Tras una película fallida como lo fue La cara del diablo (2014), Frank Pérez Garland retoma la idea del amor, esta vez no contada desde cuatro perspectivas como en Un día sin sexo (2005), pero sí centrada en esa fórmula discursiva y mil veces retocada de chico conoce a chica, que tiene un contemporáneo cercano en la película peruana Quizás Mañana de Jesús Álvarez.
A partir de un relato de amor, Pérez Garland nos muestra un espacio para la identificación, en el que resulta difícil escapar del reconocimiento entre una serie de diversas relaciones, ya sea un matrimonio que apunta a ser seguro y termina por separarse, unos padres que se han acostumbrado a vivir con conflictos, una pareja de jóvenes con problemas de comunicación y otra más consolidada con un bebé de por medio, donde las cosas al parecer también son frágiles.
>> Escucha la entrevista que sostuvimos con Frank Pérez Garland y Vanessa Saba
Esta atmósfera de incomodidad y en el que nada es perfecto, se acentúa en la relación que encarnan Vanessa Saba y Giovanni Ciccia, protagonistas del filme.
El encuentro, en un inicio, resulta ser un truco de guión ingenioso, que pierde fuerza en muchos momentos, sobre todo cuando el discurso se vuelve tedioso por lo repetitivo y lo prosaico, y que tiene sus mejores puntos en el in crescendo de situaciones dónde advertimos que los personajes están a punto de explotar, como cuando Vanessa revela el secreto que la ha llevado a salir de casa.
Lejos de cualquier propuesta desmedida, nos centramos en la sobriedad de una puesta en escena, un simbolismo encubierto como aquél momento en el que Vanessa parece ahogarse en una pecera mientras recibe la llamada de Giovanni o aquellos fuegos artificiales que retumban en año nuevo, en una relación que parece resquebrajarse.
Además de ello, la fotografía de tonos fríos, desaturados, de atmósfera nostálgica, y encuadres de cámara en mano, refuerzan una naturalidad actoral, en la que ambos personajes buscan en el otro esa balanza para equilibrar sus vidas.
Ella & Él, lejos de los problemas de diálogos, se sostiene por sus dos protagonistas y los matices en sus personajes; por esos espacios reflexivos que hay en sus miradas; por ese deseo incontrolable que tienen por amarse, a pesar de sus distintas formas de pensar; por aquel desequilibrio interno de la mujer, que la perturba y no la deja libre; y por la culpa interna que siente el personaje de Giovanni Ciccia, por engañar a esa mujer que se esfuerza por darle un regalo de cumpleaños o pasar el año nuevo con él.
«Ella & Él» nos habla de un romance eterno y complejo, de un espacio para el confort, pero también para las dudas y el miedo. Es un relato de clichés, imperfecto, pero finalmente sensible y honesto.
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