*Prólogo
7:25 am– Menos de un minuto atrás, mi difunta madre me decía que para el 2016 las tuberías estarían arruinadas, que debería mudarme antes que…
(interrumpía abruptamente una música, y una voz femenina cantaba— aquella era la alarma del celular que fungía de despertador)
“Today was a pretty day
Autumn comes with
These slight surprises where your life might twist and turn
Hope to unlearn
Strange things will happen
If you let them come around and stick around…”
7:29 am -Noticias en el internet (pequeña lista que hace latir el corazón)
Esta semana destacamos el video de la ladrona contenta, una mujer que asalta una gasolinera sin perder la sonrisa. Míralo aquí.
Mujer deprimida vende su alma por internet.
El hotel del divorcio – reservas y descuentos para socios de la linea premium dorada hasta quincena de agosto.
A los 91 años exactos, Christian François Bouche-Villeneuve ha muerto.
Táctica de vacío y de caos
(breves notas para la práctica de filmar, de vivir)
Chris Marker, por favor acepta a manera de homenaje, junto a este pequeño intento de ensayo, este modesto ramillete de paréntesis tempranamente florecidos que tomo prestado de Salinger:
(((())))
¿Qué secreto se devela con el aislamiento?
¿Qué cambia en una persona?
¿Qué sabiduría hay en la soledad?
Reviso detenidamente un documental sobre unos ermitaños en la montaña Zhongnan en China.
A mitad del metraje, uno de los eremitas tras un largo silencio, dice:
¿Quieres hablar de “real”? Muéstrame una cosa que sea real, no hay nada real desde el principio.
Cada día, de mañana a noche, juntando cosas, grandes,pequeñas , valiosas, dinero, nombre y reconocimiento, juntándolo todo en tu regazo, como si poseyeras la llave dorada, ocupado toda la vida por nada, si crees que a lo que te aferras es real, no te lo puedes llevar contigo.
¿Por qué no poner toda esa energía en el descondicionamiento de la mente?
Quizás abandonando el mundo, sea la manera de retornar a él.
¿Cuál es la diferencia entre realidad y representación?
Mientras formulas la pregunta, evita mirarte en el espejo.
¿Qué soy?, ¿Qué eres? ¿Qué es todo esto? ¿y luego qué?
Por cada acción, deviene una reacción – – – esa frase tiene la misión de alertar
Si no podemos definir lo real, ¿qué representamos? No importa.
Una inquietud generada por la insatisfacción de no tener certeza de nada, ni de quién soy, ni de qué es importante, o sagrado, o esencial, la insatisfacción de saber que nada es seguro, que nada controlo, que los conceptos de seguridad son ilusiones para calmar una mente llena de temores y apegos, en un concepto de identidad llamado Yo.
Vivimos en una época en que asistimos a los conciertos pero los vemos a través de los celulares, estamos más preocupados en retratar o registrar los eventos de nuestra vida (las celebraciones, los hechos) más que en vivirlos plenamente.
Quizás nos cuesta reconocer que la memoria nos define, que valoramos lo que ya no existe, el pasado; y mientras eso hacemos, caemos en este espiral de confusión y letargo, mientras el presente sigue su marcha y nos continúa arrastrando como sonámbulos.
Ahora el medio y el código son el mensaje.
Más que identidades nos hemos convertido en productos, promocionando nuestra vida en: álbumes de fotos, me gusta/ no me gusta, status de relación, de trabajo, dónde estudio, qué estudié, mis intereses, quién soy, dónde estoy, a quién etiquetas, mensajes de texto, ensimismados en nuestras simultáneas realidades que nos alivia sean virtuales.
El registro o el retrato en estos tiempos vale más que la experiencia misma.
La representación /el rito está venciendo al hecho, a lo real.
Ahora, inquietos y aturdidos sólo corremos atrás del reconocimiento y del confort sin notar que la rueda del consumo nos aplastará tarde o temprano mientras representamos la realidad/virtualidad y la capturamos con nuestras obsolencias planificadas y adquiridas.
¿La tecnología nos está llevando a la evolución? o
¿Nos estamos convirtiendo en perfectos avatares?
El Invisible Discurso del Método
PIENSO INTUYO, LUEGO EXISTO
- Tres acciones básicas : intuir, explorar y reflexionar.
- Nos enfocamos en dos elementos, el espacio y el tiempo: aquí y ahora.
- Nuestro material es el instante, nuestra herramienta la intención.
- La intención moldea el instante, la intención interviene la realidad.
Es inmanente, sólo se modifica. - 24 instantes por segundo, realidad o representación son lo mismo, lo único que cambia es la intención.
- La intención construye la realidad y la modifica. La intención eres tú. Tú eres sólo este momento.
- El espacio, capturarlo con la imagen- – – delimitándolo con el encuadre, desafía la composición , desequilibra, provoca una reacción, todo eso es la intención.
- El tiempo, registrarlo con el sonido- – – -respetando sus silencios y progresiones (el oído es más emocional que el ojo), los pensamientos son vibraciones sonoras en baja escala.
- La forma, construirla con la intuición (pon atención a los olores, son disparadores emocionales)—-exploración del instante, su observación y contemplación, comprender que el caos es libertad (en post-producción seguimos fotografiando-sonorizando-experimentando).
- El fondo, sostenerlo con la reflexión- – – confiando en la duda y en la inefabilidad
lo esencial es invisible (en montaje seguimos escribiendo, dirigiendo, continuamos modificando) la reflexión exije ejercitar la paciencia. - Confía en el caos, es el estado natural de la mente, la seguridad o el control es ilusión, te limita.
- Desecha al artista, opta por el artesano.
- El oficio como fuente de meditación, como práctica de vida.
- Menos vitrina, más sótano.
- No hay obras grandes o pequeñas, sólo obras, ejercicios.
- Todo se ampara en el juego, en la experimentación y en lo impredecible.
- Permite que las cosas sucedan. Abraza las contradicciones, no hay por qué tomarse tan en serio.
- Persigue lo asimétrico, lo imperfecto, deja que la mente complete lo incompleto.
- En el vacío, en la nada, está potencialmente todo.
No lo conceptualices, no podrás. Quien piensa pierde, actúa. - Aférrate a la vacuidad, a la impermanencia de las cosas, al desapego.
- Hay una sola cosa segura: el cambio – nada permanece.
*Epílogo
Calma la mente, atiende sólo a lo que surja aquí y ahora, despreocúpate de todo lo demás. Un mundo de apariencias a la deriva, la dualidad eterna, ésa es la mente.
El tiempo y la memoria son dos lados de la misma moneda
El futuro es sólo un recuerdo abstracto que el presente concreta, y el pasado difumina.
Cuidémonos de dormir profundamente en la realidad, porque también estamos hechos de la misma sustancia que los sueños, así de frágiles nos disiparemos en la memoria individual y en la memoria colectiva.
Sobre la muerte de Marker, optaré por reaccionar con una palabra japonesa que alude a un final que es en realidad un principio: “Otsomuru”.
+++++
(Fotos via el blog La escuela de los domingos)
Deja una respuesta