Viajo porque necesito, vuelvo porque te amo de Marcelo Gomes y Karim Ainouz, es una suerte de diario y bitácora de viaje audiovisual, en la que un geólogo anónimo, siempre en off, nos va contando su viaje por los sertones del Brasil rural y empobrecido. Película de nuestros tiempos está contada en todos formatos a la vez: desde la foto, la cámara del celular, la cámara casera y la profesional. Desde la incesante voz en off, el testimonio frente a cámara y la canción popular de la radio. Desde esta multimedia, se ubica en la intersección del videoarte, la ficción y el documental.
El protagonista no se guarda en lo más mínimo sus hallazgos y desazones. Conocemos los detalles de su trabajo e itinerario, los valores de sus mediciones, sus pertenencias de viajero, pero sobre todo, y de manera muy inteligentemente dosificada, se nos presenta su historia, sus angustias y sentimientos.
En cuanto nos adentramos en la cabeza del personaje, la película trasciende de un viaje físico, a una trayectoria emocional. Y muestra sus mejores cartas, unas a tener en cuenta en la competencia de este año. «Viajo porque necesito…» es una batalla entre el olvido y la memoria de una mujer ausente. Una batalla entre el amor y el desamor consecuencia de la ruptura en casa. Es una guerra íntima entre las putas que encuentra en el camino y la mujer que el protagonista lleva en el corazón. Una lucha entre las ganas de perderse o encontrar un sentido para seguir viviendo. Es un relato que va del espacio físico y tangible de la carretera al mundo emocional del protagonista. Emociones que invaden las imágenes, las intervienen, las distorsionan. Es un viaje en que las emociones se apropian de la pantalla. «Viajo porque necesito…» es valiosa mientras más experimenta, mientras nos lleva por un camino de cine mínimo y personal que sorprende sin necesidad de grandes artilugios.
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