Festival de Lima 2012: «Chicama», una película peruana hermosa y sencilla

Chicama, de Omar Forero - afiche

Vi «Chicama» el día de su estreno, el 8 de agosto, y no solo disfruté de una película hermosa y sencilla, con un sentido del humor fresco, con una puesta en escena que quiere mostrar el mundo desde la ternura, sino que inmediatamente despertó sentimientos que me llevaban a otras películas que llevo guardadas como tesoros.

Chicama, de Omar Forero

Ahí se cruzaron de pronto los sentimientos que me despertó alguna vez Ser y tener de Nicolas Philibert, película que me conmovió por múltiples razones y cuyo póster tengo a la entrada de mi casa, con ese niño pequeño que tiene unas manos manchadas de pintura y me mira cada mañana.

«Chicama» te lleva a ese mundo de la infancia, del aprendizaje, del mundo rural, de los niños que viven lejos de donde se deciden las cosas en los países, donde aprenden de la mano de profesores que saben que lo más importante en un país es la educación, sin importar si es que hay que cruzar montañas y vivir alejado de la ciudad y la familia.

En Chicama hay niños pequeños que están aprendiendo a escribir y cuándo se descubrió América, a quienes también les están enseñando el himno nacional, a pesar de que el Estado no llega a ellos como debería. Y todo esto desde una mirada que le debe al neorrealismo, a su forma y a su ética, haciendo uso de actores naturales y niños que se interpretan a sí mismos, en medio de un paisaje callado y pacífico de la sierra norteña.

Una sierra que también me remite a otras películas, aquellas de Kiarostami, en las cuales hay también caminos en medio de montañas y niños de ojos grandes y sonrisa franca, en donde también hay una callada dignidad que se respira en los personajes y los pueblos que son mostrados.

Todo es como honesto y sincero, los personajes son jóvenes y niños verdaderos, así como aquellos jóvenes de Paraíso, de Héctor Gálvez, productor de «Chicama», y vivimos con ellos esta historia chiquita y sin pretensiones, completamente identificados con todo lo que les sucede.

Chicama, estreno en el Festival de Lima 2012
Omar Forero (centro), junto a sus actores protagonistas:
José Sopan y Ana Paula Ganoza, la noche del estreno de "Chicama".

Chicama es la primera película de provincias que llega a la Competencia Oficial del Festival de Lima y hay que decir que augura un prometedor futuro del cineasta trujillano Omar Forero. Desde la verdad, todo en el cine es hermoso. Ahora solo espero poder tener en algún momento en mi casa el poster de «Chicama» al lado de aquel del niño francés de las manos manchadas de pintura, para recordarme una vez más que el futuro de un país son sus niños y que, sin educación, un país no tiene futuro.


6 respuestas

  1. […] inocentes (2005), de Palito Ortega (Ayacucho) Yawar Wanka (2014), de Jacqueline Riveros (Huancayo) Chicama (2012), de Omar Forero (Trujillo) Cable a tierra (2013) y Bajo la influencia (2016), de Karina […]

  2. […] 20: penúltimo día, ma-ra-tón. Arranco con Chicama, la segunda y útlima película peruana que vería en el festival. Reservo mis opiniones dada la […]

  3. […] es una halagadora nota más para “Chicama”, una película sencilla, simpática y realista. No es de las que te atrapan de […]

  4. […] otro lado, tenemos Chicama –del peruano Omar Forero, y grata sorpresa del Festival– y Casadentro, cinta menor de Joanna […]

  5. Avatar de cesar pereyra
    cesar pereyra

    ! Felicitaciones sr Omar! es una buena pelicula: Hecha con sencillez, honesta, cuidada, profesional, seria injusto que no le den un premio en el festival de cine de Lima.

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