El Grupo Chaski iniciará a fines de abril el rodaje del largometraje de ficción La última noticia, bajo la dirección de Alejandro Legaspi. Se trata de una historia de acosos y heroísmos en un pequeño pueblo andino, ambientada en los años 80, en el marco de la violencia política que asoló el país. Será interpretada por Julián Legaspi, Pietro Sibille, Stephanie Orúe, Jackelyn Vásquez, Carlos Cano y Emilram Cossio, y la producción ejecutiva está a cargo de Carolina Denegri.
Conversamos a continuación con Alejandro Legaspi y su coguionista René Weber, sobre el proyecto, el rol de Chaski y la sentida ausencia de Stefan Kaspar.
Entrevista a Alejandro Legaspi
Alejandro, ¿qué representa para el Grupo Chaski «La última noticia», 25 años después de su anterior largo, «Juliana» (1989)?
Hay varios cambios significativos. Juliana fue hecha en celuloide, ahora con la nueva tecnología se trabaja en digital, es una primera diferencia sustancial. Había una ley de cine, la Ley 19327, ahora hay otra muy distinta, también es un cambio importante. Y hoy estamos en buen momento del cine nacional, se está haciendo muchas películas, hay un auge que le hace muy bien a la cinematografía peruana.
«Gregorio» y «Juliana» mostraban una Lima ya caótica, donde el fenómeno de la migración buscaba su lugar, y hoy ese proceso es parte totalmente del universo capitalino. «La última noticia», en cambio, nos lleva al ande.
En el Grupo Chaski siempre hemos tocado grandes temas y preocupaciones. En «Gregorio» y Juliana eran migración, infancia desvalida, urbe, rol de género. Esta vez es otro gran tema, la violencia política que hemos sufrido en los años 80 y 90. Transcurre en una ciudad andina, como empezaba «Gregorio» también, y que de algún modo también desemboca en una especie de migración. Es lo que sucede a un grupo de amigos en un pueblo de la sierra cuando empieza la violencia interna que genera Sendero Luminoso.
Algunas veces las cintas peruanas sobre la violencia política han sido objeto de opiniones en el sentido de que el tema es reiterativo y se agota. Ustedes apuestan a seguir abordando esta problemática.
Sí, creo que hay que seguir con estos temas. Miren cómo acaba de ganar el Oscar una cinta sobre la esclavitud. Para mí, el cine es básicamente contar historias, lo interesante es la historia que cuentas dentro de un marco determinado. Sobre la Guerra de Vietnam se hicieron infinidad de cintas, y siguen haciéndolas sobre la Segunda Guerra Mundial, ¿es necesario?, creo que sí, si son historias relevantes y pueden atraer a un público. Y en esta guerra interna que tuvimos, que duró unos 20 años, se pueden encontrar cientos de historias.
Y cabe esperar que el Grupo Chaski difundirá ampliamente esta película por su Red de Microcines.
Sí, es uno de los pilares del Grupo Chaski, que desde el comienzo de su actividad, en los años 80, tuvo como perspectiva, con Difusión Popular en esa época, hacer películas y llevarlas donde muchas veces la sala de cine no llegaba. Exhibíamos con proyectores de 16 mm, íbamos en burro o camioneta. Ahora está la Red de Microcines, que por supuesto difundirá La última noticia aparte de su estreno en salas comerciales. Los últimos años de Stefan Kaspar estuvieron dedicados fundamentalmente a crear esta Red, eso se lo debemos principalmente a él y María Elena Benites.
Decías que nuestro cine está en buen momento. ¿Qué expectativas tienes?
Tengo expectativas y profundos deseos de que tengamos una ley de cine mejor que la que se tiene. Me parece importante para el cine, para el país, para el público. Es cierto que estamos pasando por un buen momento de determinado tipo de película, de género mayormente. Creo que hay otro tipo de películas, que a mí me importan más, y que necesitan una ley de cine, y creo que tiene que darse. La taquilla depende de muchos factores, no sólo a nivel peruano, también en todo el mundo son pocas las cintas que generan una gran taquilla. La mayoría de cintas, salvo en Estados Unidos, están subvencionadas, apoyadas por Estados, leyes, gobiernos, organismos especializados.
Entrevista a René Weber
René, vuelven a hacer un largo y Chaski mantiene su línea temática.
En el Grupo Chaski siempre hubo una preocupación por lo social, en «Gregorio» y «Juliana», y en los cortos y mediometrajes que hicimos en aquella primera época. Y en cierta forma, se conserva en la nueva etapa, que empieza en el 2004, en la producción y en el sistema de 36 microcines en todo el país. La última noticia es un proyecto más ambicioso, porque además de lo social, también apunta a lo político y combina esos dos aspectos en mayor forma que las películas anteriores.
Cuéntanos sobre el documental «El azaroso camino de la fe de Otto Brun», la última película que dejó terminada Stefan Kaspar.
Otto Brun es un sacerdote suizo que vino al Perú por un camino muy interesante. Él estuvo en mayo del 68 en París, estaba haciendo su doctorado en Teología, le fascinó ese fenómeno social y político, se molestó con la jerarquía eclesiástica, que estaba en contra, y le generó una crisis de fe. Por casualidades de la vida, fue luego a Madrid a estudiar español y escuchó a Gustavo Gutiérrez, referente de la Teología de la Liberación, y entonces decide venir al Perú en los años 70.
Cuando Stefan viene al Perú, llega al Aeropuerto Jorge Chávez, pero no se queda en Lima, va a Puno, porque le habían hablado de un compatriota suyo que estaba ahí, que era Otto Brun, lo conoció y fueron amigos más de 30 años. Fue el último trabajo fílmico de Stefan, él empujó el proyecto, cuando lo presentó nos pareció interesantísimo. Grabamos en dos etapas y lo terminamos en enero de 2013.
¿Cómo será hacer «La última noticia» sin Stefan?
Lo que ocurrió fue un golpe muy duro para Chaski, lo que debemos hacer es seguir en la misma línea y el mejor homenaje a Stefan es hacer una buena película. En la estructura del proyecto creo que hemos podido paliar su ausencia, entre todos, aunando fuerzas, estamos haciendo lo posible para que el barco siga funcionando.
El proceso de la nueva ley de cine continúa. ¿Qué opinas al respecto?
La ley de cine vigente, Ley 26370, creo que ya ha hecho su historia, y debe ser reemplazada por una nueva norma mucha más integral y completa, y tenemos fe en que este nuevo proyecto que se ha elaborado durante un buen tiempo con la participación de todo el movimiento gremial, pueda por fin llegar al Congreso y ver la luz, lo que generaría un nuevo panorama para el cine nacional, sería realmente muy importante. A la Ley 26370 ya le toca dar la posta.
Entrevistas y textos: Gabriel Quispe
Fotos: Rolando Jurado
Realizada en Chorrillos, el 3 de febrero del 2014.
Deja una respuesta