Hay una buena noticia y una mala noticia en relación al nuevo reboot de Los 4 Fantásticos. La buena es que es una mejor película que la versión del 2005, dirigida por Tim Story. La mala es que… es mejor, pero no por mucho. Esta nueva adaptación de uno de los cómics más viejos de Marvel es un caso curioso; interesante por momentos, especialmente durante sus primeros dos tercios, pero desastrosa hacia el final, y en general un producto desordenado y poco inspirado. Es una película rara y alejada de su fuente de inspiración, la cual dudo mucho vaya a emocionar a los fanáticos de Marvel.
«Los 4 Fantásticos» está inspirada tanto en la historia original de los personajes, como en el Universo Ultimate de los cómics, en donde los cuatro protagonistas son más jóvenes. Miles Teller (Whiplash) interpreta a Reed Richards, el Hombre Elástico; Michael B. Jordan (Fruitvale Station) es Johnny Storm, la Antorcha Humana; Kate Mara («House of Cards») es su hermana adoptada, Sue Storm (la Mujer Invisible), y Jamie Bell («Billy Elliot») es Ben Grimm, La Mole.
La película empieza presentándonos a Reed y Ben como escolares. El primero es un genio en potencia, y el segundo es su mejor amigo, quien lo ayuda a construir (con cierto éxito) una máquina teletransportadora. A pesar de tener el peor profesor de la historia, quien no cree en su proyecto, Reed es reclutado por el Dr. Storm (Reg E. Cathey) para trabajar en el Instituto Baxter y ayudarlo a él y a su hija Sue a crear una máquina que pueda teletransportar gente a una dimensión alterna.
Y eso es precisamente lo que logran hacer… después de casi una hora de introducción. Lo curioso de «Los 4 Fantásticos» es que dedica la mayor parte de su duración a la experimentación por parte de sus personajes, a descubrir cómo es que pueden lograr que su proyecto funcione, y a conocerse entre ellos. Esta sección fue, para mi sorpresa, la más interesante de la película, a pesar de ser la menos parecida a cualquier otra cinta de súperheroes. Quizás no a todos los emocione ver a los personajes investigando e interactuando entre ellos, pero el hecho de que estas escenas sean tan enfocadas en el desarrollo de la trama y los personajes me resultó algo refrescante.
Lamentablemente, es cuando los cuatro protagonistas consiguen sus poderes que la película se va al hoyo. Reed, Johnny, Ben y un programador de computadoras rebelde llamado Víctor Von Doom (Toby Kebbell) logran viajar a la Otra Dimensión en la máquina, sufren un accidente que “mata” a Doom, y regresan a la Tierra con sus nuevos poderes. (A pesar de no viajar, Sue también consigue poderes, aunque de una manera bastante tonta, como resultado de la llegada de sus amigos). Si bien los primeros dos tercios de metraje eran sorprendentemente meditativos y sobrios, una vez que Los Cuatro despiertan encerrados y algo traumados (Reed con las extremidades estiradas, Johnny con el cuerpo incendiándose, etc…) y la película hace un inesperado salto temporal, el tono cambia por completo.
Entiendo lo que Josh Trank, el director, quizo hacer con la cinta. Quería desarrollar la historia de manera más realista, más oscura, presentando la ciencia que lleva a los personajes a la Otra Dimensión de manera verosímil, e incluso introduciendo sus nuevos poderes casi como si estuviésemos viendo una película de terror. Hay elementos de body horror en las escenas en que los protagonistas despiertan después del accidente, y sorprendentemente, funcionan. Pero si vas a desarrollar una película con este tono tan particular, pues debes mantenerlo hasta el final. El problema de «Los 4 Fantásticos» es que decide hacer un giro de 180 grados y concluir con un clímax apurado, repentino y más tradicional, presentándonos una “batalla” de cortísima duración, llena de efectos especiales pero carente de tensión. El villano con el que se enfrentan es Dr. Doom (¡oh sorpresa, no murió!) pero poco nos enteramos de él o de sus motivaciones. Un adversario de temer, no es.
Ahora bien, cabe también mencionar que dicho cambio de tono puede deberse más a una intervención de la productora, 20th Century Fox, que a decisiones tomadas por Trank. El salto temporal es tan repentino, y el clímax de la película es tan breve y soso, que no pude evitar pensar que la cinta fue cambiada en la isla de edición a último minuto. Parece como si se hubieran quitado varias secuencias del corte final (de hecho, hay varias escenas que aparecen en los trailers y no en la película, como una toma de Ben con un bate de béisbol, o Johnny revisando un motor de carro). Hay todo un período en el que La Mole trabaja con el gobierno peleando contra terroristas y otros malhechores, pero en vez de que dichas escenas sean parte de la narrativa, simplemente las vemos en pantallas presentadas por el personaje de Tim Blake Nelson (el típico representante del gobierno sin escrúpulos).
Y habiéndome enterado de un tweet que Trank publicó el día del estreno del filme y que inmediatamente borró, creo que mis teorías han sido confirmadas. En la publicación declaró: “Hace un año tenía una versión fantástica de esto. Y hubiese recibido excelentes críticas. Probablemente nunca la vean. Esa es la realidad”. Los 4 Fantásticos tiene todos los signos de una película que fue “manoseada” en la etapa de postproducción, lo cual debería ser la prueba final de que Fox no tiene la menor idea de qué hacer con estos personajes. ¿Podemos devolverle los derechos a Marvel de una buena vez, por favor?
¿Podemos decir algo de bueno de los actores, al menos? Como Reed Richards, el talentoso Miles Teller no hace un mal trabajo; su interpretación es suficientemente inocente como para que uno se pueda identificar como el personaje. Michael B. Jordan la inyecta algo de humor a Johnny Storm durante las primera escenas de la película, para luego transformarlo en alguien más molesto y menos divertido. No es necesario decir que su carisma es, en general, desperdiciado por el guión. Como Sue, Kate Mara no me resultó particularmente memorable (y me molestó que su personaje no viaje con “los chicos” a la otra dimensión la primera vez), pero el que verdaderamente fue estafado por el guión fue Jamie Bell. Su personaje casi no aparece durante la etapa de preparación del experimento, lo cual quiere decir que interactúa muy poco con el resto del equipo. Y una vez que obtiene sus poderes, tiene que interpretar a la Mole como un personaje digital. Grimm casi no tiene personalidad ni desarrollo, lo cual resulta en cambios de motivación y actitudes muy repentinas, especialmente durante las últimas escenas.
Visualmente, Los 4 Fantásticos es una mezcla de lo feo y lo espectacular (aunque lamentablemente tenemos más de lo primero que de lo segundo). La creación digital más impresionante es La Mole; definitivamente se ve mucho más realista e intimidante que la versión maquillada de Michael Chiklis del 2005. Los poderes de cada uno de los miembros del equipo están correctamente visualizados, pero los demás efectos no son nada especiales. La Otra Dimensión (eventualmente llamada “Planeta Cero”) se ve particularmente falsa, y en general me llamó la atención que la película se sienta tan pequeña en escala. La mayor parte del filme se desarrolla en pasadizos, en laboratorios, y en el Planeta Cero, y la batalla final no tiene absolutamente nada de épica. Es pequeña en escala, corta en duración, e involucra un rayo azul que llega hasta el cielo, igual al que vimos en cintas como Los Vengadores o Transformers 3. Ya es hora de tirar ese recurso a la basura.
Por cierto, si revisan bien los créditos, verán que la banda sonora fue compuesta en conjunto por Marco Beltrami y el gran Phillip Glass (¡!) Lamentablemente, la música de estos dos talentosos artistas es tan decepcionante como la dirección de Trank (responsable de la entretenida «Chronicle») o el guión de Simon Kinberg («X-Men: Días del Futuro Pasado»).
Los 4 Fantásticos no es un completo desastre, pero considerando la visión que se supone Trank tenía de la historia, es imposible evitar sentirse decepcionado. La película es un enredo, un choque de visiones y de estilos, una historia que comienza con promesa y que poco a poco va descendiendo a la mediocridad, para finalmente, después de un inexplicable cambio de tono, concluir de manera estúpida y floja. Fox ya ha anunciado una secuela para el 2017; realmente dudo que vaya a llevarse a cabo. Los 4 Fantásticos es un experimento relativamente interesante pero fallido. A estas alturas, simplemente deberían cederle los derechos a Marvel y dejar que los personajes se diviertan con los Vengadores.
Bonus: Escuchen también el podcast que Pasaje 18 le dedica a este ‘peculiar desastre’:
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