«El acompañante», filme peruano compite en Festivales de Sundance y Rotterdam

El acompañante - afiche

El acompañante - aficheEl director peruano Álvaro Delgado-Aparicio se encuentra en plena gira internacional con su premiado cortometraje El acompañante (The Companion), película que lo ha llevado a participar en importantes competiciones cinematográficas como el reciente Sundance Film Festival que termina este fin de semana, o el International Film Festival Rotterdam, que acaba de empezar.

La competencia de cortometrajes en el Festival de Sundance ya terminó, y si bien la película peruana no logró algún premio, sí recibió comentarios favorables. Esperamos que la suerte lo acompañe en Rotterdam.

Conversamos entonces con el director, quien se encuentra por estos días en la ciudad holandesa:

Álvaro, ¿cuál fue el origen de El acompañante?

Hace varios años vengo trabajando un proyecto de largometraje titulado “El retablo de los sueños. Para abordar este proyecto quise testear algunos conceptos visuales y extremos para ver si funcionaban o no y así prepararme mejor para sacarlo adelante a inicios del 2014.

A través de este experimento o testeo es como nace “»El acompañante”». Lo que me interesó, más que captar las transformaciones de las relaciones humanas, fueron los diferentes niveles de complejidad que uno encuentra en cualquier vínculo humano. Particularmente, cómo los sentimientos más profundos son transmitidos a través de los ojos, los oídos, o los poros de la piel.

Una fuente clave de inspiración de este proyecto fue el retablo peruano, una expresión sofisticada de arte popular andino que, mediante cajas portátiles, representa eventos religiosos, históricos y hasta cotidianos. En “»El acompañante”», los personajes principales están emocionalmente congelados y encapsulados, como si fueran elementos de algún retablo, un cuadro estático de la vida diaria. A diferencia de esta interpretación, mi intención fue poner en manifiesto que el silencio, tanto como las acciones, resulta un medio para expresar conflictos y afectos no resueltos. En este contexto, la violencia no solo surge como expresión de sentimientos incontrolados sino, también, como un intento por descongelar el encarcelamiento humano.

¿Cómo fue el trabajo de realización en general?

Después de escribir el guión, y plasmar visualmente los respectivos concept boards, me reuní con Enid ‘Pinky’ Campos (productora), Mario Bassino (dir. de fotografía), Eduardo Camino (dir. de arte), Brian Jacobs (editor), Jorge Rodrigo (productor de arte) y Omar Pareja (dir. de sonido) para ver cómo realizar el proyecto.

En paralelo, a través de un proceso de cásting bien diseñado por Bárbara Acosta, descubrimos a Iván Lozano (reconocido artista plástico y gráfico) para dar vida a uno de los personajes principales. [N.E.: Iván Lozano Di Natale ‘Churchil’ trabajó como Director de arte de «Paraíso», de Héctor Gálvez. Fue además quien diseñó el afiche de esa película].

Por otro lado, cuando vi la película de Ronnie Temoche, “»El Inca, la Boba y el hijo del ladrón”», me quedé impresionado por el buen trabajo realizado por Carlos Cubas. Después de una breve audición, tanto Bárbara como yo sentimos que era la persona indicada para el rol.

La preproducción duró 3 semanas, el rodaje duro 4 días y la postproducción se trabajo en tiempo parcial durante el verano del 2012. Varias empresas privadas nos ayudaron con diversos recursos durante el rodaje y la post.

El acompañante, de Alvaro Delgado-Aparicio
Iván Lozano y Carlos Cubas (sentado), protagonistas de "El acompañante".
En el último tiempo es usual escuchar comentarios señalando que buena parte del nuevo cine peruano se hace más ‘pensando en festivales internacionales’ que en el espectador local, pensando más en lo que un público europeo podría esperar ver de nosotros: imágenes de pobreza, la vida en la periferia de las ciudades; y con un tratamiento visual contemplativo, con pocos diálogos. 
Personalmente creo que «El acompañante» se encuentra más cercano a ese estilo de cine contemplativo, que a un filme de género convencional. 
¿Qué opinión te merece esta percepción que tiene actualmente el público local del cine peruano?


El tratamiento visual contemplativo que tiene “»El acompañante”» nace como experimento usando el retablo como concepto en todo el proyecto. Cuando uno observa el retablo y lo contempla, poco a poco descubre detalles y piezas de información que no son evidentes en una primera instancia. Adicionalmente, el aspect ratio de la película que seleccionamos fue 2:35, como si la película fuese un retablo en vivo.

Cuando uno arranca un proyecto, uno piensa en los conceptos que quiere testear, comunicar y aprender, y no necesariamente en festivales internacionales.

El tener pocos diálogos en la película se generó a través de los intensos ensayos con Iván y Carlos. Inicialmente, el guión tenía bastante diálogo, pero a través del proceso creativo que construimos y generamos los tres, los respectivos diálogos se terminaron transformando en acciones alternativas.

Yo sí creo que todas las películas tienen un género y un estilo particular, en otras palabras, “la mano del director”. En el caso de «“El acompañante», el género es drama.

Creo que el “público” del cine peruano actual al que te podrías referir no es representativo dentro de la población total y es uno muy reducido. Por tanto, la percepción que se menciona no me parece del todo válida.

¿Cómo crees tú que el cineasta peruano pueda lograr acercarse más al público local?

Acercándose a ellos de verdad (antes del estreno de la película, durante y después). Yo sí creo que el cineasta peruano se acerca al público local a través de una historia bien contada. El problema es que es un público muy reducido, y algunos cineastas tienden a pensar que una vez realizada la postproducción, la película se estrena y por arte de magia, la gente simplemente ira a verla.

Creo que cuando uno termina la postproducción, recién está a la mitad del proceso maratónico y uno debería generar las condiciones necesarias para acercarse a ellos de verdad. Uno debería definir el público objetivo al que quiere dirigirse, encontrar maneras creativas para llegar a ellos, diseñar estrategias de difusión y de intriga alternativas y no convencionales, y así lograr acercase a ellos de maneras imaginativas antes de que vean la película.

Datos: Álvaro Delgado-Aparicio estudió economía en London School of Economics de la Universidad de Londres. Es gerente general en el Grupo Apoyo. Y para más señas, es sobrino del popular ‘Saravá’ Luis Delgado-Aparicio.

Extra: Visiten la completa página web de «El acompañante».


3 respuestas

  1. […] primeros cortos, he crecido con ellos. Mi primer corto se llama “¿Me puedes ver?”, el segundo “El acompañante”, que se estrenó en Sundance y le fue muy bien. Allí nos ganamos una beca del instituto de […]

  2. […] de los sueños”. En el 2013, después de estrenar en el festival de Sundance mi cortometraje “El acompañante”, me invitaron al laboratorio de guionistas del Instituto de Sundance. Fue una experiencia […]

  3. […] el único cineasta peruano presente en Rotterdam con una película compitiendo. Su cortometraje El acompañante es una de esas pocas obras que logran proyectarse casi simultáneamente en Sundance y en Rotterdam. […]

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