En la obra de Rafael Arévalo confluyen disparates de cualquier índole y genuinos homenajes al cine silente de horror. Divierte el poco rubor de este director cuando adosa extravagancias a sus historias de por sí desopilantes: las hace imprevisibles, libertinas, en un contexto oscuro de barbarie. Su estilo serie B se acomoda perfectamente a los pocos soles de su bolsillo y a sus desvaríos narrativos, no obstante, se hace querer.
El 3 de diciembre en el C.C. CAFAE presenterá un avance de Pisco, un proyecto colectivo a estrenarse el 2011. Sobre el mismo, dice:
Pisco estará compuesta por 5 cortos relacionados al licor insignia del Perú. Los dirigirán diversos integrantes de nuestra empresa. A mediados de este año realicé el que será mi primer aporte a la película (planeo hacer un corto más) y he decidido estrenarlo de forma independiente y anticipada para ir mostrando el nuevo estilo que vengo trabajando y para ir llamando la atención sobre todo el proyecto. Este es el teaser trailer:
Líneas abajo, la entrevista en la que nos cuenta su manera (guerrillera) de hacer y (cautiva) de ver el cine:
Estudiaste en el instituto Charles Chaplin, ¿qué aprendiste allí?
RA: Yo seguí la carrera de 3 años de Dirección y Producción de Cine y TV de manera un tanto espaciada. Durante el tiempo que estuve había muy poco apoyo para la realización de trabajos y casi nunca grabábamos nada, todo era teoría. Lo poco que se hacía, siempre era grupal y delegando cargos, por lo que no era mucho lo que se podía aprender y explorar. En los ciclos dedicados a la tv no aprendí nada, pero los profesores que tuve en la parte de cine sí me aportaron bastante. Me abrieron los ojos y me hicieron comprender los mecanismos del lenguaje audiovisual, así como prestar atención a detalles que antes dejaba de lado por mi excesivo entusiasmo. A fin de cuentas, mi paso por ahí fue valioso, sobre todo porque conocí a varios de mis mejores amigos con los que fundé El Topo Producciones, la empresa con la que ellos y yo queremos sacar adelante nuestras obras.
¿Cuáles son los equipos que utilizas?
RA: Inicialmente mi ópera prima iba a ser “Carpe Diem”, un proyecto muy personal en el que prácticamente sólo iba a contar con 2 actores y que iba a trabajar con un equipo A1 que me iba prestar un amigo. Sin embargo, éste terminó perdiéndolo y, como ya había apartado todo mi verano para grabar, decidí mandarme con un proyecto totalmente opuesto. Desarrollé una cinta coral con 22 personajes (todos eran mis amigos y artistas, pero sólo uno era actor) para ser grabada únicamente con mi cámara LD Canon (NTSC) ZR 80. Al no tener micrófono para el audio ni luces para la fotografía, decidí crear una propuesta que justificara estás faltas y que las convirtiera en parte de su estilo.
Alienados (2008) fue mi primer largometraje y Kasa Okupada (2010), que estrené a mediados de este año, es el segundo. Para editarlos, utilicé la versión vigente del Adobe Premiere Pro. Son las 2 cintas que he mostrado hasta ahora y, aunque son propuestas diferentes, comparten el mismo modo austero de grabación. Sin embargo, ya tengo un par de nuevos proyectos en marcha y bastante más en el camino. Para continuar experimentando y aprendiendo, deseo probar nuevas técnicas, estilos y formatos de grabación. Desde trabajos hechos con celulares y cámaras fotográficas hasta el HD más High posible.
La idea es ir alternando, adecuándome a lo que pueda hacer en cada momento de acá en adelante.
¿Consideras necesaria de la existencia de una escuela de cine?
RA: Por supuesto. Sobre todo porque, aparte de aquellos que desean dirigir, existe una gran cantidad de personas que desean estudiar producción, dirección artística, dirección de fotografía, entre otras especialidades, pero no existe ningún lugar para hacerlo. También sería bueno para desarrollar talleres de actuación orientados a lo audiovisual porque, aunque Perú cuenta con muchos actores talentosos, casi todos son de formación teatral y son pocos los que saben adecuarse al lenguaje cinematográfico. Además, es necesario un espacio que influencie al alumno a encontrar su propia voz y estilo y no que lo haga seguir siempre las reglas y fórmulas básicas. De hecho es importante conocerlas, pero más que nada para saber romperlas bien para poder desarrollar productos originales, así sean fallidos, ya que siempre es preferible gente que corra riesgos y experimente constantemente a gente que siga un mismo patrón toda su vida. La (r)evolución es más que necesaria.
Tu gusto por lo paranormal y esotérico queda en manifiesto en tus películas. ¿Seguirás con esa temática en tus próximos trabajos? ¿Será como tu sello personal?
RA: Empecé a hacerme cinéfilo por el cine fantástico y de terror. Era lo que más consumía desde que tenía uso de razón y fue lo que me enseñó a disfrutar todo tipo de películas, buenas y malas. Al cumplir 14 años descubrí la antigua filmoteca y mis gustos e intereses se ampliaron en todas direcciones. El hecho de que mis 2 primeras películas hayan tocado temas entre bizarros y paranormales se debe a que en esos momentos sólo podía desarrollar un estilo austero de grabación (formato bajo, ausencia de sonido, etc) y por ello me planteé películas “extrañas”, ya que si me decantaba por algo de corte más realista, sentía que no iba a funcionar. Mi idea era experimentar con un cine de formas, de atmósferas, y, personalmente, sentía que las mejores historias que podía alucinar y realizar bajo esos márgenes y conceptos eran las del género fantástico.
Amo todo tipo de cine y espero poder darme el gusto de experimentar con toda clase de género y registro. Para mis primeras cintas tuve influencias que iban desde David Lynch, el cine mudo expresionista, la serie b antigua, la serie Z actual, los films de Troma hasta el desquiciado nuevo cine oriental. Sin embargo, en el futuro deseo intentar nuevas propuestas basadas en la nueva ola francesa, el neorrealismo europeo actual (Erick Zonca, Laurent Cantet, los Dardenne, etc), el nuevo cine argentino y también propuestas ligadas a lo Cronenberg, Tarantino, Takashi Miike y Harmony Korine, entre otros. Para mi último proyecto me estoy basando, más que nada, en la última etapa de Gus van Sant (Elephant, Gerry y Paranoid Park).
¿Cómo trabajas en la consecución de presupuesto y en el plan de grabación?
RA: Para los 2 largometrajes que he realizado hasta ahora utilicé dinero de mi propio bolsillo. Para Alienados gasté casi 600 soles y para Kasa Okupada, la mitad. Mi próxima película Errante Aberrante también tendrá un presupuesto muy austero. Los bajos costes del digital permiten que uno pueda hacer un largometraje con muy poco dinero, pero obviamente tengo planes más ambiciosos y deseo poder hacer películas con la mejor factura posible. Tengo varios proyectos con los que deseo pedir auspicios y postular a diversos fondos internacionales, pero hasta que alguno de ellos logre algo positivo, mi plan es no quedarme de brazos cruzados esperando y seguir produciendo de la manera que pueda para mantener un ritmo lo menos ininterrumpido posible y, sobre todo, para no dejar de aprender nunca.
Para llevar a cabo mis rodajes, siempre elaboro guiones técnicos que me sirven de base, pero que a la vez me dejan espacios libres para improvisar en el momento. Usualmente, sólo grabo durante los fines de semana y en cortos lapsos de horas. Por eso, aunque mis películas no son complicadas de rodar, si me demoran un buen tiempo ya que la disponibilidad de todos los involucrados no suele coincidir y eso siempre dificulta y alarga las cosas. Lo bueno es que he adquirido bastante experiencia para sobrellevar todo tipo de adversidades y eso siempre será positivo de cara a un nuevo rodaje, sea del tipo que sea.
Si contaras con mayor presupuesto, ¿qué cambiaría en tus películas?
RA: Obviamente, quisiera que fueran técnicamente impecables en todos los sentidos y poder contar con el mejor equipo artístico posible. Si yo he logrado grabar 2 largometrajes es gracias a mis amigos y allegados, ya que casi todos han trabajado gratis y los que no, siempre cobraron lo mínimo. El poder disponer de un presupuesto que me permita remunerar a todos los que trabajan conmigo como se merecen y que nos haga contar con los medios necesarios para trabajar tranquilos, así sea por pocos días, sería genial. Pero aún así, aunque en el futuro consiga cierto tipo de éxito que me permita rodajes más “cómodos” y cierta estabilidad económica para sobrevivir, me gustaría seguir realizando proyectos “chicos” y personales al margen de todo. Amo la libertad que te da el no depender del dinero.
¿Planeas editar tu trabajo en dvd? ¿Alguna otra manera de difundir tu obra?
RA: Eventualmente, sí me gustaría editar todas mis películas en dvd, aunque por ahora me gustaría que Alienados y Kasa Okupada ingresaran al circuito pirata de Polvos Azules y demás, como para ir llamando la atención. Por mientras, y hasta que se generen espacios que permitan proyectar las obras de todos los independientes de manera seguida, trataré de recorrer todos los cineclubes posibles, aunque también deseo mandar muchas copias a diversos festivales de cine digital experimental.
¿Qué propondrías para una mayor difusión del cine en digital más allá de las presentaciones y ciclos aislados con función única que no permite el boca a boca?
RA: Justamente, que se generen espacios regulares, ya sea con apoyo del estado o de empresas privadas. Está de más poner de ejemplo a otros países. El artista que está lleno de imaginación, pero no cuenta con los medios idóneos para explayarse, no debe sentirse menos por grabar con lo mínimo ni sentirse desamparado y sin un lugar dónde mostrar su obra. Además sería bueno que todas las universidades e institutos (y no sólo unas pocas) promovieran el visionado de todas estas películas. Lo que me deja tranquilo es que, lento pero seguro, el interés de la gente va creciendo y eso realmente motiva a uno.
¿De qué va tu próximo trabajo?
RA: En estos momentos estoy preparando el rodaje de un nuevo largometraje experimental llamado Errante Aberrante. Se trata de una propuesta que quiero desarrollar basada en la unión de diversos planos secuencia con una edición bastante rápida, casi videoclipera. Este proyecto será el tercero que grabaré con mi cámara personal de bajo formato, como para cerrar de manera especial una trilogía experimental personal que me ha enseñado mucho.
Por otro lado, deseo estrenar un corto que realicé a mediados de año y que formará parte de un largometraje colectivo llamado Pisco, que narrará historias ligadas al licor peruano por excelencia contadas por algunos de los integrantes de El Topo Producciones. Servirá como adelanto de la cinta y también como muestra de un tipo de cine diferente a lo que he realizado y que marca un nuevo sendero que quiero seguir recorriendo.
Por último, deseo terminar Objetos, una película compuesta por 5 cortos independientes, pero que comparten elementos en común y nexos que los unifican dentro de un mismo universo. Empecé este proyecto hace como 2 años y hasta el día de hoy recién voy 3 de los 5 cortometrajes. Para grabar todos, estoy usando la excelente cámara de 3CCD y el micrófono de una amiga, Verónica Rivera Vásquez, que es parte de nuestra empresa (y con la que también estamos grabando Pisco). Para estos nuevos proyectos he estado alternando actores profesionales con amateurs y me gusta mucho el resultado de esta combinación, por lo que deseo seguir empleándola en el futuro.
Que no haya una industria no quiere decir que no se puedan hacer películas, en cantidad considerable y de buena calidad. Y no sólo me refiero al cine en digital sino también al hecho en celuloide. ¿Qué tan cambiado ves el ambiente cinematográfico si tuviéramos esa soñada industria?
RA: Para que se establezca una industria de verdad faltan muchos años. Lo que sí es necesario es que se den los primeros pasos para que algún día la gente que ama el cine en este país pueda vivir de ello.
Si se hubieran tomado buenas decisiones y se hubieran corrido los riesgos que había que correr en las épocas en que la ley de cine funcionaba, hoy podríamos tener un mejor panorama para todos. Lo que queda en claro es que la mayoría de nuevos directores que están apareciendo en los márgenes y que están haciendo cine a su manera se están ganando su espacio y quiero creer que en el futuro contaremos con espacios alternativos idóneos y, a la vez, podremos acceder al circuito comercial, que ya debería impulsar el cambio, si quiera con funciones especiales para ir llamando la atención de la gente.
Por ahora, lo único que puedo hacer es seguir con mi tipo de cine esperando tiempos mejores y aportando algo diferente al público, lo quiera o no. Que me amen o me odien es lo de menos. Lo que más deseo es que la gente entienda que prácticamente cualquiera puede hacer su película y ojalá se animen a hacerla. El cine es de todos y para todos.
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