Top Ten: 10 películas de Marvel que vale la pena ver


Mientras todo el mundo anda loco por los tráilers de Batman v Superman y Suicide Squad, Marvel prefirió mantenerse en perfil bajo y ponerle todas sus fichas al estreno de Ant-Man, que llegó a nuestro cines esta semana.

Ant-Man se convierte, de esta forma, en la película número 12 del Universo Cinematográfico de Marvel, el cual no incluye solo cintas, sino también series de TV, one-shots y cómics. Además, el estudio ya confirmó el estreno de diez películas más para los próximos cuatro años. Una cosa de locos.

Avengers-X-Men

Bien, el estreno de «Ant-Man» y la polémica sobre si este tipo de personajes van a saturar en algún momento las pantallas de cine, me han llevado a armar una lista con diez películas basadas en personajes de Marvel (producidas por diferentes estudios) que, por alguno u otro motivo, trascenderán en el tiempo y destacarán por encima de la moda pasajera y la oleada de refritos que se vienen casi en avalancha. La lista no es precisamente un top en base a calidad, pero sí la ordené de acuerdo a mi favoritismo hacia unos y otros personaje.

Les dejo mi lista de recomendaciones con cintas de Marvel que verdaderamente merece la pena ver.

10. Spider-Man 2 (Sam Raimi, 2004)

Spiderman 2 es torpe, melancólica, romántica, aterradora, melodramática, intensa, loca, emocional y gratificante, todo al mismo tiempo. Ver la segunda parte de la trilogía dirigida por Sam Raimi es como ver una docena de películas diferentes a la vez, cada una de ellas complementaria a la otra. Ese es un gran mérito.

Si bien Tobey Maguire nunca fue un gran acierto, Alfred Molina y J.K. Simmons en los papeles antagónicos logran suplir sus deficiencias. Ambos muy fieles a sus contrapartes comiqueras. La película consiguió marcar un legado porque desarrolló de gran forma las apremiantes necesidades personales de Peter Parker, y las consecuencias que trae suplirlas en el complicado mundo de los adultos, cosa que ninguna otra película del personaje ha logrado hacer hasta ahora. Fue una lástima que su prometedora secuela terminara siendo tan mediocre. «Spider-Man 2” debería ser la mayor referencia para la nueva película que Marvel planea hacer sobre el personaje.

9. X-Men (Bryan Singer, 2000)

X-Men marcó un antes y un después en la historia del cine comercial. Estableció, casi sin querer queriendo, la forma en la que se debían hacer películas de superhéroes en el siglo XXI. Fue la primera que consiguió con éxito ubicar a personajes de cómic ‘en el mundo real’ sin caer en demasiados ganchos inverosímiles.

Grandes taquillazos como The Dark Knight y The Avengers le deben algo de su éxito al empuje que esta película le dio al género, en una época en la que era raro ver a un reconocido actor en traje de mallas. Hay mucho que admirar de la primera película de X-Men, sobre todo la elección de un elenco de actores de gran calidad y una historia que plasmó perfectamente la esencia de los personajes, las problemas personales, el valor de la amistad, el trabajo en equipo y su lucha constante contra el fantasma de la discriminación. Quitarles los colores y vestir a los X-Men de negro funcionó bastante bien, a pesar de las críticas negativas que hubo hacia ese recurso. Sin ningún miedo, me atrevo a considerar a esta cinta como un clásico del cine moderno.

8. Captain America: The First Avenger (Joe Johnston, 2011)

Un superhéroe patriotero vestido de los colores de la bandera Estados Unidos puede verse como una propaganda tonta, anticuada y ridícula (sorry, Superman), sin embargo el director Joe Johnston y el actor Chris Evans no lo pintaron como un fanático de la política norteamericana ni como un agente que justifique actos de guerra. Por el contrario, deliberadamente lo mostraron como un tipo que representa un conjunto de valores perdidos, un hombre que cree en la valentía, la decencia y el respeto.

Steve Rogers es noble y humano, un héroe desinteresado que realmente puede verse como una especie de ideal, y es por eso que la película funciona. Hugo Weaving como Red Skull no fue el villano que muchos esperábamos, pero cumplió su misión de verse como la contraparte moral del Capitán. Es una de las menos valoradas del basto universo al que pertenece, y sin embargo, es una de las pocas se ha osado cuestionar las consecuencias humanas de la dominación global.

7. X2: X-Men United (Bryan Singer, 2003)

Después del estreno de X2, han llegado a los cines cinco películas de X-Men, entre geniales, buenas y malas; pero más allá de su calidad, todas tienen una cosa en común: buscan repetir la fórmula de esta segunda parte, que contiene todos los elementos que una película de X-Men necesita para sorprender.

No tengo dudas de que aquí vimos al mejor Wolverine de la historia del cine. Hugh Jackman nos lo mostró feroz y simpático (verlo defender la escuela de las manos de Stryker es simplemente fenomenal). Además, pocos villanos de Marvel han sido tan interesantes y convincentes como el Magneto de Ian McKellen, quien le da una personalidad única al personaje. Pocas veces, también, la trama de una película de superhéroes ha mostrado temas tan verdaderos y dignos de discusión. Bryan Singer equilibró los dos lados de la franquicia X-Men con destreza, pues nos presentó la cinta como una gran película de ciencia ficción sin perder el comentario social que ha sido una marca de la serie original desde el primer número del cómic. La escena en la que la madre de Ice Man cuestiona la naturaleza mutante de su hijo es de antología, planeada sutilmente por Singer para denunciar la violencia LGTB (#LoveWins). Mereció más reconocimiento.

6. Guardians of the Galaxy (James Gunn, 2014)

Guardianes de la Galaxia es muy diferente a cualquier otra película que haya hecho Marvel en su historia. James Gunn (de quien recomiendo ver «Super», con Riann Wilson y Ellen Page) le inyectó mucha de su salvaje y anárquica personalidad a esta space-opera protagonizada por personajes curiosamente entrañables y de tipo C, logrando resultados mágicos que se enganchan al universo Marvel de forma efectiva y sin que ese factor determine su propio peso argumental.

Esta es una película colorida y francamente extraña que acertó perfectamente al presentarnos a antihéroes reformados y de gran corazón. Al no ser personajes muy reconocidos en el papel impreso, cada uno de los protagonistas tuvo la oportunidad de conquistar al público en base a lo que la cinta mostró, y lo lograron. Esta película es un ejemplo de cómo equilibrar acción y comedia dejando a los amantes de ambos géneros muy satisfechos. Un plus es el gran soundtrack que acompaña las aventuras de los protagonistas, una selección invaluable. ¿Quién no terminó amando a Rocket y Groot y bailando con ellos? Su secuela está en desarrollo y las expectativas son muy altas. No se detenga, Mr. Gunn.

5. Iron Man (Jon Favreau, 2008)

Si le damos una personalidad diferente a cada película de Marvel, Iron Man sería el rockstar. Tal vez le deba su éxito comercial a la participación de Robert Downey Jr. y la música de AC/DC, pero no podemos quitarle crédito al director Jon Favreau, que si bien no hizo las cosas correctas en la segunda parte, en la primera Iron Man le dio a Downey Jr. y sus coestrellas el espacio adecuado para crear personajes fuertes y bien interpretados, sobre todo Jeff Bridges, quien nos presentó un villano decidido y con motivaciones comprensibles y hasta justificables.

Las escenas de pelea a otro nivel y los acertados toques de comedia lograron una química excelente y sensacional, tanto que su fórmula sirvió de base para el extenso universo que Marvel y Disney tienen sobre sus manos el día de hoy. Al igual que muchas películas de acción de la actualidad, Iron Man nos lanza chispazos cuando estamos a la espera de explosiones, pero eso no quita que todo lo demás sea muy gratificante. Ser la primera película del UCM no le quedó grande y por mucho tiempo fue la mejor cinta individual de la compañía. Como diría Stan Lee: ¡Excelsior!

4. Captain America: The Winter Soldier (Anthony y Joe Russo, 2014)

Lo más destacable de Captain America: The Winter Soldier es que logra funcionar como una especie de «Avengers 1.5». Con un guion bien pensado y claramente inspirado en las novelas de conspiración política y espionaje de los años 70, esta cinta se las arregla para conjugar a la perfección la historia de un superhéroe, un viaje lleno de giros inesperados, intentos de asesinato, computadoras parlantes, nazis y comedia. Es prácticamente un thriller político.

Con el siempre carismático Chris Evans a la cabeza (y un equipo de apoyo excelente para complementarlo), «The Winter Soldier» tiene el encanto de Marvel y, al mismo tiempo, todos los factores necesarios para poder considerarla la película más seria y mejor dirigida de su universo hasta la actualidad. Aunque nunca demasiado oscura como para lograr que el Capitán América deje de ser una de las más grandes brújulas morales del mundo geek. Los hermanos Russo acertaron en cada una de sus decisiones y demostraron una vez más que cuando el Capitán América está en buenas manos puede resultar tremendamente genial. No nos decepcionen con «Civil War», Russos.

3. X-Men: First Class (Matthew Vaughn, 2011)

Si calificamos las películas Marvel basándonos exclusivamente en la fuerza de sus actuaciones principales, «X-Men: First Class» se llevaría el primer lugar. El Magneto de Michael Fassbender y el Profesor X de James McAvoy hacen un equipo excepcional, tanto así que compararlos con las versiones adultas de los personajes (Ian McKellen y Patrick Stewart) no viene al caso. Ambos actores supieron crear una relación tan intensa que no necesitó de referencias a trilogía original.

Algunas decisiones en el resto del reparto pudieron estar mejor (sí, January Jones, no le gustaste a nadie), pero Matthew Vaughn supo desarrollar una historia acertada, completa y sumamente apasionante. Tal vez lo impactante y dolorosa que resulta la historia del joven Magneto, sus motivaciones de venganza y el símil que desarrolla con las intenciones de Sebastian Shaw (un impecable Kevin Bacon) son lo mejor de película, que se vio favorecida por las buenas interpretaciones de actrices como Jennifer Lawrence y Rose Byrne, quienes desecharon la imagen negativa de las mujeres en las cintas de superhéroes. De manera inteligente, X-Men: First Class le lavó la cara a una franquicia que, por su salud, merecía extenderse más y mejor.

2. The Avengers (Joss Whedon, 2012)

Las últimas películas mencionadas tienen excelentes argumentos para ser consideradas buenas o excelentes, pero no tienen al Capitán América, Thor, Iron Man, Hulk, Black Widow y Hawkeye reunidos como equipo y defendiendo a New York de una invasión alienígena. A pesar de obviar muchas aspectos importantes del material original sobre la formación del equipo, esta película logró que todos los fanáticos termináramos contentos.

The Avengers puede tener un comienzo torpe (estoy seguro que el autocrítico Joss Whedon también lo cree así), pero una vez que todos nuestros héroes están a bordo del helicarrier de SHIELD trabajando para acabar con el malvado Loki, la película simplemente irradia alegría y no se siente como un producto fabricado por un estudio de cine para el consumo masivo, sino como la primera vez que una película de cómic captura la alegría infantil de su material de origen y lo explota al máximo. Ningún fanático de Marvel Comics imaginó alguna vez que algo así de impactante iba a ocurrir. Estos personajes se proyectaban desde el principio a marcar un antes y un después en la forma de hacer estas películas, por lo que el resultado final no fue simple alegría… fue también excitación.

1. X-Men: Days of Future Past (Bryan Singer, 2014)

Esta pelíula tuvo que cargar con problemas causados por malas decisiones de su estudio, pero los superó de gran manera gracias a un reparto carismático, acción inteligente y al sentido de alcance que había estado un poco ausente en las últimas películas de X-Men (sí, las de Wolverine).

Bryan Singer vino de vuelta para darle una despedida de lujo al elenco original con una cinta que presiona el botón de reinicio en toda la franquicia de forma gratificante, interesante y dramática, borrando así las peores películas de la faz de la Tierra y despejando el camino para que James McAvoy, Michael Fassbender y Jennifer Lawrence puedan llevar la historia de los mutantes al más alto nivel.

X-Men: Days of Future Past utiliza con sabiduría todo lo bueno que ha tenido el universo de los mutantes en el cine y se da el lujo de presentar personajes renovados. Su final es una digna despedida a un excelente elenco que no mereció que se le hiciera participar en la nefasta «X-Men: The Last Stand». Narrativamente hablando, esta es la película más ambiciosa de la saga, y Singer consigue equilibrar a la perfección las escenas de acción con comedia e intriga, y sale bastante bien librado del periplo temporal que se mostraba un tanto complicado de narrar, según algunos sufridos fans. Muchos no lo creen, pero es un gran homenaje a «Terminator 2». Singer supo perfectamente cómo mantener la tensión y el equilibrio entre las temporalidades del relato, marcando con gran acierto el contraste entre el desesperanzado y apocalíptico mundo futuro, ante los luminosos años 70, con muchas referencias a momentos clave de las películas anteriores. «X-Men: Days of Future Past» demuestra estar realizada con mucho amor por el género. Y eso se agradece.

Plus: Quiero recomendar X-Men: Days of Future Past – The Rogue Cut, cuenta con un final mucho más emotivo que el del corte comercial y se siente casi como una película distinta.

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