesto, mas no por espíritu: carece de bizarría y sordidez, es aplicada en sus formas. Su aparente contexto lóbrego de muerte y claustrofobia es ataviado con música original de estudio, la cual nunca deja de sonar (aunque siempre impertinente), y con fotografía en claroscuro de contrastes definidos, más acorde a un videoclip que a una película de miedo. Acaso las mejores cintas de horror, especialmente las slashers, se hicieron con pulso sádico e imagen sucia, nunca desprovistas de erotismo. La intervención de efectos HD siempre será contraproducente a sus resultados. Es la misma piedra con la que tropiezan los remakes hollywoodenses de filmes de horror asiáticos desde que lo intentaran con Ringu, de Hideo Nakata, hasta hoy sin éxito.
Junto a esta mediocre ópera prima se estrenó El Eco (2006), remake de la versión filipina del 2004 a cargo del mismo Yam Laranas, película que abordaremos en un próximo artículo.
Crazy Eights. Dir. James K. Jones | 80 min. | EE.UU.
Intérpretes: Dina Meyer (Jennifer Jones), George Newbern (Padre Lyle Dey), Traci Lords (Gina Conte), Dan DeLuca (Wayne Morrison), Frank Whaley (Brent Sykes), Gabrielle Anwar (Beth Patterson).
Estreno en Perú: 1 de julio de 2010
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