Desde Bolivia llega la lamentable noticia del fallecimiento del cineasta Fernando Martínez, ocurrido ayer 27 de diciembre después de estar hospitalizado 5 días por un penoso accidente.

Realizador y gestor cultural, el 2011 dirigió el largometraje documental Por qué quebró Mc Donald’s, acerca de cómo se retiró del país altiplánico la firma transnacional, y sacó adelante desde hace varios años, primero como productor y luego como director ejecutivo, un evento de notable importancia para el cine boliviano y latinoamericano: Bolivia Lab.

Quizá para buena parte de la comunidad cinematográfica peruana aún no sea muy conocido, pero sin duda se trata de uno de los espacios formativos y de apoyo a la cinematografía de la región más importantes en la Comunidad Andina, Sudamérica y América Latina, generando diálogo y contenido, y otorgando diferentes tipos de ayuda (premios pecuniarios, becas, asesorías legales y de guión, servicios de Red One, corrección de color, mezcla de sonido, etc.) para el desarrollo de proyectos, entre los cuales han participado varias películas peruanas y algunas han ganado, como Islandia, de Ina Mayushin.

Fernando Martínez deja inconclusas la cinta Cuando los hombres quedan solos, largometraje de ficción que recién se había terminado de rodar hace dos semanas y cuyo estreno se estimaba en el 2014, y la publicación de la colección de libros El cine según, que realiza amplias entrevistas a una serie de cineastas, como Paolo Agazzi, Marcos Loayza y Juan Carlos Valdivia, que se inició hace unos años. De hecho, llegó a publicar este 2013 el segundo tomo de El cine según Eguino, el libro que recoge el testimonio del experimentado cineasta Antonio Eguino.

Asimismo, junto a otros representantes del sector, Martínez ha participado como delegado en la discusión y elaboración de la nueva Ley del Cine y el Audiovisual boliviano, que aún está esperando su promulgación.

Esperemos que, aun en el dolor de tan irreparable pérdida, estos proyectos, a través de sus amistades y colaboradores, puedan culminarse en beneficio de la cinematografía boliviana y latinoamericana. Sería el mejor homenaje a este valioso creador que hizo tanto con sólo 38 años de vida.

Vean el tráiler de su documental, que explora la variedad de la comida, los hábitos de consumo y la identidad cultural de Bolivia: