“Los anfitriones” del peruano Miguel Angel Moulet competirá en el Festival de Cannes 2012

Un filme de producción cubana, dirigido por el realizador peruano Miguel Angel Moulet participará en el Festival de Cannes en la Sección Cinéfondation, que presenta cortometrajes enviados por escuelas de cine de todo el mundo.

Este año se seleccionaron 15 filmes, de un total de 1,700 postulantes. Uno de ellos es Los anfitriones, cortometraje de 16 minutos de duración, escrito y dirigido por Miguel Angel Moulet, egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), de La Habana.

El Jurado de la Cinéfondation entregará premios a los 3 mejores cortos, de €15,000, €11,250 y €7,500. Fíjense en los nombres que lo componen: el belga Jean-Pierre Dardenne será el presidente del jurado, lo acompañan Karim Aïnouz (director brasileño), Arsinée Khanjian (actriz canadiense), Emmanuel Carrère (escritor y director francés) y Yu Lik-Wai (director chino). De lujo.

Sinopsis:

Félix tiene 65 años y cuida cerdos en una chanchería en el campo. Josefina, su mujer, ha ido al hospital a hacerse unos exámenes. Félix sufre un accidente que lo acerca a la muerte y afecta su rutina diaria.
Se repone y, cuando llega Josefina con noticias fatídicas, enfrentan el problema de la única manera posible.

Los anfitriones (The Hosts) contó además con la participación de otros profesionales peruanos: fue editada por Pedro Bronzoni Zlatar, tuvo como Asesor de edición a Roberto Benavides, y contó con la ayuda del sonidista Francisco Adrianzén. Se trata, entonces, del único filme dirigido por un peruano que se presenta este año en Cannes.

A continuación conversamos con Miguel Angel, quien nos cuenta su singular historia de cómo pasó de la contabilidad al cine, sobre su experiencia en el EICTV, su participación en el nuevo proyecto documental de Nora de Izcue, entre otras cosas:

-“Hasta el año 2007 mi experiencia audiovisual era nula. Estudié Contabilidad en la San Marcos. Escribía un libro de cuentos y pasaba mucho tiempo en Literatura, por ese entonces, pero la carrera como tal tampoco me interesaba. Ni Contabilidad ni Literatura. Pero acabé la Universidad y algo más había que hacer. El perfil académico que tenía daba para asistente contable, ventas, encuestador político, planillas, inventarios, etc. En fin, hice un poco de todo y finalmente acabé administrando una librería. También pasé por la Escuela Narrativa de la Católica.

Hasta que me aceptaron en el Curso Regular de la EICTV (2007-2010). Hice el examen para la EICTV sin contarle a nadie. Era difícil, pero lo hice para no arrepentirme de no haberlo intentado. No tenía ningún trabajo audiovisual que me respaldase o una carrera afín. Veía muchas películas, pero no se me pasaba por la cabeza la idea de hacer una. Me aceptaron gracias a los cuentos que envié. Aún me acuerdo de lo feliz que estaba ese día.

Una vez que llegué a la EICTV las cosas se fueron dando. Ya interesado cien por ciento en la dirección, escribí guiones para los trabajos de escuela de mis compañeros y algunos ganaron en festivales. Pude asistir al Talent Campus Guadalajara 2010. Y ese mismo año el guión de largo que escribí como tesis, El día del pez (título provisional), quedó finalista en el Concurso de Guiones Inéditos del Festival de La Habana. Este periodo también coincide con un guión de largo en el que trabajamos con Nora de Izcue, una película sobre César Calvo que actualmente se encuentra en fase de desarrollo».

Miguel, ¿cómo se origina el proyecto de «Los anfitriones»?
La idea de «Los anfitriones» nace de un cuento que escribí hace mucho, «Remolino», un texto que se desarrolla en un departamento de una ciudad. Pero adaptarlo a La Habana resultó más complicado de lo que parecía. Así que decidí olvidarme del cuento y mantener solo el espíritu de la historia. Reescribí todo en base a un hombre de campo al que conocí por esos días: Félix.

«Los anfitriones» se origina a partir del hecho de no tener muchos trabajos de dirección, trabajos que no fueran de escuela, en todo caso. Por eso, con miras a encarar el largo, el año pasado escribí y dirigí dos cortometrajes estando a puertas de viajar por una beca (ELAP) que obtuve gracias al gobierno de Canadá. Quería aprovechar el equipo técnico con el que contaba en La Habana, con mis compañeros de la EICTV.

¿Cómo fue el trabajo en coproducción con profesionales en Cuba y en Perú?
El corto se filmó y se llegó a un primer corte en La Habana. Pero en Lima volvimos a editar algunas cosas con las que no estaba del todo conforme, gracias al asesoramiento de Roberto Benavides. La post de sonido se acabó en Montreal. Pero de no haber sido por Francisco Adrianzén, cuando nos avisaron de la selección en Cannes, se hubiera complicado todo: El corto tenía el sonido estéreo y él nos ayudó con el pase a 5.1.

En la EICTV estudias y compartes 3 años de tu vida con gente de todo el mundo. En este proyecto, por ejemplo, participaron compañeros de Cuba, Argentina, Chile, República Dominicana, Guatemala, Ecuador, Brasil, Francia, España y Perú, claro está. En general, al margen de las nacionalidades, es por demás enriquecedor el aporte de todos los que participan de un proyecto audiovisual. Ahora bien, a la hora de armar un equipo de rodaje la idea es cuidar que todos tengamos la misma película en la cabeza. Con eso, creo, es bastante para empezar.

Ojalá y tuviera más difusión la EICTV en Perú. Además del curso regular al que pude ingresar, hay toda una serie de talleres prácticos relacionadas al audiovisual. Es un lujo contar con su profesores. En estos días, por ejemplo, sé que estuvieron dando clases magistrales Isabelle Huppert, Walter Carvalho y Asghar Farhadi, por mencionar algunos nombres.

Entiendo que el pase a DCP se hizo en Lima, con Guarango. ¿Qué tal fue el trabajo con ellos?
Sí, el DCP se pudo hacer gracias a la gente de Guarango, a Ricardo Cabellos y a Fabricio Deza. Lo probamos en una sala de cine gracias al servicio que ofrecen. Tras ese visionaje es que se pudo optimizar el corte final, porque el corto se filmó a 29.97 cuadros y el pase a 24 requería mucho cuidado. Estoy más que agradecido con la gente de Guarango.

Datos técnicos: «Los anfitriones» fue grabada en formato 16:9, con una cámara Sony EX1R, en codec XDCAM (1920×1080).