¿Qué es la belleza? ¿Qué define el atractivo femenino? ¿Qué hace linda a una mujer? ¿Una sonrisa. Un cuerpo esbelto. El cabello largo. Una voz sensual. El vestido de moda?
El debut en el largo de la directora Melisa Liebenthal se plantea estas y otras preguntas de mucha hondura personal, en un entrañable documental de corte autobiográfico, plagado de imágenes y sonidos propios de la así llamada generación millenial: Liebenthal, de 24 años, es una joven cineasta egresada de la FUC, la Universidad del Cine de Buenos Aires.
En Las lindas, Melisa aborda diversos asuntos que pueden tornarse serios o críticos (el feminismo, la discriminación de género, el bullying), sin embargo lo hace cargada de un fresco sentido del humor, a través de varias conversaciones con sus mejores amigas, con quienes ha crecido desde los años de la escuela primaria y secundaria, y sobre todo mostrándolas a ellas y a ella misma, y en fotos y videos de archivo que Melisa grabó durante años, desde muy niña.
Siendo crítica con sí misma, y también con quienes juzgaban y juzgan aún su apariencia (su ropa, su voz), la directora hace gala de una envidiable capacidad para burlarse de sí misma, por momentos de manera muy dura, pero sin caer en ningún momento en algún tipo de patetismo, logrando con este modo de acercamiento a su propia historia personal, una gran empatía con los espectadores.
El gran mérito de la película es destacarse dentro de este creciente mar de producciones hechas con retazos de imágenes caseras, de home movies, cuyo mayor o único valor parecer ser la ausencia de pudor. No es el caso de “Las lindas”, que es no es para nada pudorosa, pero que a aquella característica compartida con otras películas de este corte le añade una gran dosis de honestidad y humor.
Lo más interesante de “Las lindas” está entonces en el análisis que hace la directora, a lo largo de toda su película, del comportamiento de la mujer, de niña, adolescente y adulta, y de las expectativas que la sociedad impone sobre ellas a lo largo de su vida, como escolar, adolescente y madre. Es saludable comprobar que en un mundo joven, teen, supuestamente lleno de trivialidades y superficialidad, existen voces reflexivas, críticas pero no amargas, como la de Melisa Liebenthal.
“Las lindas” debutó con éxito en el pasado Festival de Rotterdam, donde fue premiada en la sección Bright Future, y es uno de los títulos a seguir con atención en la Competencia Oficial Argentina de este 18 BAFICI.
Finalmente, tengo la sensación que este es el tipo de película que vendría bien ver y compartir con amigos o familiares del sexo opuesto, y así poder comparar opiniones e impresiones desde ambos extremos de los juicios y prejuicios de cada género. La lectura que pueda tener un hombre de lo que Melisa y sus amigas sienten o sintieron al ver juzgada su feminidad en diversos momentos de su vida, va a ser siempre una mirada externa, curiosa por un mundo que nos es, al final de cuentas, desconocido. Estoy seguro que las espectadoras mujeres se sentirán mucho más cómplices de los juegos juveniles, las inseguridades y los retos cotidianos que Melisa y sus amigas recuerdan con tanto cariño en “Las lindas”.
(Texto producido durante el Talent Press del Talents Buenos Aires. Publicado originalmente en Otros Cines, y en inglés en Talent Press)
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