Desde diversas latitudes y miradas, la grave crisis de fines de la primera década del siglo XXI está reflejándose en el cine. En documentales y ficciones, en Europa y Hollywood, con bajo o alto presupuesto, y enfoque moderado o radical.
The Big Short, sexto largo dirigido por Adam McKay, filme multinominado al Oscar, debe ser el proyecto de más alto perfil sobre el tema. Con varias estrellas –una de ellas, Brad Pitt, es productor también–, un costo de 28 millones de dólares y un fino didactismo que juega con el público “para que se entienda mejor” el mecanismo de fraudes y absurdos especulativos que estallaron la burbuja inmobiliaria y bursátil.
La puesta en escena adopta el ritmo scorsesiano, con abundante información y vértigo, que incluye relatos de los personajes expuestos a la cámara directamente. Sin perder la fluidez narrativa, busca una reconstrucción de los hechos minuciosa y que no parezca ficticia. De The Wolf of Wall Street se jala a Margot Robbie, la actriz que encarnó a la esposa de Jordan Belfort (Di Caprio). Y del universo teenager toma a Selena Gomez. Ambas están en modo herself, traduciendo el argot económico con la sencillez de un video de YouTube. El autor adapta así la tradición liberal de Hollywood a la actualidad omniaudiovisual, de referentes pop y múltiples nichos de mercado.
The Big Short, epopeya de antihéroes que apostaron pírricamente por el crac de la economía estadounidense que los envolvía, registra la codicia extrema, que es la base del capitalismo, capaz de inventar en nuestra era productividades, lucros y ganancias que solo existen en el papel y que revientan cuando la realidad no puede soportar más el simulacro.
La gran apuesta (The Big Short).
Estados Unidos, 2015. 130 minutos.
Dirección: Adam McKay.
Guión: Charles Randolph, Adam McKay.
Actúan Christian Bale, Ryan Gosling, Steve Carell, Brad Pitt, Marisa Tomei, Hamish Linklater, Melissa Leo, Margot Robbie, Selena Gomez, Tracy Letts, Jeremy Strong, Anthony Bourdain, Hunter Burke, Aiden Flowers.
(Texto publicado originalmente el 31 de enero en el Diario El Peruano).
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