A través de Facebook me datean de una «Fiesta Pro fondos La Ciudad de los Candados«, recomendándome que le dé una mirada al trailer adjunto. Las imágenes me despiertan el interés lo suficiente como para averiguar de qué se trata.
Luego de intercambiar un par de mensajes, el director limeño Mario Osorio Arrascue tuvo la amabilidad de responder algunas preguntas respecto a esta nueva producción, su largometraje documental que fue grabado en la provincia de Aija, en la serranía de Ancash.
Mario ha llevado un Master en Cine Documental en la Universitat Autònoma de Barcelona. Ahí codirigió un documental titulado «Per un ull de la cara», que fue presentado en el Festival de Sitges 2009, en la sección Nova Autoria. Osorio ha trabajado además en productoras audiovisuales y publicitarias.
¿Con qué equipo vienes trabajando este documental?
Mario Osorio: En un principio, cuando empecé el rodaje en abril de 2010, viajé con un fotógrafo amigo de la universidad. Se llama Adrián Portugal y pertenece al colectivo de fotógrafos Supay.
Con él hemos trabajado los primeros dos rodajes. No tenía dinero para contratar a un sonidista así que el sonido lo tuve que hacer yo. Además, tampoco contábamos con muchos equipos, ni de muy buen nivel. Si no hubiera sido por la ayuda de La Madriguera y de DocuPerú no lo hubiera podido hacer.
Para el tercer rodaje ya contaba con algo de financiamiento así que alquilé algunos equipos y contraté a un sonidista, también amigo de la universidad. Se llama Rafael Cabrera. Él viene trabajando muchos años en sonido directo y definitivamente su presencia en el tercer rodaje fue un aporte muy valioso. Y claro, este tercer rodaje no hubiera sido posible sin la colaboración de Carlo Brescia, director y productor de documentales quien nos apoyó con la producción y algunos equpos desde Huaraz.
¿De dónde nace la idea de «La ciudad de los candados»? ¿De qué trata la pelicula?
MO: Mi familia por parte de padre proviene de este pueblo Aija. Yo lo visitaba desde hace mucho para las fiestas para las fiestas patronales que se celebran en julio: pero me di cuenta de que el pueblo se estaba quedando vacío y me llamó mucho la atención. Hasta que un día escuché que alguien la llamó «La ciudad de los candados» por la cantidad de candados que se veían en las puertas cerradas de la ciudad, entonces empecé a investigar. Intenté hacer un primer avance hace algunos años pero no resultó por mi falta de experiencia. Así que después de regresar de Barcelona me decidí terminar lo que alguna vez había empezado.
El documental trata de la vida desolada de este pueblo. Junté a una orquesta folklórica de la localidad y trabajamos para renovar el teatro del pueblo para hacer una presentación ahí. Así que ese es como el hilo conductor del documental. Esto me sirve para hablar del abandono, de la desolación y de la falta de atención a pueblos, como este que poco a poco van desapareciendo, y en lugar de gente aparece el silencio, el vacío y la contaminación.
¿Donde se rodó la película? ¿Que viene a continuacion en su calendario?
MO: Toda la película fue rodada en Aija. Empezamos a rodar en abril y hemos viajado tres veces, durante una semana a diez días cada vez, es decir casi un mes de rodaje. Ahora estamos entrando a la parte de post producción, para la que estamos buscando alguien que nos pueda financiar esta parte del proyecto.
¿Esta es una produccion limeña o ancashina?
MO: Diría que la producción es básicamente limeña, aunque, como dije anteriormente, no hubiera sido posible sin el apoyo de nuestro productor en Huaraz, Carlo Brescia, para el último rodaje.
¿Ruedan en filme o digital, y por qué eligieron tal formato?
MO: Hemos rodado en digital pues se me hizo más práctico, accesible y definitivamente menos costoso. Espero que pronto pueda rodar algo en película.
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