La proximidad del fallo de La Haya que definirá el diferendo marítimo entre el Perú y Chile, es una buena oportunidad para recordar la serie de oportunidades que se han vinculado las cinematografías de ambos países, con notoriedad mayor o menor y casi siempre de manera positiva, desde los tiempos aurorales del cine mudo hasta nuestros días.
Empezamos destacando las personas o agrupaciones chilenas que han tenido especial contacto con nosotros. Cómo no celebrar el lazo con Cinépata, proyecto que nació gracias al empuje de un grupo de cinéfilos sureños, encabezados por Alberto Fuguet, y que casi cinco años después de su lanzamiento, es una plataforma vital para difundir y exhibir online el más atractivo cine latinoamericano. Gracias a Cinépata pudimos conocer a grandes profesionales y mejores amigos, los cómplices al sur de Tacna: Horacio Valdivia, Silvio Canihuante, Nuncio Belardi y René Martin.
Asimismo, el año 2009 realizamos la muestra El cine chileno ataca Lima en el Centro Cultural CAFAE, proyectando 8 películas de reciente producción, como «Te creís la mas linda, pero eris la más puta» de Ché Sandoval y «El tiempo que se queda», de José Luis Torres Leiva, entre otras.
Posteriormente, en el 2011 realizamos junto a los Cinépata la muestra online El cine peruano ataca en Santiago, con filmes como «Púrpura» de Jorge Shinno, «Interior bajo izquierda» de Daniel y Diego Vega, y «Uno» de Eduardo Quispe.
Los colegas de Cinépata también cubrieron el Fiacid 2013 y luego, en octubre de ese año, tres miembros de Cinencuentro, Antolín Prieto, Gabriel Quispe y Laslo Rojas, hicimos lo mismo con el 20° Festival de Valdivia, al sur de Chile. Y desde hace unos meses, Silvio Canihuante colabora con nosotros, enviando balances mensuales de la cartelera comercial de Santiago.
Por último, y no menos importante, también hemos tenido el privilegio de conocer al entrañable crítico chileno Héctor Soto y departir con él tanto en Lima como en Santiago, en charlas inolvidables alrededor del cine y de la vida. Un maestro sin fronteras.
A continuación una lista inicial, no exhaustiva, de algunas películas «peruano–chilenas», en orden cronológico:
Páginas heroicas. Perú, 1926. Luego de poco más de 40 años de la Guerra del Guano y el Salitre, estaba en juego el tratado que sellara la recuperación de Tacna, que llegó en 1929. La dupla de productores José M. Román y José A. Carvalho crearon la empresa Atahualpa Films en 1925 y desarrollaron la historia de un grupo de mujeres peruanas que atendían compatriotas heridos en el conflicto, mientras el ejército invasor los remataba. Dirigida por Carvalho, iba a estrenarse a fines de 1926, pero el gobierno de Augusto Leguía lo juzgó inconveniente en medio de la negociación con Chile y prohibió su exhibición, pese a las apelaciones. Hasta la fecha se ha perdido todo rastro del material.
Alberto Santana. Este director y productor chileno fue un gran animador del cine peruano en la lenta transición del periodo silente al sonoro, y prolífico pionero del cine latinoamericano (además de su país y el Perú, trabajó en Ecuador, Colombia, Costa Rica y Puerto Rico). Su cinta peruana más conocida, por la restauración de la Filmoteca de Lima hace casi 20 años, es Yo perdí mi corazón en Lima (1933), melodrama sobre las parejas que se separan por el viaje de los novios a la casi olvidada guerra entre Colombia y el Perú. Pero hizo 5 largometrajes más: Como Chaplin (1929), Mientras Lima duerme (1930), Alma peruana (1930), Las chicas del Jirón de la Unión (1930) y Resaca (1934).
Caliche sangriento. Chile, 1969. Helvio Soto, miembro de la generación de cineastas que se dispersó luego del golpe de Estado de 1973, hizo una recreación de la guerra, narrando la supervivencia de un batallón chileno extraviado en pleno desierto peruano camino a Moquegua. En YouTube está completa.
Epitafio a una guerra. Bolivia–Chile–Perú, 1995. Documental trinacional dirigido por Armando de Urioste (Bolivia), Jorge Delgado (Perú) y Hernán Dinamarca (Chile), que explora las secuelas emocionales de la Guerra del Guano y el Salitre en los tres países que la protagonizaron.
Tinta roja. Perú, 2000. Francisco Lombardi adaptó la novela homónima del literato –y luego también cineasta– chileno Alberto Fuguet, para relatar, con una serie de referencias vargasllosianas, las experiencias de un joven periodista en la sección policial de un diario sensacionalista.
La fiebre del loco. Chile, 2001. Drama de Andrés Wood acerca del impacto del levantamiento de la veda pesquera impuesta por las autoridades en el extremo sur chileno. Participa el actor peruano Julio Marcone.
Promedio rojo. Chile, 2004. Opera prima del director Nicolás López, comedia juvenil sobre el modo de calificación en el sistema educativo chileno, protagonizada por Ariel Levy. Primera actuación de Tatiana Astengo en un filme de ese país.
El rey de los huevones. Chile, 2006. Comedia del actor y director Boris Quercia, sobre un taxista que devuelve un gran monto de dinero que halló en su vehículo y luego conoce a una extranjera, madre de un niño, encarnada por la peruana Angie Jibaja. Se estrenó en el Perú en el 2007.
Fiestapatria. Chile, 2007. Drama familiar de Luis R. Vera, alrededor del anuncio matrimonial en las Fiestas Patrias chilenas de una joven pareja, en medio de las sombras que vuelven del pasado. El reparto incluye dos intérpretes nacionales en personajes secundarios, Tatiana Astengo y Alfonso Santistevan.
La nana. Chile, 2009. Cinta de Sebastián Silva que ganó una serie de premios internacionales, incluido el Festival de Lima. Tuvo un personaje secundario de nana peruana, Mercedes (Mercedes Villanueva), que sucumbía rápidamente frente a la protagonista del título (Catalina Saavedra).
Un héroe inmortal. Perú, 2008. En este documental, el artista plástico Fernando Gutiérrez, más conocido como «Huanchaco», viaja junto a Germán Seminario, bisnieto del Caballero de los Mares, Miguel Grau, desde Lima hasta Talcahuano en búsqueda del monitor Huáscar. Pueden ver la película completa aquí.
Mandrill. Chile, 2009. Popular filme de acción, especie de James Bond mapocho, que fue filmada en parte en Lima, en un casino de Miraflores, y en otras locaciones en Barranco y el Centro Histórico.
La Esmeralda 1879. Chile, 2010. Esta cinta épica de Elías Llano, se concentra en el célebre Combate de Iquique entre Chile y el Perú. Ahí el actor chileno Roberto Prieto Vega tuvo el papel del Contralmirante y héroe peruano, Miguel Grau. Pueden ver la película completa aquí.
Ulises. Chile, 2011. Película de Óscar Godoy, premiada en Sanfic y La Habana. Julio –interpretado por el argentino Jorge Román– es un peruano que lleva unos meses en Chile viviendo con una familia peruana, se comunica esporádicamente con su madre y busca insertarse en esa nueva sociedad buscando trabajo, pero su ilegalidad se lo impide.
Ñusta Huillac, La Tirana. Chile, 2011. Este filme cuenta en su rol protagónico con Magaly Solier. Dirigida por el chileno Juan Luis Muñoz Fabrega, esta película relata la leyenda de la ñusta a la que hace alusión el título de la película, la hija de Huillac Huma (último sacerdote Inca), quien junto a un grupo de indios peruanos se rebeló contra los conquistadores españoles.
Sonidos de una joya. Chile, 2012. Este documental busca rescatar parte de la música popular del puerto de Valparaíso: el tango, el bolero y el vals peruano. El filme dirigido por Bárbara Trejo presenta, entre otros, al gran Lucho Barrios, y a la popular Eva Ayllón.
Sibila, 2012. Documental chileno–español de la peruana Teresa Arredondo, que elabora un íntimo retrato, no exento de polémica, de su tía Sibila Arredondo, la chilena ex esposa del escritor José María Arguedas, que estuvo presa acusada de ser miembro de Sendero Luminoso.
Soldado desconocido – Manariqsisqa. Perú, 2014. Cortometraje dirigido por el historiador y comunicador Hamilton Segura Farfán. Narra la historia de un soldado adolescente que falleció en las trincheras del Cerro Gramadal, en Chorrillos, en la defensa de Lima en la Guerra con Chile. Se estrenó el pasado 13 de enero, en la fecha de aniversario precisamente.
Loco Cielo de Abril. Perú, 2014. Comedia romántica de Sandro Ventura que se estrenará el 3 de abril. Una mujer que padece un mal incurable (Fiorella Rodríguez) conoce a un joven chileno confundido (Ariel Levy, protagonista de la saga «Qué pena tu vida»). La cantautora y actriz chilena Mon Laferte hace la música.
Gloria del Pacífico. Perú, 2014. Ambiciosa producción de Juan Carlos Oganes sobre uno de los emblemáticos enfrentamientos de la infame guerra del siglo XIX: la Batalla de Arica. Forma parte del grupo de películas peruanas que este año se deben estrenar.
Blanquiazul, el sentir de una nación. Perú, 2014. Documental de Luis Castro, sobre la pasión de un conjunto de hinchas de Alianza Lima, que parcialmente se grabó en Chile, donde tuvieron un emotivo encuentro con sus pares del Colo Colo, el club que fue solidario con el equipo peruano tras la tragedia de 1987.
Chañaral, largometraje de ficción codirigido por Pato Fuster (Chile) y Victor Manuel Checa (Perú). Esta película se filmó en octubre pasado en Atacama, y actualmente está aún en la fase final de postproducción, esperando ser estrenada este año.
Bonus: Inti Briones. Hijo de chilena (Sibila Arredondo) y peruano, y nacido en el Perú, es reconocido por la revista Variety como uno de los mejores directores de fotografía de la actualidad del cine mundial, en casi 50 producciones de corto y largometraje, trabajando entre otros con José Luis Torres Leiva, Óscar Godoy, Elena Varela y el gran Raúl Ruiz en Chile, y con Joanna Lombardi (Casadentro) y Melina León (El paraíso de Lili) en el Perú.
«Grandes ilusiones» de Isaac León Frías, libro del experimentado crítico peruano editado por la chilena Uqbar Editores.
Deja una respuesta