No, no es la otra, otra, película sobre Facebook que tienes que ver. Mientras esperamos que estrenen The Social Network en este lado del charco, y mientras se deciden en subir el torrent de Catfish, tenemos la oportunidad de fisgonear en otro muro con esta nueva cinta chilena. (Por supuesto, ayudará mucho si vives en Santiago, de lo contrario, igualmente, a esperar que lo suban al torrent, al emule, al rapidshare, a taringa.)
La mano viene así: Se conocen, se gustan, I like mutuo, follow her. Él y Ella están en una relación sentimental. La felicidad mera a través de los pixeles del día a día. Insertar emoticón dos puntos y cerrar paréntesis. Luego, así de rápido, todo se pudre, se corta la conexión, se va la señal. Se rompió el enlace. ¿Qué hacer ahora? ¿Cómo borrar todo el rastro dejado en esos bytes acumulados aquí y allá, en la laptop, en el iPhone, en el blackberry, en la digicam? ¿Cómo bloquearla sin hacer mucho roche? Unfollow sin asco, si no quieres seguir conociendo los detalles de la ex, que si se la pegó mal ayer, o enterarte a quién taggea a su lado en las fotos de anoche. Y luego, hay que dejar algo en claro a todos tus contactos: ¡Qué buena vida tengo!, qué ocupado que estoy ahora, qué movida que es mi social network. Ajá.
Qué pena tu vida, es la tercera película del siempre irreverente y multimediático Nicolás Lopez, un estilizado ejercicio -seguro la editaron en una Mac- de registro personal de lo que sería la vida de un casi treintañero citadino en una urbe como Santiago (¿o Lima?), con un smartphone vibrando en el bolsillo, y un corazón hecho trizas, hace poquito nomás.
Se estrena el 21 de octubre en el país de los mineros superhéroes y los presidentes que dicen mierda a la teleaudiencia mundial.
Por supuesto que no te sientes identificado, ya lo sabemos, igual, hazle Me gusta, y compártelo en tu Timeline.
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