Se ha estrenado La Última Noticia, dirigida por Alejandro Legaspi y producida por el emblemático Grupo Chaski, responsable de cintas fundamentales como «Gregorio» y «Juliana». Con este reciente estreno volvemos a una pregunta recurrente sobre el cine peruano actual: ¿Es necesaria otra película sobre la época del terrorismo? La repuesta es un sí rotundo y contundente.
Se trata de una época tan crucial como compleja de nuestra más reciente historia contemporánea, que es primordial ponerla en agenda cuantas veces sea necesaria para tratar de entendernos como sociedad, aceptarnos, reconciliarnos, cicatrizar heridas y cerrar círculos. Es fundamental conocer nuestro pasado, para evitar repetir esos errores en el futuro. Más aún, en la coyuntura actual, en el marco de un país polarizado, sin memoria, donde mucha gente sigue pensando que los derechos humanos son una cojudez, con un Estado ausente para muchos, con brechas sociales y económicas cada vez más marcadas.
La película se desarrolla en una pequeña localidad de la sierra peruana, en el año 1982 y nos cuenta la historia de Alonso (Pietro Sibille), un locutor radial, y su amigo Pedro (Julián Legaspi), maestro de escuela secundaria. Ellos ven cómo la tranquilidad de su ciudad natal se va convirtiendo súbitamente en un infierno al encontrarse en medio del nacimiento del conflicto armado interno entre el Estado Peruano y Sendero Luminoso. De pronto, estos grandes amigos se ven acorralados en medio de una guerra que no logran entender, junto a sus familias, amistades y compañeros de trabajo, siendo víctimas de los miedos, dudas, temores, amenazas y también excesos de ambas partes.
Técnicamente estamos ante una producción bastante bien lograda. La historia se sostiene sobre un buen guion y la dirección de actores es bastante buena. Se nota la experiencia y oficio de Alejandro Legaspi. Todas las actuaciones son bastante sólidas. Destacan en los protagónicos, Pietro Sibille, quien ya sea en TV, teatro o cine siempre nos tiene acostumbrados a muy buenas performances, y Julián Legaspi, en un papel serio, sobrio y comprometido, por fin marcando distancia del estereotipo de galán noventero.
Destacable también el debut en la actuación del talentoso cantante Daniel Lazo y los pocos minutos en escena de Lucho Cáceres confirman una vez más su talento. En roles secundarios también es importante el aporte de Stephanie Orúe y Jackelyn Vásquez, quienes le aportan valor a la historia. Una vez más, Pauchi Sasaki se lleva las palmas en el apartado musical, con una composición notable. La dirección de arte es correcta y nos ayuda a contextualizar la historia. La fotografía no es mala, pero algo más se pudo aprovechar considerando la estética y belleza de la locación. Es memorable la escena con los relatos desgarradores de los familiares de las víctimas de la violencia.
Una película recomendable por donde se le mire. Necesaria para todos, inconveniente para algunos. El cine peruano viene creciendo en cantidad, con propuestas cada vez más diversas, y con películas como La Última Noticia también crece en calidad.
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