Actualización. El Pleno del Congreso aprobó el proyecto de ley de Carlos Raffo, con 48 votos a favor y 24 en contra, y cero abstenciones en primera votación, y aprobó la exoneración de la segunda votación, por 48 votos a favor, 25 en contra y dos abstenciones.
Vean este video de Canal N, que registra esta vergüenza nacional.
El debate de la ley de cine está llegando a un punto de probable definición hoy jueves 16, en el Congreso de la República, que si se consuma significará un grave riesgo para el futuro de la cinematografía peruana. El miércoles 1 de diciembre, tal como informó Diario 16, el parlamentario fujimorista Carlos Raffo consiguió una irregular aprobación en la Comisión de Economía de su proyecto promovido por las empresas distribuidoras y exhibidoras, en todos sus alcances, sin la menor modificación de lo que presentó el 22 de marzo de 2010.
Brevemente, hay que recordar que esta propuesta elimina el impuesto municipal al boleto cinematográfico, y lo divide equitativamente en tercios entre el cine peruano, distribuidores y exhibidores, a través de un convenio privado; y destina únicamente el 3% para el desarrollo del cine regional. Sin embargo, recientemente, el gremio que la ha apoyado, la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP), aseguraba un porcentaje de 30%, o sea diez veces más, en documentos que citamos a continuación.
Comunicado APCP a la comunidad cinematográfica, del 2 de noviembre: Hemos incorporado al Proyecto de Ley PROCINE, gracias al acercamiento último con los compañeros de la UCP, algunos puntos de la ley del congresista Werner Cabrera, como por ejemplo, la repartición del dinero destinado a los Productores; es decir, entre otras cosas, repartir el 30% del fondo (un monto de alrededor de un millón ochocientos mil soles en promedio por año) para talleres de capacitación y premios a la producción para el cine hecho en las distintas regiones del Perú.
Carta firmada por más de cuarenta cineastas, dirigida a los propios congresistas, del 29 de noviembre: Queremos resaltar que, a diferencia de lo que se viene diciendo una y otra vez, la ley PROCINE es inclusiva porque beneficia a todos los peruanos que producen cine. Como ejemplo, sólo queremos recalcar que el 30% del fondo recogido por esta ley está destinado a la producción, capacitación y promoción del cine hecho en las regiones del Perú.
Pues bien, ese 30% para el cine regional nunca fue «incorporado» al proyecto de Raffo. Luego, dos sesiones consecutivas de la Comisión de Educación y Cultura, los martes 7 y 14 de diciembre, se suspendieron por falta de quórum. En la primera de ellas, sin embargo, llegó a realizarse la exposición del tributarista Jorge Bravo Cucci, quien explicó lo que ya había expresado por escrito, en un Dictamen Jurídico elaborado a solicitud de la Unión de Cineastas Peruanos (UCP), el gremio que promueve el proyecto de ley presentado por el parlamentario nacionalista Werner Cabrera. Dicho documento analiza las dos posiciones en disputa.
Sobre la contribución parafiscal (proyecto de Cabrera): La implementación de una contribución parafiscal como la planteada es absolutamente posible y acorde al ordenamiento jurídico en materia tributaria, pues la contribución persigue una finalidad e interés público, cual es el desarrollo de la actividad cinematográfica en el Perú, la cual forma parte importante de la cultura de nuestro país.
Sobre el convenio privado (proyecto de Raffo): No se trata de un tributo sino de un aporte voluntario. Al no ser un tributo, no es un aporte obligatorio, no es fiscalizable ni puede ser exigido coactivamente en el caso que algún exhibidor o distribuidor se niegue a su pago, o decida abonar un monto menor o hacerlo con la frecuencia que estime conveniente. Por lo tanto, no se puede garantizar por un Convenio como el señalado, la permanencia en el tiempo de ese aporte.
En rigor se trata de una donación, por lo que para ser deducible como gasto, se deberá tener en cuenta que serán de aplicación las disposiciones sobre donaciones. Al ser una donación -y por lo tanto un acto voluntario- su monto no puede ser fijado en una ley pues ello transgrede la autonomía privada consagrada en el artículo 62° de la Constitución Política del Perú. Nadie puede ser obligado por ley a firmar un convenio o contrato.
En los últimos días, ante el peligro concreto de que la Ley Majors sea una realidad, las voces críticas se han multiplicado abrumadoramente, más allá de la UCP y los Cineastas Regionales. Cada quien en su estilo, ha manifestado su disconformidad con esa propuesta legislativa, incluso en imágenes, como los cineastas de Cusco, Cajamarca, Ayacucho y Puno, que muestran la diversidad de rostros y miradas que pueblan la cinematografía peruana.
Los textos abundan: Isaac León hizo no uno, sino dos, y una dúplica a la réplica de Francisco Lombardi, Ricardo Bedoya en un post y una entrevista en El Comercio, Emilio Bustamante, Oscar Contreras, Mario Castro, Rosita Rodríguez -quien terminó de destripar la Ley Majors con observaciones muy puntuales-, entre otros.
Pero el propósito de Carlos Raffo y Luciana León, los distribuidores y exhibidores, y la APCP, es conseguir la aprobación en el Pleno del Congreso de todos modos, pese a no ser aprobado en la Comisión de Educación y Cultura. Algunos cineastas han seguido promocionando en la prensa dicho proyecto, como Frank Pérez-Garland, Eduardo Mendoza y Álvaro Velarde, y el propio Lombardi, de quien, por otro lado, se puede ver un video del 25 de junio de 2009, refiriéndose en malos términos a los distribuidores y exhibidores y al legislador fujimorista («Y si hay un político que me causa especial náusea en el panorama peruano precisamente es el congresista Raffo»). Lo publicó en YouTube la directora del Festival FENACO, Inés Agressot.
La última incidencia importante ha ocurrido en la noche del miércoles 15. Los directores Héctor Gálvez (Paraíso) y Daniel y Diego Vega (Octubre) retiraron su apoyo al proyecto Raffo a través del siguiente comunicado enviado a Cinemaperú.
Estimados colegas,
Queremos informar a la comunidad cinematográfica que retiramos nuestro apoyo a la LEY PROCINE -proyecto de ley que en los últimos meses apoyamos públicamente- por no haber conseguido un consenso en el que confiamos hasta el final.
Como todo proyecto de ley éramos conscientes que la LEY PROCINE, con sus aciertos y debilidades, era perfectible y modificable hasta antes de ingresar al pleno del Congreso y ese fue el ánimo que nos motivó a participar. Considerando que desde nuestro punto de vista la LEY PROCINE contaba con el apoyo necesario para ser aprobada en el Congreso, decidimos involucrarnos con la intención de colaborar a que -en el camino hacia su aprobación-, se lograse un consenso representativo de todos los gremios cinematográficos.
Se ha comprobado hasta el último momento que todo intento de consenso y punto de negociación entre los gremios, los exhibidores y los distribuidores ha sido imposible.
Al margen de los aciertos y desaciertos de cada proyecto de ley, no estamos de acuerdo con la manera como algunas personas han llevado la defensa del Proyecto de Ley Cabrera descalificando a miembros de la APCP.
Hubiéramos deseado otras condiciones y el ánimo necesario para lograr una ley efectiva y real para toda la comunidad cinematográfica.
Héctor Gálvez
Diego Vega
Daniel Vega
Como también lo expresan en El espigador, estaremos atentos a lo que suceda en el Pleno de hoy jueves 16. Esta historia continuará…
Vean el debate en vivo.
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