Estos primeros meses del año, casualmente, hemos visto como protagonistas en el cine a algunas caras conocidas de populares series de TV del momento. En primer lugar tuvimos a Lauren Cohan, quien interpreta a “Maggie” en The Walking Dead, en el filme El niño, y luego, también salida del mismo programa, vimos a Sarah Wayne Callies en la decepcionante «Del Otro Lado de la Puerta».
Esta tendencia continúa, con el rol protagónico de Natalie Dormer (mejor conocida como Margaery Tyrell de la popular serie «Juego de Tronos») en la regular cinta de terror El Bosque Siniestro, lo cual confirma que ciertos actores de TV buscan estas cintas de género para dar un pequeño despegue en su búsqueda de no encasillarse como “actores de televisión”.
La historia de «El bosque siniestro» se basa en una leyenda urbana de famoso Bosque Aokigahara, ubicado a los pies del Monte Fuji en Japón, a donde llegará Sara (Natalie Dormer) en busca de su hermana gemela que ha sido reportada como desaparecida en ese lugar. Al llegar, se entera que el bosque encierra una maldición: “todo aquel que entra, no sale con vida”, pues según la leyenda, ahí llegan solo aquellos que piensan en el suicidio debido a la tristeza que alberga su alma. La desesperación por encontrar a su hermana es tal que Sara hace caso omiso a las advertencias y se interna en lo profundo del bosque, donde habitan los demonios de aquellos que fallecieron en el lugar.
La idea que ha tenido el director Jason Zada, quien aquí debuta en el cine, es la de mezclar dos géneros, o mejor dicho, dos corrientes, tales como el cine de terror americano y el japonés, con muchas influencias de filmes como «El proyecto de la bruja de Blair», «El Aro» o «Los Fantasmas del Piso 13», para conseguir el resultado deseado, que solo por momentos está un poco por encima de los títulos mencionados.
Las premisas en las cintas de terror suelen basarse en desobedecer las advertencias, en irrumpir en una «fiesta” donde claramente no se está invitado. Esta es una regla de las más básicas del género, y tal vez daba resultado hace 20 años, terminando en lo mismo: sustos fáciles y predecibles (y algunos lógicos). Este concepto de mantener la intriga y el suspenso hasta el final de la historia es aún el punto flaco de muchas producciones que tienen una buena idea entre manos, pero que en su afán de darle un giro inesperado, caen en la repetición de lo que vemos semana tras semana en la cartelera de terror comercial.
Como mencioné al principio, últimamente muchos actores de televisión utilizan estas películas para hacerse conocidos entre otros públicos, y Natalie Dormer no iba a perder la oportunidad de asumir el reto de ser la protagonista de un filme como este. En especial si tiene un doble papel: Sara y su hermana gemela Jess. El resto de personajes, como por ejemplo el de Taylor Kinney, quien hace el clásico papel del “hombre simpático que encierra un pasado oscuro”, no hacen más que acompañar sin figurar mas allá, dejando muchas interrogantes en el camino. Lo esencial en The Forest es que la cámara siga a la verdadera protagonista.
El Bosque Siniestro termina siendo una cinta de terror del montón, pero que supera apenas a otras películas estrenadas hace poco como El Niño o de la también mencionada Del otro lado de la puerta, así que si tienen este triplete de películas en casa, ya saben por cual empezar.
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