La peruana «El limpiador» se estrenó en el Festival de San Sebastián

Una epidemia mortal, un limpiador forense y un niño: con esos tres elementos cuenta el joven cineasta peruano Adrián Saba que construyó El limpiador, una historia de muerte y vida que compite por el premio Nuevos Directores del Festival de Cine de San Sebastián.

En una Lima un tanto transformada, Eusebio está encargado de esterilizar los lugares donde se produjo una muerte y el trabajo no le falta debido a una misteriosa enfermedad que no deja de propagarse.
En una de esas casas, oculto en un armario encuentra a un pequeño que ha perdido a sus padres. Determinado a reunirlo con el resto de su familia, el limpiador se hace cargo del muchacho, quien trasformará su vida.

«Es una historia de comprensión entre dos personajes que nunca estarían bajo un mismo techo si no fuera por las circunstancias en las que se encuentran», explica a la AFP el joven cineasta, de 23 años. «También es una historia sobre encontrar tu propósito en la vida o tomar responsabilidad por ello», agrega.

«Desde hace mucho tiempo me rondaba la idea de una epidemia mortal misteriosa y un documental sobre limpiadores forenses me hizo pensar: ‘es perfecto unir esa atmósfera con este personaje’», afirma.
El siguiente paso fue «buscar qué es lo peor que le podría pasar a esta persona, que básicamente vive en el mundo de los muertos: encontrar a un ser vivo y además a la pieza más frágil que es un niño huérfano», agrega el director, que tras realizar dos cortos debuta ahora en el largometraje.

La película gira en torno a la idea de «cómo la muerte impacta nuestras vidas». «La vida máxima, el respirar, el querer, no es nada sin la muerte, entonces es como que van de la mano», considera.
«Creo que las dos son muy generosas con el uno y el otro, a pesar de ser en teoría opuestos, porque cada uno se da el espacio para actuar cuando más se necesita, como dejar a un hombre vivir hasta el último momento para poder salvar a un niño», añade.

Los personajes y la temática podrían parecer sacados de una película comercial estadounidense, reconoce, «pero el tratamiento que se le ha dado es otro, no muy hollywoodiense».

Y «aunque tampoco tenga los esterotipos del cine peruano, se ha hecho con un corazón peruano», asegura, subrayando que fue filmada íntegramente en Lima, aunque la ciudad aparezca irreconocible.
Rodada a finales de 2011, la película fue terminada en agosto, justo a tiempo para ser presentada en San Sebastián, el mayor festival de cine del mundo hispano.

«Estoy muy contento de que el festival haya creído en mí y en mi película, pero también un poco impresionado porque es la primera vez que la enseño a un público y es en una sala de 600 personas», afirma Saba para quien la presencia en este certamen «era inimaginable».
«San Sebastian es un lugar ideal porque abre mucho las puertas al cine latinoamericano, creo que se preocupa mucho por el cine de esa parte del mundo», asegura.

Tras ser seleccionada por San Sebastián, «El limpiador» fue programada en los festivales de Biarritz (sureste de Francia), Chicago y Mar del Plata. «Y hay un par más por confirmar», dice Saba, convencido de la importancia de estos certámenes.
«Los festivales son la principal puerta de acceso a otros países fuera de Latinoamérica, eso es lo que te lleva a distribución, es el comienzo de todo«, dice.

Diecisiete películas compiten por el premio Nuevos Directores en San Sebastián, entre ellas «7 cajas» de los paraguayos Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, «Carne de perro» del chileno Fernando Guzzoni y «Cores» del brasileño Francisco Garcia.

El galardón, destinado a primeras o segundas obras de sus directores, está dotado con 90.000 euros (unos 115.000 dólares).

(Cable de AFP, vía Terra Perú).

Extra: También lean esta entrevista con Adrián Saba en el diario del Festival de San Sebastián.

Fotos vía el Facebook de la película.