El director Matthew Vaughn ha leído tantos cómics como los personajes de su película. Será por eso que los respeta y quiere pese a ser geeks negados a la sociabilidad y sí adeptos al patetismo como doctrina. Friki, el 2007 adaptó el Stardust de Neil Gaiman, portento del mainstream comiquero por su The Sandman (1988-1996), con apreciables resultados, entonces lució como solvente artesano del fantástico. Su imagen de buen pirotécnico se la debe en parte a su compañero Ben Davis, fotógrafo empapado de referencias pop, quien también opera en Kick Ass. Jane Goldman, la pareja de pluma de Vaughn, también firma en los créditos. Siguiendo en el rubro, esta dupla se encargó de la adaptación del X-Men: First Class (2007-2009), de Jeff Parker, a estrenarse el 2011. El arte secuencial como motivador del cine de Vaughn.
Harto conocido es el dato de que esta película está basada originalmente en el cómic escrito por Mark Millar, el mismo que se hiciera cargo del crossover Civil War de Marvel Cómics allá por el 2006. Es un curtido conocedor de la psicología y tics de los superhéroes, así no tengan estos poderes sobrenaturales como los de la obra en cuestión. En su historia entramos en campos plétoras de estereotipos, los cuales serán trasgredidos en burla (los violentos) y mostrados desencarnados (los dramáticos y los cómicos) con motivos de mantener la impronta fantástica, no obstante, es un trabajo de autor. No confundamos la ausencia de superpoderes como un acercamiento al realismo. Kick Ass expira desfachatez, es tan inverosímil como cualquier aventura de Superman.
El aspecto visual es determinante en la película, por eso lo importante de la presencia de Ben Davis como director de fotografía. Cada encuadre parece estar compuesto cual viñeta. Y es que no parecen, los ambientes, escenarios naturales sino maquetas entintadas por el mismo Tom Palmer que trabajara en el comic. Exagera, Davis, la profundidad de campo para despegar a los personajes del fondo colorinche que compone, quienes quieren ser reales dentro de un contexto irreal. Con esa orden, Vaughn, pretende marcar esas distancias, pero la historia misma no se lo permite.
En Kick Ass la sangre brota, chorrea justa -sin salpicar, como en el comic por solo explotación-, y es que cuenta de fondo una batalla del bien contra el mal, donde hay bajas y maltrechos, no se emiten ondas de poder ni ataques a distancia sino se incrustan cuchillos en las zonas más sensibles del cuerpo, se disparan ametralladoras a quemarropa y los valientes arden vivos en llamas. Que veamos disfraces ridículos no será indicativo de una escena lúdica; todo lo contrario, denota sadismo en un mundo paradójico, que poco tiene de entendible.
Mención aparte para la niña Chloe Moretz (Mindy/Hit Girl), que encanta a la vista (sin ser loli-con) y al oído (por su vocecita de hija obediente) tras cada aparición. No gusta por las piruetas artemarcialistas de su personaje (que las hace su doble), son sus gestos de infante en paralelo a sus frases ácidas, groseras, que no hablan de su inocencia, aunque la proyectan, los que la hacen inolvidable, en una de las mejores actuaciones femeninas vistas en lo que va del año. Se maneja, toda ella, entre el bien y el mal sin incomodarse, bebe un jugo con la misma naturalidad con que atraviesa una lanza a un bandido. Del resto del reparto podemos sentir su comicidad en las caricaturas de sus roles, ninguno muy apegado a su conocida convención, ni los héroes ni los villanos.
En primera, Kick Ass divierte. Es una ligereza emparentarla con el cine de Tarantino por el solo hecho de ver sangre en una película sarcástica. La única mueca sería la escena de Hit Girl descuartizando a la pandilla de Rasul, remitiéndonos a Black Mamba vs. Los 88 Locos en el Vol. 1 de Kill Bill. Los mafiosos estúpidos no son patrimonio de Pulp Fiction. Este filme nos invita a una realidad de disfraces y desvaríos desde una perspectiva adolescente, donde la factibilidad se extiende a todo y nada parece muy descabellado, para hacernos asentir de los dementes naturales que podemos ser.
Dir. Matthew Vaughn | 117 min. | EE.UU y Reino Unido
Intérpretes: Aaron Johnson (Dave Lizewski/Kick Ass), Christopher Mintz-Plasse (Chris D’Amico/Niebla Roja), Mark Strong (Frank D’Amico), Chloe Moretz (Mindy/Hit Girl), Nicolas Cage (Damon Macready / Big Daddy)
Estreno en España: 4 de junio de 2010.
Estreno en el Perú: 12 de agosto de 2010.
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