Los sonidos profundos es el título preliminar de la última película de Javier Corcuera. En las últimas semanas se vio un pequeño fragmento de dicho documental y por ello fuimos a conversar con el director para que nos cuente cómo avanza el proyecto.
Encontramos a Javier en pleno proceso de montaje, en las oficinas de la RCP. Nos contó de qué va su nueva obra, pero también hablamos de la situación del cine peruano, la exhibición, y la política cultural en relación a la cinematografía en nuestro país.
Javier, ¿puedes contarnos de qué trata la película que estás terminando?
La película es la historia de las vidas de unos personajes que son músicos, que son viejos maestros de la música peruana; de los distintos mundos del Perú, de la amazonía, del mundo andino, de la costa del Perú. Y a través de sus vidas y del viaje por sus vidas, hacemos también un recorrido geográfico por el país y un viaje musical hacia la raíz del a música peruana. Entonces, es a través de esas vidas que la película hace como un viaje por la identidad del Perú, de alguna manera la pregunta de la película es quiénes somos, buscamos ir al origen, a la raíz, a través de la música.
Por eso también los personajes hacen unos viajes de retorno, van a los lugares donde nacieron, donde escucharon los primeros acordes, donde aprendieron a tocar, donde se inspiraron, la casa en que vivieron. Es un viaje también hacia adentro de sus vidas, hacia el inicio de sus vidas.
¿Puedes mencionar algunos de los personajes con los que has trabajado? Sabemos que están Carlos Hayre, Jaime Guardia, Máximo Damián, Susana Baca, Magaly Solier.
Si, y están también Amelia Panduro que es una cantante de ícaros de la amazonía de Pucallpa, el maestro violinista ayacuchano «Chimango» Lares, y también jóvenes como Sara Van, por ejemplo que es una peruana emigrante que vive en España. Está el maestro, fallecido hace poco, Félix Casaverde, el cajonero Manuel Vásquez “Mangué”, el percusionista “Lalo” Izquierdo.
¿Y cómo tomaste la decisión de retratar a estos personajes, de trabajar en ciertas zonas?
He trabajado con “Chano” Díaz Límaco que es el director musical de la película, a la vez he trabajado con asesores musicales como Rafael Santa Cruz, que asesora la parte criolla, con Tito La Rosa que asesora la parte de la amazonía. Pero la elección de músicos y temas es absolutamente personal, son canciones que a mí me gustaban o que yo recordaba. Esta película no es un ensayo sobre la música peruana, no están todos los que deberían estar, es una selección muy personal, en realidad están las cosas que me gustaba que estuvieran en la película.
Música que conocías de antes…
Claro, pero algunas no, la selección no ha sido con el rigor de hacer una película sobre los grandes maestros de la música peruana sino un viaje musical a través de las canciones que a mí me parecían que servían para contar la historia, y también las canciones que a mí me gustaba que estuvieran en la película, porque no es un documental musical estrictamente, son historia de vidas y están envueltas en la música peruana. No se podría decir que es un documental estrictamente musical.
Porque hay que convenir que una cosa abarcadora, que coja toda la música del Perú es algo imposible, ¿no?
Habría que hacer 40 capítulos, y si luego se incluye a los que ya no están vivos, otros 40 capítulos.
Me acuerdo lo que escribieron los hermanos Montoya en su libro “La sangre de los cerros”. Ellos hicieron una antología de la poesía quechua cantada en el Perú, y trabajaron con la música popular peruana, no con la música culta, erudita, porque la música popular tiene una riqueza particular, se basa en la tradición, en la cultura y tiene su propia poesía.
¿Ese ha sido también tu interés al momento de construir el documental?
Sí, es una película sobre la música popular, y busca de alguna manera, a través de esos músicos populares y a través de sus vidas, de las canciones, y de lo que cuentan las canciones, dibujar un poco también la cultura popular del Perú. Su historia, su pasado, su presente y también mirar hacia delante; y los jóvenes que salen en la película, están también por que de alguna manera recogen esa raíz, porque no es una colección de antigüedad sino de música vigente y con relevo generacional.
¿Te parece que, por ejemplo, la música de Jaime Guardia o Máximo Damián, que interpretan música muy tradicional, tiene futuro? ¿Se mantiene vigente? ¿Está siendo continuada por nuevas generaciones?
Sí, yo creo que sí, en el folclore existe relevo pero además la música se transforma, va evolucionando, y por ejemplo hablando de música ayacuchana, de huayno ayacuchano, existen hasta bandas de rock que utilizan el huayno, como «Uchpa», que canta en quechua y que recoge este género. Y el charango y el arpa están en la música contemporánea que se está haciendo ahora en el Perú.
¿Qué nos puedes contar de la participación de Magaly Solier?
Yo pienso que Magaly es una gran cantante y una gran actriz, y a mí me gustaba que estuviera en la película porque me encanta como canta, y la idea un poco era incluir gente como ella, gente joven junto con los viejos maestros de la música. Entonces ella sale con el maestro “Chimango” Lares y su arpista, sale cantando una canción tradicional ayacuchana.
¿Esta es una coproducción peruano-española?
Es una producción independiente peruana, de Nakuy Producciones, el productor es Rolando Toledo y es en coproducción con una productora andaluza que se llama La Zanfoña, y con el apoyo de Televisión Española, las ayudas del cine de la Junta de Andalucía y de Ibermedia, y luego ya hay apoyos nacionales como Conacine, la Universidad César Vallejo y un montón de gente que está apoyando la película.
¿Y tu expectativa es terminar pronto? ¿En qué proceso estás?
Estamos en el proceso de finalización del montaje, estamos casi cerrando la película. La idea es terminar la película en los próximos dos o tres meses y estrenar en festivales. La hemos hecho con toda la ilusión de que sea un película de publico peruano, es una película para estrenar en el Perú, hacer una promoción, hacer una buena exhibición aquí, vamos a poner toda la prioridad en eso. La película es para todos los peruanos, para estrenar en salas, esperemos que se pueda hacer un estreno digno.
Porque los problemas que está teniendo el cine peruano son graves en el terreno de la exhibición. Cómo puede ser que películas como «Octubre» por ejemplo, una gran película, o «Las malas intenciones», hayan tenido tan poco espacio en las salas y las quiten muy rápido. Incluso creo que esta última ha generado gran malestar a los productores y a la directora.
Yo pienso que existe ahí un vacio de apoyo al cine peruano, porque las películas se tienen que hacer y se tienen que ver, porque si existe un apoyo desde la producción, a través de concursos públicos, de nada sirve si luego los exhibidores no permiten que estén en las salas, ahí hay que hacer un cambio importante.
¿Tú crees que los distribuidores no permiten que se vean las películas peruanas? ¿O es que el público se distanció?
Yo creo que todo es complejo, hay películas que pueden ser de más público y hay películas que pueden ser de menos público. Cuando estrenas nunca sabes muy bien lo que va a pasar. Pero lo que si tengo muy claro es que en la situación de mercado actual aunque a tu película esté yendo gente, te la sacan de las salas.
Además no es un problema de Perú, es un problema de América Latina. En América Latina no vemos cine latinoamericano, pero no porque no tenga publico sino porque existen trabas para la exhibición. En todos los países que protegen de alguna manera su cine existe una legislación que obliga a exhibir el cine de ese país. En España, por ejemplo, por cada tantas películas norteamericanas están obligados a estrenar un porcentaje de españolas, y hay países mas proteccionistas, Francia es más proteccionista con su cine por ejemplo.
Aquí tiene que haber una protección porque sino, aunque esté yendo gente a tu película, la retiran porque están en cola las películas estadounidenses, y así sacan tu película o la ponen en un horario en el que es imposible sostenerla.
Hay gente que argumenta que las películas deberían ser tratadas como cualquier producto, como parte de un mecanismo industrial y de esa manera no debería haber ningún nivel de protección, no se ve el cine como un valor cultural.
Pero eso es como decir que la educación debe ser un producto más, que la salud debe ser un producto más, en fin. Además el cine peruano no es un producto más, porque las condiciones de mercado en las que tiene que competir no son favorables, no son iguales que las del cine norteamericano, no tiene el poder que tiene ese cine para competir en igualdad de condiciones. Una cosa es que si no va gente a ver tu película no debe estar en la sala, lógicamente, si la sala esta vacía hay que retirar la película; pero otra cosa es que solamente ponen tu película una o dos semanas, pase lo que pase, que es lo que sucede, porque existe una presión para sacar las películas porque hay cola para poner las películas que no son de producción nacional. Y pedir protección no es nada del otro mundo, porque en otros países eso está completamente regulado.
El Estado invierte con los premios de Conacine para que se puedan hacer las películas, es dinero público de todos los peruanos, para que exista un cine que además está dando resultados. Pienso que en los últimos años se han hecho películas importantísimas para el cine peruano, hay un relevo generacional, ha sucedido lo que no ha sucedido nunca que tengamos una película nominada al Oscar, y creo que se han hecho películas muy buenas.
Invertir ese dinero y luego no protegerlas para que se vean es un dinero mal invertido, es absurdo. Y tampoco se ven en la televisión pública, también hay varias cosas que hacer ahí porque en otros países como en España, la televisión española (TVE) tiene que gastar un dinero para coproducir el cine que se hace en España, aquí debería haber una cosa similar, la televisión pública también debería estar enganchada con las ayudas para el cine peruano, para que tengan los derechos de exhibición, para que se pueda ver el cine peruano en horarios atractivos.
¿Cuáles son tus expectativas frente a la actual gestión del Ministerio de Cultura, respecto al cine?
Yo creo que ese trabajo, en estos últimos años, ha dado muy buenos resultados, porque los resultados son las películas y nadie puede negar que las películas están ahí y son buenas, hay que continuar trabajando eso y hay que corregir todo lo que hemos estado comentando antes, sobre todo en el tema de exhibición y también seguir aumentando las posibilidades de financiar mas películas, no solamente en el cine de ficción y documental, también hay que apoyar la animación, las óperas primas. Pero me parece que el problema fundamental es la exhibición.
También debería haber en Perú el equivalente de lo que hay en Argentina, es decir salas de cine peruanas gestionadas por el ministerio, así por lo menos tendríamos la garantía que en esas salas, estén las películas peruanas hasta que no vaya un solo espectador.
Para terminar, ¿puedes mencionar algunos documentales peruanos que todos deberíamos ver?
Estos son algunos documentales cortos y largos peruanos que me gustan:
- Metal y melancolía, de Heddy Honigmann
- Radio Belén, de Gianfranco Anichinni
- Encuentro de hombrecitos, de Alejandro Legaspi
- Solo un cargador, de Juan Alejandro Ramírez
- Choropampa, de Ernesto Cabellos
- Es Amador, de César Calvo, Miki Gonzáles, Roberto Bonilla
Entrevista: Luis Ramos
Edición y fotografía: Laslo Rojas
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