Cuando en una oportunidad escuché a Gonzalo Ladines decir que su ópera prima «Como en el Cine» estaría inspirada en la nueva comedia norteamericana, específicamente en el estilo de Judd Apatow y de sus eternos colaboradores (Seth Rogen, Steve Carrell, Jonah Hill, etc.), tuve varias dudas. La verdad, no estaba muy seguro de que ese tipo de hacer comedia, que mezcla bromas inteligentes con una humanización del protagonista en constante evolución, lograse encontrar los recursos necesarios para funcionar en el ámbito peruano y, a la vez, pudiese conectar con el público para mantenerlo atento a la película por casi dos horas. Pero después de ver la película, quedé complacido y mis dudas se resolvieron. «Como en el Cine» de Gonzalo Ladines es una película hecha con verdadera honestidad, pasión con el cine y una visión muy realista de lo complicado (y gratificante) que es para todos cumplir nuestros mayores sueños.
«Como en cine» cuenta la historia de Nico (Manuel Gold), un joven asistente de dirección en una productora publicitaria que vive harto del trabajo que realiza. Después de que su novia lo engaña con ¡SPOILER! sobre sus amadas sábanas de Star Wars y pierda su trabajo en la productora, Nico entra en una fase de depresión crónica. El protagonista se muda a casa de Dani (Gisela Ponce de León), su amiga lesbiana que vive pintando obras de arte de genitales sin mucho éxito comercial. Aún deprimido, Nico se inspira en su relación con Dani para escribir un corto y reconciliarse con su sueño universitario de hacer cine, dándole un nuevo sentido a su vida. Para ello buscará la ayuda de sus antiguos compañeros de facultad, interpretados por los geniales Andrés Salas y Pietro Sibille, que al igual que Nico se dedican a otras actividades, menos a la de hacer cine. El resto de la película se enfoca en las dificultades del grupo para lograr grabar el corto, que no será nada fácil más allá del aspecto logístico, además de poner en riesgo su amistad y el futuro de sus vidas.
Lo mejor de «Como en el cine» es que, a pesar de presentar más de una escena que roza con la ridiculez, la película no deja de ser auténtica. Esos gags, como la secuencia del casting o las grabaciones del corto en exteriores, están llenas de sentimientos y rememoran momentos especiales para cualquiera que en su vida haya pasado por esas emocionantes situaciones. «Como en el cine» funciona precisamente por eso: está hecha para homenajear esos momentos de nuestra vida que nos ayudaron a crecer y nos convencieron de seguir nuestros sueños. Los personajes de Gold, Salas y Sibille expresan ese mensaje de gran manera: los tres tenían grandes metas guardadas en un cajón, pero solo necesitaban que alguien los empujara para darse cuenta, elemento que la película sabe representar, e incluso, logra traspasar la pantalla.
Uno puede notar que Gonzalo Ladines, director y guionista, se basa en su propia historia para contar la de Nico, y eso la hace más valiosa. Quien mejor que alguien que cumplió su primera gran meta para decirle a los demás que la esperanza es lo último que se pierde, sobre todo cuando tienes talento y verdadero amor por lo que haces. «Como en el cine» es un gran esfuerzo de grupo materializado en una historia con personajes humanos y con los que identificarse no logra ser muy difícil. Tal vez muchos crean que debido a la temática, la película solo puede ser vista y entendida por cinéfilos y profesionales del cine, pero yo siento que no, que la cinta va más allá de eso e intenta reflejar las dificultades con la que cualquier persona se encuentra cuando decide hacer algo que la apasione y no tiene todo el apoyo que quisiera. Por eso, resulta muy emotiva.
Con respecto el aspecto técnico, no hay muy poco que objetar. En cuanto a las actuaciones, el trío protagonista nos regala una química envidiable que hace imposible no creer que se conocen hace años y que comparten muchas cosas en común. Entre los personajes secundarios, quien destaca es Gisela Ponce de León en el papel de Dani, una artista homosexual cuyo mayor gancho es su gran sentido del humor y su entrañable amistad con Nico. Gisela nos presenta un personaje adorable, carismático y que roba cámaras cada vez que aparece. Tal vez Dani sea el personaje de mayor recordación de acá a unos años, y será muy anecdótico no equivocarme. Otro que merece una mención especial es Guillermo Castañeda, quien en las pocas escenas en las que participa, logra más de una disparatada situación. Cuando lo vean, lo entenderán.
Los que quedaron un poco en debe fueron Fiorella Pennano y Joaquín Escobar, quienes interpretan a los protagonistas del corto de Nico (basado en un corto verdadero llamado Rumeits, escrito y dirigido por el mismo Gonzalo Ladines). Fiorella es Ariana, una joven actriz que se convierte en el interés romántico de Nico. No hace un mal trabajo, pero siento que el personaje no logra ser lo suficientemente trascendente para la historia como para entender porqué Nico, en realidad, se enamora de ella. Por su parte, Joaquín Escobar es Manuel, un comediante de stand-up que después de su presentación en la película, nunca más vuelve a ser gracioso a pesar de su profesión, lo cual me descuadró un poco, pues su aparición me anticipaba muchas más situaciones cómicas en las que él estaría involucrado. Pero más allá de esos detalles, todos los actores cuentan con una gran naturalidad en escena, algo poco visto a menudo en las producciones nacionales de género, lo cual es un gran mérito, pues permite un mejor acercamiento con el espectador.
Un punto importante del filme son las innumerables referencias cinematográficas, tanto a cintas nacionales como extranjeras, expresadas de grandes formas y en simples detalles que tal vez, en ese aspecto sí, eran guiños exclusivos para los cinéfilos más apasionados. Punto aparte merecen los cameos de diferentes celebridades nacionales, algunos mejor logrados con otros, pero todos puntuales y nada exagerados. Del mismo modo, son destacables las hilarantes situaciones en las que el grupo muestra lo mejor de sí como equipo, como los juegos con licor en el bar de la fiesta profondos o la grabación final del corto de Nico.
En resumen, es una película fresca que no necesita de humor físico para ser graciosa y aleccionadora. «Como en el Cine» logró con honestidad y pasión lo que muchas producciones intentaron sin éxito en los últimos años: marcar un precedente en la forma de hacer comedia en el país. Sigan para adelante, compañeros… y que venga una protagonizada por los personajes de Guillermo Castañeda y Gisela Ponce de León, por favor.
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