Agua para elefantes (2011)


Agua para elefantes (Water for Elephants) es el tercer largometraje de Francis Lawrence, el director de dos costosas y exitosas producciones de fantasía y acción, Constantine (2005) y Soy leyenda (2007), vehículos de lucimiento de Keanu Reeves y Will Smith.

Esta vez se trata de un nudo de pasiones ambientado en los años de la Depresión norteamericana, una producción de presupuesto intermedio para los estándares de Hollywood (38 millones de dólares), protagonizada por dos jóvenes figuras, la ganadora del Oscar Reese Witherspoon, y el ídolo juvenil Robert Pattinson que, luego del aceptable drama Recuérdame, vuelve a probar un papel distanciado del vampiresco Edward Cullen que lo hizo estrella. Y completando el trío destaca la revelación internacional del 2009, el austriaco Christoph Waltz, el inolvidable Hans Landa de Inglourious Basterds.

Basado en la novela de Sara Gruen, el guión de Richard LaGravenese, que ha aportado su pluma en filmes como El señor de los caballos, Los puentes de Madison y El pescador de ilusiones, y también ha dirigido dos veces a Hilary Swank (Freedom Writers, Posdata: Te quiero), tiene el esquema clásico del flashback que ocupa casi dos horas de metraje, representa una conversación de una noche y revisa toda una vida. El hilo conductor es Jacob Jankowski, quien desde la ancianidad, interpretado por el venerable Hal Holbrook, cuenta poco a poco en qué condiciones se relacionó con el mundo del circo, a principios de los años 30.

Entonces LaGravanese y Lawrence narran expeditivamente el shock del joven Jacob (Pattinson) de perder a sus padres en un accidente y caer en las fauces de la gravísima crisis económica en general y las deudas heredadas en particular. La llegada al circo de los Hermanos Benzini es nocturna, furtiva, claustrofóbica, un encuentro con lo desconocido, en el que Jacob hace contacto con los humildes trabajadores de ese espectáculo generoso y a la vez turbio, donde se explotan personas y animales al extremo de eliminarlos si ya no son útiles.

Aunque incompleto, el acceso a la educación universitaria, y justamente en medicina veterinaria, le da a Jacob un plus que le permite escalar velozmente en esa empresa vertical y autoritaria que dirige August Rosenbluth (Waltz), cuya esposa Marlena (Witherspoon) es la principal artista del show y silenciosa víctima de sus maltratos. Así surge pronto la tensión romántica, con una cercanía progresiva entre Marlena y Jacob que hace peligrar la débil estabilidad de August y el manejo del circo, entre su alcoholismo y el sufrimiento de su elenco.

Ese es el problema fundamental de Agua para elefantes, anuncia con rapidez todas sus variables, que no son muchas, y, como dice Jacob en su relato, «es cuestión de tiempo» el estallido de las tensiones de August y la pretensión de la joven pareja de liberarse de su yugo. Los forcejeos, el intento de efímero escape y la solidaridad de los compañeros son pasos narrativos previsibles y ya vistos muchas veces en las historias de amores impares, posesivos y desafiantes donde uno de los consortes tiene más poder que el otro.

En conclusión, la cinta de Lawrence es regular, se sostiene básicamente en una correcta dirección artística y un contrapunto actoral en el que Waltz marca la pauta, con el nervio y la explosión que ya le conocemos, Witherspoon aporta una presencia cálida y vulnerable, y el poco expresivo Pattinson no nos parece tan flojo como se le achaca, sino suficientemente adusto y resuelto.

Water for Elephants

Dir.: Francis Lawrence | 120 min. | EE.UU.

Intérpretes: Reese Witherspoon (Marlena Rosenbluth), Robert Pattinson (Jacob Jankowski), Christoph Waltz (August Rosenbluth), James Frain (encargado de elefanta Rosie), Hal Holbrook (Jacob Jankowski anciano), Jim Norton (Camel), Paul Schneider (Charlie), Ken Foree (Earl), Tim Guinee (Diamond Joe).

Estreno en el Perú: 28 de abril de 2011
Estreno en España: 6 de mayo de 2011


Archivado en:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *