Llegaron a la cartelera dos proyecciones sobre bankrobbery. Hay que admitir que es un tema de éxito en el mundo ficticio del celuloide. Nos encanta. En épocas de crisis económicas agudas, nos encanta más. Ladrones (Takers), del director norteamericano John Luessenhop, viene a rellenar el hueco en la muela que nos dejó la estupenda obrita de Ben Affleck, The Town. Pero me temo que no hay color, aunque en realidad haya mucho. Su grupo de samuráis negros son muy de agradecer, dan un cambio al panorama blanquecino que siempre presenta la cartelera, especialmente agradecemos la presencia de Idris Elba, poseedor de un magnetismo que encandila. Un grupo de nombres, algunos más consolidados que otros, como Matt Dillon que pone bastante carne en el asador, que dan empaque a lo deslavada de garra que es el filme de Luessenhop. Sin embargo, hay que reconocerle al cineasta que sabe calibrar bien el ritmo (acompañado de una música trepidante) para que los amantes de la acción no arruguen el entrecejo. La acción es vertiginosa en casi todo el metraje, muy al estilo Bourne.
Picotea el thriller de atracos al furgón un poco de aquí y otro de acullá, dentro de la historia del género. Así desde captar la idea argumental de los Ocean’s Eleven de Soderbergh, a tratar de capturar la ambigüedad de la banda de Heat (Michael Mann), hasta lanzar la caña para pescar escenas del Asalto al tren de Pelham (Tony Scott), todo lo que certifica que Luessenhop no ha hecho suyo el trabajo, no lo ha firmado con tics que la diferencien del resto de los clichés usados y trillados en este tipo de producciones, pensadas más como elemento de beneficio económico que como autoría fílmica.
Incluso el tratamiento dado a los personajes con respecto a su vida personal se desarrolla en un túnel sin luz, donde no se consigue siluetar la ambivalencia de los personjes, e incluso alguno de ellos, como es el caso de Hayden Christensen, se hace intraducible de lo fantasmagórico que resulta. Tampoco la dicotomía entre ladrón–policía, eje sobre el que giran estas producciones, dibuja bien las grietas emocionales que sus precedentes proporcionaron con sofisticación.
Cabe añadir en su defensa que la puesta en escena es suntuosa, los golpes preparados también, la acción entretiene y el final resulta curioso para este tipo de productos de taquilla. Echamos mucho en falta el protagonismo de la ciudad, Los Angeles en este caso en concreto, aunque, bien al contrario de la brillante The Town, donde Boston llega a tener tal importancia, y se hace tan presente, como la que tiene Baltimora en la serie de la HBO, The Wire.
Dir.: John Luessenhop | 107 min | EEUU
Intérpretes: Chris Brown (Jesse Attica), Hayden Christensen (A.J.), Matt Dillon (Jack Welles), Michael Ealy (Jake Attica), Idris Elba (Gordon Cozier), Steve Harris (Lt. Carver), Jay Hernandez (Eddie Hatcher), Zoe Saldana (Lilly), Johnathon Schaech (Scott), Paul Walker (John Rahway), Marianne Jean-Baptiste (Naomi Cozier).
Estreno en el Perú: 14 de octubre de 2010
Estreno en España: 5 de noviembre de 2010
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