Con su nominación al Oscar como Mejor Filme de habla no inglesa, la colombiana El abrazo de la serpiente marca todo un hito en la cinematografía de Colombia, pues se trata del primer filme en la historia de ese país en ser nominado por la Academia de Hollywood.
Si bien la cinta dirigida por el colombiano Ciro Guerra tiene una competencia muy complicada en su categoría -sobre todo frente a la archifavorita Hijo de Saúl, de Hungría-, por aquí nos alegraría mucho verla dar la sorpresa y triunfar el próximo domingo. No solo porque se trata de una estupenda película, sino porque en ella se aprecia el gran trabajo de varios profesionales latinoamericanos, entre los que destacamos al peruano Guillermo García.
Guillermo García es un experimentado operador de cámara, especializado en el manejo de la Steadicam, el nombre comercial con el que se conoce al popular estabilizador de cámara utilizado en filmaciones de cine, televisión y publicidad. Este equipo de rodaje especial consiste en un sistema de suspensión con soporte para la cámara y un sistema de contrapesos, el cual compensa los movimientos del operador, lo que permite estabilizar las imágenes en las grabaciones de un plano secuencia.
Guillermo ha trabajado en los rodajes de decenas de películas peruanas, entre ellas «Las malas intenciones», «El limpiador», «El mudo», «Asu Mare», «La teta asustada», «Climas», «Contracorriente»; además en las internacionales «Icaros», «Altiplano» y «Ciudad jardín». Actualmente se encuentra trabajando en la filmación de Cebiche de tiburón, dirigida por Daniel Winitzky.
Fue gracias a esta amplia experiencia que Guillermo García pudo ser convocado para trabajar en «El abrazo de la serpiente». Decidimos entonces conversar con él, conocer más sobre su trabajo y sobre el rol del operador de steadicam:
Guillermo, ¿cómo se dio tu participación en «El abrazo de la serpiente»? Sabemos que a partir de tu trabajo en «La teta asustada» se abrieron más puertas a nivel local e internacional.
Sí, tuve la suerte de ser parte del equipo de cámara que realizó La Teta Asustada, de Claudia Llosa, filme que también fue nominado al Oscar, el 2010. Tengo muy buenos recuerdos de esa película, fue un grupo muy bueno de gente. Tiempo después, la fotógrafa argentina Natasha Braier -quién también trabajó en «La teta asustada»-, me invitó a rodar una película en Londres, The Infidel (2010). Esta fue una experiencia muy enriquecedora, una oportunidad de poder medirte profesionalmente a nivel internacional.
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Mi participación en El Abrazo de la Serpiente se da por una invitación que me hizo el fotógrafo David Gallego, con quien ya había filmado una película anteriormente en Bogotá: Violencia (2015) de Jorge Forero.
Yo había visto la anterior película de Ciro Guerra, Los viajes del viento (2009), la cual me gustó mucho, así que acepté de inmediato la invitación para sumarme a esta extraordinaria aventura.
¿En qué locaciones se grabó la película, y cómo fue el trabajo en general con Ciro Guerra y el DF David Gallego?
Estuve en el rodaje que se desarrolló casi en su totalidad en la selva colombiana, en la región del Mitú en Vaupés, durante seis semanas. Fue un trabajo muy duro, los rodajes en la selva son muy fuertes. Todo el equipo se comprometió mucho, le puso mucho corazón.
El rodaje se realizaba mucho en canoas, hacíamos tomas de canoa a canoa en seguimientos laterales, cubriendo los textos de los personajes. También filmábamos con la cámara en la misma canoa de la escena, esas tomas eran las más complicadas para mí, debido al reducido espacio, casi no me podía mover.
Uno podría tener la idea que la steadicam se usa con el operador en movimiento, caminando o corriendo. Pero en este caso, es el vaivén de la canoa lo que debe estabilizarse, ¿es así?
Efectivamente, usamos la steadicam en canoas, las usábamos para hacer movimientos como dollys o pases de tiempo. También para tener tomas frontales de los personajes mientras se desplazaban por el río.
También filmábamos en tierra, con mucha vegetación en zonas casi vírgenes, debiéndose encontrar recorridos que permitieran que la cámara se movilice de manera fluida, siguiendo al actor.
Ciro [Guerra] y David [Gallego] tenían desglosadas las escenas, indicando donde iba la steadicam, cómo eran los movimientos, qué se quería mostrar o qué sensación se quería dar. La noche anterior conversábamos sobre lo que íbamos a filmar, cómo debería ser el movimiento de cámara. Ya después en la locación se iba probando, se coreografiaba con los actores y en algunos casos con las canoas que también nos servían para hacer algunos movimieentos, como si fueran un dolly.
En general, ¿cómo te preparas para la grabación de un plano secuencia con la steadicam? Como se deciden los movimientos y giros de cámara, son decisiones del director, del DF? Que tanto interviene el operado de steadycam en ese trabajo creativo?
La preparación de un plano secuencia involucra a todas las áreas, es un trabajo en conjunto. Se plantea el movimiento, la ruta a seguir, la necesidad de la escena, de lo que se quiere decir o mostrar. Muchas veces debo memorizar el texto de la escena para poder saber en qué momento la cámara debe panear, detenerse, buscar algo en particular, etc. Por supuesto, el director es quien señala cómo debe ser el plano secuencia, luego interviene el fotógrafo que sugiere el recorrido según la necesidad de la luz, y en mi caso como operador de la steadicam también puedo sugerir algunos ángulos o movimientos para enriquecer el movimiento, u opinar sobre el recorrido en caso no sea posible pasar con el equipo por algún sitio.
Extra: Recomendamos que lean el especial sobre «El abrazo de la serpiente» que se publica en el diario El Espectador de Colombia.
(Fotos: Facebook de Guillermo García)
Vean algunos clips que muestran el trabajo de Guillermo, en el rodaje de «La teta asustada», «Doble juego», «Mariposa negra», «Dioses», y otros filmes:
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