A pesar de llamarse Avenida Cloverfield 10, la más reciente producción de Bad Robot (empresa de J.J. Abrams) tiene muy poco en común con Cloverfield, la intensa película estilo found footage que se estrenó el 2008. Es cierto, es posible encontrar uno que otro detallito que podría relacionar a ambas cintas, y los últimos quince minutos de este nuevo filme hacen todo lo posible por emular el mismo “feeling” de su predecesora, pero si hay una razón por la cual Avenida Cloverfield 10 funciona tan bien, muy aparte de la calidad de su guión y actuaciones, es que no está atada directamente a ninguna otra película.
Avenida Cloverfield 10 no es una secuela, ni precuela, ni reboot ni remake; es un producto totalmente original, algo que ha estado escaseando mucho en Hollywood estos últimos años. El simple hecho de que podamos ver un cuasi blockbuster que no tenga que pertenecer a una franquicia antigua o famosa, ya es de celebrar. El que haya resultado ser tan intensa e interesante es como la cereza encima de la torta.
Mary Elizabeth Winstead (Duro de Matar 4.0, la subvalorada Scott Pilgrim contra el mundo) interpreta a Michelle. La película comienza con ella abandonando a su prometido, Ben (Bradley Cooper en un cameo solo de voz) y huyendo de casa. Sin embargo, la chica sufre un accidente en plena carretera, y despierta, sola y atada, en un sótano. Eventualmente se entera de que ha sido capturada por Howard (John Goodman), quien le dice que el mundo ha sufrido un ataque terrible, y que se la llevó por su propio bien, ya que el aire en el exterior es irrespirable.
Pero Howard tiene a otro compañero. Emmett (John Gallagher Jr.) ha estado viviendo en el búnker por varios días, y aunque parece estar más cuerdo que Howard, está de acuerdo con sus teorías. El plan es quedarse en esta fortaleza bajo tierra, la cual cuenta con aire respirable, comida, entretenimiento y ropa, por un año o dos, hasta que el mundo vuelva a ser habitable. Sin embargo, Michelle no está del todo convencida de que lo que dice Howard sea verdad, por lo que hará todo lo posible por escapar del búnker y averiguar la verdad.
A pesar de que el final no me disgustó (es predecible, especialmente considerando el título de la película), debo confesar que la primera hora y media de metraje es lo mejor que Avenida Cloverfield 10 tiene para ofrecer. Howard es un personaje fascinante porque es presentado de manera totalmente ambigua—por momentos, parece estar completamente loco, reaccionando violentamente en situaciones aparentemente normales, y tratando de controlar de manera casi obsesiva a sus dos “invitados”. Pero en otros momentos, el guión le otorga algo de humanidad, revelando que alguna vez tuvo una hija y una esposa, y haciendo que se comporte de manera casi civilizada con los otros dos personajes.
¿Será verdad lo que dice Howard? ¿Habrá ocurrido un ataque nuclear, una invasión alienígena, o será todo producto de su imaginación? ¿Realmente quiere mantener a salvo a Michelle y Emmett, o los ha secuestrado para hacerles daño? De manera similar a la serie de televisión Lost (también producida por Abrams) la película presenta una serie de preguntas intrigantes, cuyas respuestas resultan ser satisfactorias pero previsibles. Cuando los personajes se encuentran dentro del búnker, Avenida Cloverfield 10 mantiene a su público en suspenso, desarrollando secuencias de innegable tensión, haciendo que uno se preocupe por la vida de Michelle y Emmett.
A nivel técnico, el filme es totalmente lo opuesto a la original Cloverfield. Mientras que su predecesora era una película found footage, haciendo uso de una cámara nerviosa que se movía todo el tiempo, Avenida Cloverfield 10 está filmada en tercera persona, con claridad y paciencia. Los movimientos de cámara son suaves y muchos planos son cerrados, acentuando la claustrofobia del búnker de Howard. El sonido juega un importante papel en la historia—desde el fuerte ruido que hace la puerta del cuarto de Michelle, hasta los pocos sonidos que escuchan en el exterior, mucho es explicado a través de lo que podemos escuchar, creando una palpable sensación de terror sin tener que enseñar demasiado. La banda sonora de Bear McCreary es efectiva, complementando toda escena a la perfección.
Como Howard, John Goodman da una actuación formidable; es muy bueno tanto en las escenas más calladas como en las más intensas, haciendo que uno se pregunte frecuentemente cuáles son las intenciones del personaje. Como Michelle, la subvalorada Mary Elizabeth Winstead logra desarrollar a una protagonista con la que es fácil identificarse, una mujer que inicialmente tiene miedo de actuar, pero que eventualmente se convierte en una heroína fuerte y decidida. Por momentos me recordó mucho a la Ellen Ripley (Sigourney Weaver) de Alien y Aliens.
Avenida Cloverfield 10 es un excelente thriller, una película que mantiene a su público al borde del asiento por casi una hora y media. Puede que los últimos quince minutos de trama sean algo inverosímiles y predecibles (aunque visualmente espectaculares), pero no son lo suficientemente mediocres para malograr todo lo que la película nos presenta antes. Con excelentes actuaciones, una palpable sensación de tensión, y personajes memorables, Avenida Cloverfield 10 sorprenderá a más de uno, especialmente considerando que, habiéndose grabado en secreto, la película recién fue revelada dos meses antes de su estreno en los Estados Unidos. Simplemente no esperen que sea una secuela directa de Cloverfield; es mucho más que eso.
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