Una de las atracciones del Festival de Lima 2010, fue la ópera prima del peruano Fuentes-León: Contracorriente. A pesar de no haber terminado de convencer a la crítica especializada, supo llegar al verdadero corazón del festival: el público; quien la premió como su favorita. La belleza y soledad de Cabo Blanco, en la costa norte peruana, es el escenario para un drama personal que pone a prueba lo colectivo. Santiago (bien personificado por Manolo Cardona) es un joven pintor acomodado que llega a vivir al pueblo, y mantiene una relación homosexual con Miguel (Cristian Mercado), un joven pescador local casado con Mariela (Tatiana Astengo), pronto a convertirse en padre por vez primera. Pero además hay un cuarto protagonista: el pueblo.
La sencillez y trasparencia de los escenarios al borde del mar, al principio le confieren un cariz de inocencia y naturalidad al romance entre Santiago y Miguel, a su vez que los aísla, casi los protege del resto. Pero ningún paraje será suficiente para mantener el equilibrio en un romance que va más allá de lo prohibido, cuando el conflicto crece dentro de uno y no solamente fuera. Santiago acepta abiertamente su homosexualismo y le exige lo mismo a Miguel; Miguel lo oculta, incluso lo niega pero no quiere dejar a Santiago, se debate en medio de una crisis personal que lo enfrenta a amar a su esposa embarazada a una misma vez que seguir amando a Santiago y conservar su reputación en el pueblo.
Narrada linealmente, la historia (con un guión bastante atractivo) es una suerte de acumulación ordenada de situaciones que amenazan con desbordarse sobre ellas mismas a manera que progresa la narración: los reclamos de Santiago a Miguel porque sea “valiente” y se acepte a sí mismo; las habladurías del pueblo sobre ellos; el conflicto de Miguel a punto de ser padre siendo homosexual; el tratamiento de la muerte como una transición. Fuentes-León dirige con solvencia audiovisual y un marcado gusto por lo estético, por el “lenguaje fílmico” y una preocupación por la interpretación del mundo interno de los personajes y el de la historia misma (cualidades presentes en el renovado cine peruano último: Días de Santiago, Madeinusa, Paraíso por decir algo).
No obstante estas virtudes, y quizás por aquella vocación acumulativa de la narración, Contracorriente presenta algunos excesos que tienden a relativizar situaciones dramáticas hasta volverlas melodramáticas, o bien aligeran la riqueza de los conflictos: Mariela (una Tatiana Astengo muy metida en su papel), esposa de Miguel, llorando con demasiada facilidad; la inclusión del componente fantástico, un recurso absolutamente válido, arruina la simbología de lo “invisible” al remarcarla, pues ya estaba instalada intrínsecamente en aquella caleta prejuiciosa alejada del mundo y en el propio tema homosexual; el deseo (a mi parecer) de querer contarlo todo en esta primera película como si fuera la última.
Dramáticamente, pensar que la ópera prima de Fuentes-León es una película sobre homosexualismo sería un juicio apresurado e insuficiente. Tiene como referente temático más cercano a Secreto en la montaña de Ang Lee, es cierto; no obstante la diferencia de los contextos (geográfico, social, cultural, económico) entre ambas permite solamente determinados paralelismos más allá de la intencionalidad argumental de cada una. “Contracorriente” se sirve de un triángulo amoroso con tema homosexual incluido para discutir los prejuicios de la sociedad peruana; para resaltar los conflictos del hombre en comunidad; para decirnos que es mejor aceptarnos y aceptar al resto antes que pensar en perdonar o castigar nuestras diferencias. Fuentes-León decide alejarse (felizmente) de las recetas efectistas que tanto daño le hicieron al cine peruano en la década pasada, y asume su propia búsqueda en el camino del llamado “cine de autor”.
Ya sabemos que Fuentes-León no es Fassbinder ni Cassavetes ni Kaurismäki, y que Contracorriente es tan solo su primera película y no la última (un muy buen debut premiado incluso en el extranjero), lo que nos hace pensar que el buen momento del cine peruano último (Méndez, Llosa, Gálvez) durará bastante más.
Dir.: Javier Fuentes-León | 100 min. | Perú – Colombia – Francia – Alemania
Intérpretes: Cristian Mercado (Miguel), Tatiana Astengo (Mariela), Manolo Cardona (Santiago), José Chacaltana (Héctor), Emilram Cossio (Pato), Cindy Díaz (Isaura), Haydeé Cáceres (Trinidad), Mónica Rossi (Ana), Attilia Boschetti (Rosa), Liliana Alegría Saavedra (Carlota), Germán González (doctor Fernández), Humberto Cavero (sacerdote).
Estreno en España: 23 de setiembre de 2009
Estreno en el Perú: 26 de agosto de 2010
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