Existe un tipo de películas que es mejor ir desenrollando poco a poco, cual alfombra fina. Mientras menos se sepa, mientras más se vaya descubriendo de a pocos, mejor. La habitación (Room) es una de ellas. Esta producción irlandesa-canadiense (dirigida por Lenny Abrahamson y basada en el libro homónimo de Emma Donoghue) nos muestra una historia fascinante, conmovedora y sombría, que se desarrolla en un reducido mundo de cuatro paredes, y discurre a través de los ojos de un inocente y curioso niño de largos cabellos.
Estrenada el 2015 en el Telluride Film Festival (Colorado, EEUU) Room cuenta con varios premios y nominaciones en su haber. Logrando el premio a Mejor actriz para Brie Larson en los Globos de Oro; y con nominaciones en los Premios Oscar como mejor película, mejor actriz, mejor director y mejor guión adaptado. «Room» viene a sorprendernos de manera favorable en esta temporada de premiaciones.
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La película nos presenta al pequeño Jake, de cuatro años y a su joven madre Ma, confinados en una pequeña habitación cuyo contacto con el mundo exterior se reduce a un tragaluz en el techo. Tienen lo básico para vivir, incluido un televisor, frente a lo cual Jake debe hacer acopio de su imaginación para no morir de aburrimiento o desesperación en ese reducido y asfixiante espacio. Tiene un perro, «Lucky», que vive en su mente y al igual que todo niño, debe cumplir con ciertas rutinas: bañarse, terminar su almuerzo, cepillarse los dientes, etc. Además, por razones que escapan de su entendimiento, debe permanecer encerrado en el closet, sin hacer ruido, cada vez que “Nick” visita a Ma. En este punto, podemos decir que la autora del libro (y a su vez, del guión) se inspiró en el caso real de Josef Fritzl, el secuestrador austriaco que mantuvo a su propia hija encerrada durante 24 años, engendrando con ella un total de siete hijos.
Jake está creciendo. La habitación se va volviendo más pequeña y su impaciencia es cada vez más grande, llegando a frecuentes roces con Ma, quien en algunas ocasiones tiene dificultades para manejarlo. Al cumplir cinco años, Ma decide que Jake está listo para conocer la oscura verdad de su aislamiento. Y no sólo eso: Jake deberá cumplir un rol fundamental en su liberación, esté listo… o no. Ella sólo desea escapar de la horrible pesadilla que vive desde hace siete años. Sin embargo, aquella pequeña habitación es todo lo que el pequeño Jack conoce, por ello se muestra renuente a ayudarla pues se siente casi como en el vientre materno: seguro y confiado, por eso teme salir de aquella zona de confort.
Room cuenta con dos fantásticas actuaciones principales. Brie Larson está sensacional como Ma, asumiendo el rol de madre/hermana del pequeño Jack, interpretado por Jason Trembley, de nueve años. Ella transmite no solo aceptación hacia el fruto de una relación violenta, sino también algo que podría resultar inadmisible en dichas circunstancias: amor. Lo protege como cualquier madre lo haría y en la segunda parte de la historia, su grado de protección hacia él sólo parece aumentar ante la presencia de un nuevo mundo, frío y hostil, con diferentes reglas de juego.
Por su parte, Jason Trembley, interpretando a Jack, se convierte en el verdadero protagonista de la historia, dándonos a conocer la importancia de los pequeños detalles de un mundo inmenso, abriendo nuestros ojos a la maravilla de descubrir y vivir. En un mundo frío e indiferente, Ma y Jack nos remiten a la inocencia más pura, a que sólo se necesitan el uno al otro, (además de su libertad, claro) para ser felices. Una película que ingresa a nuestra cartelera y es totalmente recomendable.
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