Hardcore: Misión Extrema (Hardcore Henry, 2015) se ha convertido en la película que más dolores de cabeza y mareos (literalmente) me ha hecho sentir en una sala de cine. El nivel de acción y adrenalina en esta peculiar película -sumado al hecho de estar filmada en primera persona, con cámaras GoPro- nos llevan en un viaje trepidante sin pausas, por lo que recomiendo que si suelen padecer de mareos o alguna condición cardíaca tomen sus precauciones. El resto está cordialmente invitado a presenciar uno de los filmes más originales que he visto en los últimos tiempos.
Esta coproducción ruso-estadounidense nos presenta a Henry, un hombre que luego de un grave accidente despierta convertido en un cyborg gracias a la ayuda de su esposa Estelle. Un grupo de mercenarios liderados, por el malvado Akan, desea obtener a toda costa a Henry para que forme parte de su banda. Él logra huir pero Estelle es secuestrada por los secuaces de Akan. Henry no sabe qué hacer hasta que conoce a Jimmy, con quien formará una dupla letal para encontrar a su esposa, topándose con mil y un peligros para lograrlo.
Posiblemente, a muchos no les guste la manera en que ha sido planteada Hardcore: Mision Extrema por las razones antes mencionadas, y es que cuando algún nuevo formato se ve por primera vez tiende a ser rechazado hasta que se convierte en un parte del mainstream.
Lo primero que se puede deducir en este trabajo del debutante Ilya Naishuller, es que ha logrado con éxito fusionar el concepto visual de los videojuegos, en este caso del género shoot’em up al estilo “Call of Duty” o “Killzone”, con el cine de acción, ya que toda la historia se presenta de manera subjetiva, en primera persona. Así el espectador puede “sentir” cada golpe, patada o disparo que recibe el protagonista.
Por otro lado, el público vivirá una experiencia totalmente nueva, quizá no la encuentre atractiva y atrapante sino que más bien como algo sin sentido, casi absurdo. Esto es justamente lo que es este filme, uno que ironiza con las películas de acción clásicas, pero a un nivel que va más allá de lo imaginado. Como muestra, un botón: los créditos iniciales son un homenaje a las presentaciones de cualquier filme de James Bond, pero pervirtiendo el estilo glamoroso que impera en la saga 007, dándonos una alerta a lo que veremos en los siguientes minutos.
[N.E.: Recomendamos que le den una mirada a Pesadilla interminable, de Sebastián Llimós, una nueva película peruana de terror, que se presenta justamente como la primera producción nacional narrada en primera persona.]
Si nos quisiéramos detener en el núcleo del argumento, probablemente sea en vano, ya que este es opacado totalmente por las imágenes de acción desmedida y sin control, y solo nos acordamos de la trama cuando algún personaje se toma un minuto para hablar y mencionar algo al respecto, sino seguimos adelante con el «espectáculo».
Me cuesta también hablar del trabajo actoral porque este es casi nulo, ya que todas las acciones se ven a través de los ojos de Henry, a quien que no se le ve para nada el rostro. Quien sí se lleva las palmas es el sidekick Jimmy, interpretado por Sharlto Copley, quien cumple a cabalidad con el rol encomendado. También se podria mencionar a Danila Kozlovsky en el papel del villano Arkan. Lo que sí sorprende es ver en el tráiler promocional al gran Tim Roth, quien aparece exactamente un minuto en toda la película.
Sin duda estamos ante una cinta que se presenta como una propuesta innovadora, lo que no es igual a que sea una gran película, sin embargo como pionera en su estilo, vale la pena tenerla en cartelera. Hardcore Henry será una de las sorpresas del año de todas maneras, a pesar que algunos la rechacen y la odien, pero como para salir de la monotonía, de hecho que es harto recomendable.
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