Comentamos un par de valiosos documentales que forman parte de la sección Odiseas del espacio – Cine y Arquitectura, en el Festival BAFICI: HU y Unfinished Spaces.
HU
Dir. Pedro Urano y Joana Traub Csekö | 78 min. | Brasil | 2011
La pretensión del régimen dictatorial de Getulio Vargas de hacer edificaciones colosales, supuestamente a la imagen y semejanza de su régimen, encontró la oportunidad de materializarse, entre otras opciones, en un enorme hospital de 220 mil metros cuadrados, diseñado en forma de Pi, el número irracional, inasible, enigmático, que ha atraído a la ciencia desde la más remota antigüedad. Resulta que las dimensiones del monumento fueron más inalcanzables todavía que el símbolo, y nunca terminó de construirse para ser aprovechado en toda su extensión. Se usó aproximadamente la mitad, y la otra se fue convirtiendo en zona muerta, corroída lenta pero inexorablemente.
Los directores visitan ambos sectores del territorio, y exploran las razones políticas y materiales de su inacabada historia, recogiendo testimonios de las personas que presenciaron cómo transcurría el tiempo en esa obra, como si fuera un cuerpo vivo que funcionaba sólo al 50% de su capacidad. Naturalmente, Urano y Traub Csekö hacen uso del evidente contraste pero llegan a abusar en la división de la pantalla entre la atención hospitalaria y el vacío, el mantenimiento y el abandono, la luz y la oscuridad. El preámbulo de la demolición se hace largo, aunque el último tramo de la narración recupera algo de fuerza precisamente con esa mutilación y liberación de energía, que representa la renuncia final a conservar parte de una inmensa inversión que jamás dio frutos.
Unfinished Spaces
Dir. Alysa Nahmias y Benjamin Murray | 86 min. | EE.UU. – Cuba | 2011
Algo similar, aunque con muchos otros componentes, sucedió en Cuba, en los años 60, en los albores de la Revolución Cubana, en el inicio de otro régimen que en el camino se alejaría de la democracia. En medio del ímpetu por fundar una sociedad nueva, Fidel Castro expropia un gran campo de golf y manda a construir ahí un conjunto de escuelas nacionales de arte. A través de largos y sucesivos diálogos con los protagonistas de la historia, Nahmias y Murray reconstruyen el entusiasmo de sus artífices, entre arquitectos, funcionarios y artistas, sus primeros desencantos, la prolongada decepción y un nuevo empuje en la vejez por ver culminado el sueño de brindarle a los amantes del arte y la cultura un espacio modélico para la inspiración y el trabajo creativo.
El documental viene a dar un ejemplo de las relaciones complejas de la cultura y la política, de cómo ésta la utiliza en los momentos de explosión, la relega cuando el fervor se disipa y surgen las contradicciones, y la abandona en medio de las crisis y las estrecheces. También ofrece un retrato muy digno, sin escamotear sus propias diferencias, de los creadores de las escuelas, que sólo pudieron ejecutar aproximadamente el 40% del plan original, y que aún así sirvieron a los artistas cubanos y extranjeros y ha sido motivo de sentidos reconocimientos. Los autores no buscan forzar afirmaciones categóricas en contra del gobierno cubano, sólo exponen con amplitud los hechos ocurridos y dejan que el público llegue a sus particulares conclusiones.
Extra: Mauricio Godoy comenta algunos de los documentales que ya ha visto y que se presentan este año en el BAFICI.
Deja una respuesta