Mirando cines: Cinemark Open Plaza

Cinemark Angamos D-Box

Hoy pasamos revista al multicine ubicado en el mall Open Plaza Angamos:

En esta semana que termina, la conversación entre nuestro grupo cinemero de siempre giraba, más bien, en torno a dónde ver la final de la Champions. Pero de pronto alguien comentó: “¿Vamos a ver la nueva X-Men?, ¿función de estreno de medianoche? ¿en 4D?”. Ninguno de los cinencuentro convocados habíamos ido antes a una sala 4D, así que todos nos apuntamos sin pensarlo demasiado.

Cinemark Open Plaza Angamos

Las opciones no eran muchas: Cinépolis y Cinemark. Ambas cuentan con salas 4D, la primera además del asiento movible, tiene efectos de olor, agua, luz, niebla…y fácil por ahí algo más. La segunda solo ofrece el asiento movible. Nos inclinábamos por la primera opción, pero al ver que su cartelera solo incluía la versión doblada de X-Men, la opinión fue unánime: “¡nica!”.
La elección entonces fue Cinemark Open Plaza Angamos, en Surquillo (previamente descartamos el Jockey Plaza. Cine viejo y caro. No corre).

Pero, ¿qué es el bendito cine 4D? Geometría for dummies: 2D es la pantalla clásica, dos dimensiones: horizontal y vertical. 3D, 3 dimensiones: horizontal, vertical y profundidad. Esa ‘profundidad’ es resultado de una ilusión óptica que podemos captar con la ayuda de esos lentes tan particulares que nos dan al entrar a la sala. Entonces el 4D, ¿cómo lo definiríamos? Es la proyección en 3D, más un conjunto de elementos (olor, movimiento, etc.) que buscan maximizar la experiencia del espectador, ni más, ni menos.

Ir al cine a la medianoche ya de por sí es algo atrevido. En estos días en los que se trabaja mucho y se descansa poco, corres el riesgo de quedarte dormido durante la función. Por ello, ni bien llegamos al cine, lo primero fue buscar un café. ¿Starbucks? ¿Havana? Nah, café de maquinita nomás, al lado del cine encontramos uno a S/.1.80 por vaso. Dos dosis y ya estaba listo, a esperar que den las 12.

Llegamos media hora antes de la función, y vimos que en el lobby del cine había un módulo que promocionaba este novedoso formato D-Box, para que sientas (literalmente) una probadita de la experiencia del 4D. Una pantalla LED con dos butacas, presionas el botón Play y puedes ver trailers y sacudirte mientras estupefacto dices: “¡asu, qué paja!”. Un teaser, que le dicen.

Cinemark Angamos D-Box

El costo de la entrada para esta función 4D -aquí comienzan los problemas- es de 44 soles. 4 luquitas se van de comisión para Papaya.pe, si haces la compra via internet (y si por alguna mala suerte se suspende la función, esta comisión no se devuelve, piña). Pero el problema no es tanto la comisión, sino los 44 soles, ya veremos porqué.

Pueden comprar su entrada a la antigua, o por la web de Papaya.pe. Con esta segunda opción se evitan la cola, y si tienen pensamiento eco friendly, ni siquiera es necesario imprimir nada. Mostrando el código QR que te envían a tu smartphone es suficiente para entrar. Bastante práctico la verdad, pero desde mi modesto punto de vista, esos 4 soles extras no sé porque las tengo que pagar yo como usuario, debería asumirlas el cine. Y para terminar con el tema de las entradas, una recomendación para Cinemark (marketing pre kinder): los horarios en estas funciones excepcionales deben ser más claros. Eso de “24:00 hrs” o “Medianoche de…”, puede traer confusión (más de uno se preguntaba si la función era el miércoles o el jueves). Creo que como lo plantearon en Cinépolis es una mejor opción: 00:01 hrs del jueves 22. Pensarán que es una exageración, pero entrando a la sala nos encontramos con una discusión de algunos clientes para ubicar sus asientos: “el sistema se ha equivocado”, “han vendido el mismo asiento a dos personas”, clamaba el respetable. ¿Qué había pasado? Una de las partes se había confundido con la fecha.

Ya dentro de la sala, oh sorpresa!, encontramos las butacas sucias. Manchas de grasa por doquier. Hecho el pedido de limpieza, que ciertamente demoró por lo menos unos 5 minutos, vino uno de los chicos del cine con un paño y un líquido de olor más asociado a los baños, que a una sala de cine. La actitud del empleado no fue precisamente muy amable. Si es su chamba, ¿le molestará tanto limpiar la butaca? A nosotros nos jodía sentarnos en un asiento sucio…

Pero bueno, luego de unos minutos ya estábamos frente a la fila de butacas D-Box! Tenía un control para graduar el movimiento, “¡qué paja!”. Trailers de rigor, y comenzó la película. Obviamente el control de la butaca estaba al nivel máximo, había que sacarle el jugo a los 44 soles. Ya durante la proyección, el asiento se inclina, adelante, atrás, izquierda, derecha, te sacude… Continúa la película y te vas olvidando del movimiento, al punto que ya avanzada la película cuando se movía la butaca, uno pensaba en las damas que estaban sentadas en la fila de atrás, las que no paraban de hacer comentarios, lanzar risotadas y que seguramente ellas estaban pateando el espaldar. Pero no, no era culpa de esas ‘cinéfilas’, era el bendito 4D.

La verdad que toda la parafernalia 4D no fue lo que esperaba. Pensé que iba ser algo un poco más relevante en la experiencia del cine. Sin embargo no lo descarto, como experiencia novedosa está bien. De todas formas iré a la otra sala 4D que tiene lluvia, niebla y olores (espero que no como los del limpiador de butacas…)

Párrafo aparte para el multicine, no es la primera vez que voy y no será la última, pero espero que tengan un poco más de cuidado: si termina una función, limpien la sala, revisar si los asientos están limpios no cuesta nada. La proyección en digital es impecable, el sonido también, de primera. Tienen la infraestructura necesaria, compleméntenla con un servicio acorde y lograrán que realmente valga la pena optar por el 4D.


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