En el 2009 llegó Actividad Paranormal, que mostró al mundo un concepto original (pero no nuevo) de hacer cine de terror utilizando la ténica del found footage.
Ese filme se centraba en la historia de una pareja que venía siendo acechada poco a poco por un ente que habitaba en su casa, trayendo al final un terrible desenlace. El impacto que tuvo este filme en el público fue algo bastante sorpresivo, porque en su periplo por los cines recaudó la cifra de 107 millones de dólares habiendo costado solamente 15 mil dólares.
Como era de esperarse, Paramount Pictures vio en este título a su nueva “gallina de los huevos de oro” y empezó a armar las secuelas pero con una trama más elaborada y con historias entrelazadas una con la otra. A pesar que las películas que le siguieron en los siguientes tres años fueron más sustos que argumento, el público seguía respondiendo y obtuvieron valiosos números en la taquilla. Incluso, llego un spin-off para el 2014, que fue el punto de quiebre y donde se empezó a notar un desgaste en creatividad junto a una muy mala recepción del público.
Estamos en el 2015, y los productores decidieron que era hora de volver a la cancha, y luego de tres años de ausencia, tenemos entre nosotros Actividad Paranormal: La Dimensión Fantasma, quinta y quizá última parte de esta saga de terror donde se nota que los guionistas (ésta vez son cuatro, aunque no lo crean) no tuvieron un resultado ni siquiera aceptable.
La trama (que no difiere mucho de las anteriores) se centra en una familia conformada por los padres Ryan y Emily quienes junto a su pequeña hija Leila, se han mudado a su nueva casa. Mientras buscan adornos navideños, se encuentran con una caja llena de videos en VHS al igual que una videograbadora antigua, aduciendo que fue dejada allí por los antiguos dueños. Ellos la logran activar y empiezan a captar todo con ella, pero Ryan empieza a notar algo extraño, ya que en algunos lugares de la casa se ve una «mancha” en la imagen, pero no le toman importancia.
Con el trascurrir de los días, empiezan a manifestarse cosas en la casa, sobre todo, en el comportamiento de Leila. Ryan empieza a ver los videos de la caja y se da cuenta que en su casa se realizaban cultos donde se adoraba a un ente malévolo, quien ahora estaría detrás de su pequeña hija.
Los fans del terror (que somos muchos) por experiencia sabemos que cuando se habla de un título que posee dos, tres, cuatro o más secuelas, el argumento queda de lado y lo que interesa es la manera de generar sustos fáciles a la audiencia, ya que eso tapa las deficiencias que puede tener un guion. Precisamente, eso es lo que pasa aquí, porque el tema del ente paranormal ya se gastó y uno sabe cómo va a empezar, como se armará el desarrollo y como terminará.
La gente involucrada en el proyecto, esta vez no tuvo mejor idea que darle vida a la “entidad” y mostrarnos la forma que posee, dejando de lado el misterio ya que uno al verlo sabe por dónde va y qué es lo va a hacer, cosa que en las anteriores no sucedía porque se mantenía como un fantasma que aparecía de golpe, y es por eso que esta película está un escalón más abajo que las demás (incluso de la parte cuatro, increíblemente).
La trama de Actividad Paranormal la comparo con alguna película slasher del estilo «Viernes 13» o «Halloween», donde llama más la atención cómo los personajes van a morir o qué pasara al final, y sabemos que, al igual que con Jason o Michael Myers, el mal no puede morir. Ese es el gancho de esta clase filmes, donde tenemos a un asesino (la entidad) y la casa donde habitan sus víctimas sería un Crystal Lake o Elm Street.
Paramount sabía que su nueva “Actividad Paranormal” no era un producto decente, por eso tuvo la brillante idea de hacerla en 3D, donde hay una buena elaboración de efectos especiales pero, para una película de este calibre, tal vez mucha computadora no era la respuesta adecuada. Aunque para una quinta parte, ¿qué más se puede hacer? ¿Se puede pensar a estas alturas en algo distinto?. Parece que no.
El futuro de la saga es incierto porque, por un lado, deja abierta una pequeña puerta para una sexta parte y cerrar de ese modo una segunda trilogía y por el otro, tal vez le hayamos dicho adiós debido a la pobrísima recaudación que ha obtenido en su primer fin de semana. Si de mi dependiera, me quedaría con lo visto, y no le daría más vueltas al asunto. Fue bueno, pero ya pasó.
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