En el año 2012, un grupo de noveles directores se juntaron para armar una antología de terror, al estilo de la “vieja escuela” como “La dimensión desconocida” o “Creepshow”, basada en historias de corta duración, donde se verían situaciones de casos reales de suspenso y horror, o paranormales y fantásticas. Aquí el atractivo era que estas historias habían sido registradas en cintas de VHS y por ello no tuvieron mejor idea que titularla de esa manera, pero para darle un toque de misterio la denominaron V/H/S.
El resultado de esta apuesta fue más que aceptable, y al siguiente año se lanzó V/H/S 2, siguiendo la misma fórmula pero elevando un poco el nivel mostrado por la primera película, con historias más convincentes y sobre todo, bien apoyada por los efectos visuales y, en su defecto, por un mejor trabajo en maquillaje allí donde se requería. Si aún no la han visto, déjenme decirles que se las recomiendo.
Se ha estrenado la que sería la tercera parte de la saga realizada en el 2014 bajo el título de Escalofrío sangriento 2 (V/H/S: Viral). Lamentablemente, estamos ante una secuela fallida, que no supo mantener el interés que sí tuvieron las predecesoras, aquí el nivel baja de una manera inusitada y no logra ni asomarse a lo visto anteriormente.
La trama intenta acercarse a lo que ya habíamos apreciado en las dos películas anteriores, donde todo es grabado a través de la técnica del found footage, hay una historia principal de por medio y al mismo tiempo se ven otras historias que se mezclan con esta. Los conocedores de la saga, habrán notado que hay una diferencia en la construcción del filme, ya que en las dos primeras vimos a un grupo de personas que irrumpían en una casa y se encontraban con las cintas, que reproducían una por una. Aquí esto no sucede, ya que no hay VHS, ni cintas ni nada que se le asemeje, ya que se decidió hacer un filme más moderno poniendo en pantalla los distintos medios de grabación que ahora tenemos, como celulares o cámaras caseras, ya que como el nombre original lo dice, vivimos en un mundo “viral”.
La primera de estas historias se titula «Vicious Circles«, que es la historia principal del filme. Nos muestra a una joven pareja de novios, Iris y Kevin, viviendo buenos momentos, registrando en video sus incidencias. Una noche surge la noticia de una persecución policiaca a una camioneta que vende helados cuya ruta pasa justamente por la casa de la pareja. Kevin, por querer obtener las mejores tomas, sale a la calle a pesar de las advertencias de la policía y su novia también sale, pero de un momento a otro desaparece, cayendo presa del vehículo en cuestión. Y es aquí donde él empieza su propia persecución y en el camino se encontrará con varias cosas extrañas. La historia peca de bizarra y para ello añaden cortes muy bruscos, eso le resta muchos puntos. Además por momentos puede causar mareos, quizás sería bueno tomar una pastilla para contrarrestar el efecto.
La segunda historia lleva por nombre “Dante The Great”, que está hecha en un formato de falso documental. Narra la historia de Dante, un tipo aficionado a la magia pero sin éxito en la vida, hasta que se encuentra con una capa negra que posee extraños poderes y que perteneció a Harry Houdini. Dante la usa para hacer trucos mágicos convirtiéndose en una celebridad del espectáculo. Lo malo es que la capa necesita “vivir” y su “comida favorita” son seres humanos. Viéndolo de un modo distinto, esta no es una historia de terror propiamente dicha, sino un relato de suspenso y que tiene sus momentos, pero sin ser explotada conveniente pues posee una trama interesante.
El tercer relato se llama “Parallel Monsters” y es, por lejos, lo mejor del filme, el segmento está dirigido por Nacho Gavilondo. Un matrimonio, donde el esposo es científico, crea una puerta que abre un conducto hacia una dimensión paralela, y del otro lado se encuentra consigo mismo. Ambos acuerdan entrar en el mundo del otro por un lapso de quince minutos para explorar por un momento su vida paralela. En un principio todo parece normal, pero luego uno de ellos se dará cuenta que en la otra dimensión todo se rige siguiendo un patrón demoniaco. Esta historia es un buen “pase de vueltas”. Recomendable.
La última lleva por nombre “Bonestorm”, y es la más floja en contenido. Trata de un grupo de “skaters” que quieren realizar el mejor video de sus habilidades para subirlo a internet y por ello no tienen mejor idea que ir a un lugar descampado en la ciudad de Tijuana en México. Al llegar empiezan a grabarse hasta que se encuentran con un grupo de personas con capucha pertenecientes a una secta satánica quienes ven en ellos el sacrificio perfecto para su demonio. Estos se defiende con sus skates o pistolas (salidas de no sé dónde), solo que los enemigos no son del todo humanos. Un festín de pura sangre y lo que es peor, no tiene un “final”.
Está de más decir que Escalofrío sangriento 2, es una total y completa decepción que, menos mal, se olvidará rápidamente. Muy mal por el lado de los productores, que no aprovecharon la experiencia de las predecesoras para sacar un producto a la altura de las expectativas. Este secuela no aporta mucho al género a excepción de “Parallel Monsters”. Una pérdida de tiempo.
Deja una respuesta