He aquí las que considero las diez mejores películas de la cartelera comercial del 2011 en el Perú, en orden de preferencia:
1. El escritor oculto (The ghost writer), de Roman Polanski
2. Medianoche en París (Midnight in Paris), de Woody Allen
3. Rito diabólico (Thirst), de Chan-wook Park
4. Camino a la libertad (The way back), de Peter Weir
5. Temple de acero (True Grit), de Joel y Ethan Coen
6. Triste San Valentín (Blue Valentine), de Derek Cianfrance
7. Rango, de Gore Verbinski
8. Lazos de sangre (Winter’s Bone) de Debra Granik
9. Damas en guerra (Bridesmaids), de Paul Feig
10. Carancho, de Pablo Trapero
Otros títulos que rescato (sin orden de preferencia) son: Mas allá de la vida (Hereafter) de Clint Eastwood, La noche del demonio (Insidious) de James Wan, El planeta de los simios: (R)evolución de Rupert Wyatt, Pearl Jam Twenty de Cameron Crowe, y En un rincón del corazón (Somewhere) de Sofia Coppola.
En el circuito cultural (llámese festivales, muestras) estos son mis estrenos favoritos del año:
1. Un profeta, de Jacques Audiard
2. Carlos, de Olivier Assayas
3. Las acacias, de Pablo Giorgelli
4. La vida útil, de Federico Veiroj
5. El extraño caso de Angélica, de Manoel de Oliveira
6. Por tu culpa, de Anahí Berneri
7. Trabajar cansa, de Juliana Rojas y Marco Dutra
8. El premio, de Paula Markovitch
Mejor película peruana del año: Las malas intenciones, de Rosario García-Montero.
Cine nacional: buenas intenciones
Si el 2010 resultó importante para el cine peruano en cuanto a premios y reconocimientos internacionales, también lo fue este año respecto al nuevo rumbo que emprende la institucionalidad cinematográfica, marcado por el cambio de gobierno. El Ministerio de Cultura, a través de su Dirección de Industrias Culturales (DICINE), ha emprendido acciones en ese sentido, tales como una nueva, y más inclusiva, ley de cine cuyos resultados veremos en los próximos meses.
Asimismo la acertada respuesta del Ministerio frente los exhibidores que dificultaron el estreno de «Las malas intenciones» sienta un precedente importante para que a futuro las películas nacionales no vuelvan a ser objeto de maltratos ni de accidentados lanzamientos en las salas; del mismo modo el premio del Concurso de Postproducción 2011 a El espacio entre las cosas de Raúl Del Busto, constituye una señal de una mayor amplitud en los criterios de evaluación de los jurados oficiales al momento de premiar propuestas diferentes que, al final, enriquecerán al cine peruano.
El 2012 encontrará a los nuevos valores de nuestro cine (Claudia Llosa, Héctor Gálvez, los hermanos Vega) en plena pre-producción o filmación de sus proyectos, lo que mermará en cierto modo la presencia peruana en competencias y festivales internacionales. Sin embargo, a nivel local, además del siempre activo cine regional y digital limeño, este año tendremos propuestas nuevas como la citada de Del Busto o la de Omar Forero (Chicama), que podrían ingresar a cartelera con el consiguiente desafío que sus propuestas significarán tanto para espectadores como exhibidores.
Para cerrar el balance, una mención para uno de los mejores cortos nacionales de los últimos años: La calma de Fernando Vílchez, austero y arriesgado, que nos presenta a un realizador sensible y exigente con la palabra y la imagen.
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