Una de las actividades importantes de la presente edición del BAFICI ha sido el BAL – Buenos Aires Lab, un laboratorio de producción destinado a explorar, reflexionar y experimentar sobre aquellas formas y posibilidades de hacer una película de autor en Latinoamérica, especialmente en estos tiempos. Este año se realizó entre el 13 y 15 de abril, en el marco del festival bonaerense.
Una de las cosas que caracterizan al BAFICI es su carácter pionero, siempre intentado abrir espacios y ofrecer alternativas. El laboratorio de producción ha sido un factor decisivo, en su más de 10 años de funcionamiento, como espacio para que varias propuestas dinámicas e interesantes. Este 2012, en Competencia Oficial, participan más de una docena de películas que tuvieron participación en años anteriores en el BAL.
La meta ahora fue plantearle a los cineastas, dentro de un proceso de reestructuración y nueva dinámica, un retorno a los orígenes, acercarse a “una instancia más germinal de los proyectos cinematográficos”, además un proceso pedagógico de asesoría integral y muy amplio, sobre todo a quienes aún no han cerrado aún sus términos de producción o quienes están dando sus primeros pasos en la realización.
Fueron más de 320 las solicitudes de aplicación para el BAL este año, en sus tres secciones: Laboratorio de producción (taller y mesas de encuentros con profesionales para proyectos de largometraje); Work in Progress (exhibición de fragmentos de películas en proceso de filmación o terminación); y el CPH:LAB (taller y mesas de encuentros para proyectos del programa DOX:LAB del Festival de Cine de Copenhague, que vincula realizadores de Europa y América Latina).
Al final, se seleccionaron 22 proyectos: 10 en el Laboratorio, 8 en el Work in Progress y 4 en el CPH:LAB. Participaron productores y realizadores de Chile, Guatemala, Argentina, México Colombia, Uruguay, Bolivia, Brasil, Perú y coproducciones con Francia, Suecia, Croacia y Dinamarca. Por el lado peruano, participamos con el proyecto El agua inmóvil, ópera prima de Fernando Vílchez, un drama político inspirado en los hechos que desencadenaron el «Baguazo», en el año 2009.
La dinámica conferida para los encuentros fueron una serie de talleres y capacitaciones, a las que se sumaron reuniones con alrededor de medio centenar de miembros de la industria cinematográfica mundial en mesas redondas, moderadas por profesionales cercanos al BAL, liderados por sus directoras, las encantadoras y muy reconocidas Violeta Bava y Elsie Hughan, y algunos nombres resaltantes del panorama como el alemán Benny Dreschel, el argentino Santiago Mitre, la holandesa Jacobine Van der Vloed o la chilena Florencia Larrea.
Fue una muy buena oportunidad este espacio en el BAFICI para ir dando los primeros pasos en pos de un gran proyecto cinematográfico, independiente y de calidad. Sin duda, en lo personal ha sido una experiencia incomparable.
Actualización: Todos los premios y fotos de la ceremonia de clausura del Buenos Aires Lab BAL, gracias a OtrosCines.
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