“El exterior se tiene que ver bien, porque hay tanta oscuridad en el interior” le dijo Tom Six, creador de The Human Centipede, a un periodista de la BBC que halagó su elegante traje. Y vaya que él, pese a sus trajes impecables y a su infaltable sombrero de vaquero, es un personaje bastante oscuro… hasta podría decirse sucio.
Pese a su apariencia de republicano texano, Tom Six nació en un país, por lo demás, liberado de prejuicios, donde podía explorar esa oscuridad: Holanda. Asegura que la idea de The Human Centipede (First Sequence) nació al pensar en el peor castigo que podría tener un pedófilo: el coser su boca al ano de un camionero.
Ahora ya ha entregado su tercera saga. “Tengo ganas de escandalizar. Me da placer”, afirmó. The Human Centipede III (Final Sequence) ha sido recibida con críticas pobres, y al parecer ni los fans más acérrimos de la saga la perdonan. Cuenta con los protagonistas de las dos primeras sagas en diferentes roles, e incluso con Six interpretándose a sí mismo. ¿El lugar? Una prisión, donde piensan llevar a cabo nuevamente el experimento de las dos anteriores.
The Human Centipede es, prácticamente, una fantasía en la que un Dr. Mengele se encuentra en una película como «Saló: 120 días de Sodoma» (una de las películas más perturbadoras de la historia, según la opinión de Six): Dos jóvenes norteamericanas -¿de dónde más pueden ser?- hacen un viaje de turismo por Europa. Durante su estadía en Alemania (el lugar perfecto para que transcurra esta historia) su auto sufre una avería y un hombre misterioso (el alemán Dieter Laser) les dice que pueden guarecerse de la lluvia en su casa.
Cualquiera, al ver al tipo, correría en dirección opuesta al verlo, sin embargo, las chicas no han visto muchas películas de terror tipo “Hostel” (2006) y “Vacancy” (2007). Así que deciden quedarse en esa casa sólo por una noche. A la mañana siguiente, al despertar, después de haber sido drogadas y amarradas a unas camas por su anfitrión, éste les explica (a ellas y a otro infortunado turista japonés), de manera muy académica, con proyector incluido, sus verdaderas intenciones: el construir un ciempiés humano uniendo sus bocas y anos. El tipo tiene todo el poder para llevar a cabo su zafado experimento.
The Human Centipede fue recibida con críticas bastante mixtas. El nivel de degradación de las víctimas y las repugnantes escenas fueron recibidas con disgusto por muchos. Sin embargo, la película dio pie para que Six pudiese financiar la segunda parte de una trilogía planeada desde un primer momento. Fue así como llegó The Human Centipede II (Full Sequence), filmada en blanco y negro. Aquí el protagonista es un hombre solitario, con problemas mentales, tan fanático de la primera película de Six que decide llevarla a la “vida real”… pero con más integrantes.
Finalmente, el director se ha involucrado en esta tercera locura que no sabemos si se estrenará por estos lares. Tengo mis dudas sobre un estreno en Perú: no es un cine apto para todo público. Digamos que es solo para paladares exquisitos, si se me permite la expresión. En todo caso, si son amantes de las emociones fuertes, o más bien, si son muy experimentales y de estómago fuerte, podrían disfrutar (?) de las excentricidades de Tom Six. Véan The Human Centipede, bajo su propio riesgo.
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