Yo fui uno de esos pocos críticos que disfrutaron el reboot de Las Tortugas Ninja. Sí, es estúpida, y sí, carece de estilo o de una trama interesante, pero es divertida. Las tortugas están caracterizadas a la perfección, los efectos especiales son excelentes, y las escenas de acción están escenificadas de tal manera que resultan ser espectaculares y hasta tensas (por momentos). Claramente no es una película diseñada para ganar premios, pero como un producto de entretenimiento puro y simple, no está del todo mal.
Sin embargo, sabía que mucho podía ser mejorado para esta secuela, «Fuera de las Sombras». De hecho, la mayoría de fanáticos lo sabían, tanto así que pidieron cambios tan específicos como incluir a Bebop y Rocksteady, a Kraang, o el diseño original del traje de Shredder. La buena noticia es que todos estos deseos han sido cumplidos. La mala noticia es que mucha de la emoción, originalidad y relativa madurez de la primera entrega ha sido reemplazadas por un tono bastante más infantil, y una trama incluso más tonta que la anterior.
Nuestros protagonistas siguen siendo Mikey (Noel Fisher), la tortuga divertida; Donatello (Jeremy Howard), la inteligente; Leonardo (Pete Plosek), la fuerte, y Raphael (Alan Ritchson), el líder. Los personajes humanos (April O’Neil, interpretada por Megan Fox, y Vernon Fenwick, interpretado por Will Arnett) han sido relegados a roles más secundarios, lo cual estoy seguro será del agrado de la mayoría de los fanáticos. Lo que no gustará tanto, más bien, es el hecho de que Shredder (esta vez interpretado por Brian Tee) tenga un rol tan pequeño, ya que esta vez los villanos con más presencia son Beebop (Gary Anthony Williams), Rocksteady (Sheamus) y Kraang (voz de Brad Garret). Hasta el maestro Splinter (voz de Tony Shalhoub) tiene un papel reducido; solo aparece de cuando en cuando para decirle un par de frases de sabiduría a sus estudiantes.
La trama es extremadamente sencilla. Casi inconsecuente. Shredder quiere conquistar el mundo, por lo que decide escaparse de la cárcel (la persecución que se desarrolla como consecuencia de su escape es bastante divertida, debo admitir). Sin embargo, termina en una dimensión paralela, en donde conoce a Kraang, quien le ofrece una alianza para que juntitos conquisten nuestro planeta (sí, claro). Para lograrlo, deben conseguir tres artefactos antiguos (Macguffins, le dirían algunos) que, al juntarse, crearán un portal a la dimensión donde vive Kraang. Las Tortugas, como deben imaginarse, tienen que detener a Shredder y sus secuaces (incluyendo al científico Baxter Stockman interpretado por… Tyler Perry) antes de que puedan alcanzar sus objetivos.
Sí, sí, es una historia más sobre villanos que quieren conquistar el mundo. Nadie va a ver una película sobre tortugas adolescentes ninja mutantes por la trama, eso lo sé, pero eso no quiere decir que sea necesario apagar nuestras neuronas para disfrutar la película. No estoy diciendo que «Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras» esté al mismo nivel de estupidez que una secuela de Transformers de Michael Bay… pero sí que está cerca. Al menos es menos ruidosa. Y más divertida. Y siendo justos, el foco del filme está en la relación entre las tortugas: los conflictos que se van desarrollando entre ellos, sus diferencias, y cómo eventualmente logran resolverlas.
De todas formas hubiese agradecido un mayor esfuerzo por parte de los guionistas a la hora de desarrollar la historia. Por ejemplo, consideren el clímax del filme: basta con decir que involucra, una vez más, un rayo azul que va hasta el cielo y que abre un portal hacia otra dimensión. Si, igualito al que vimos en «Los Vengadores». Y «Battleship». (Ok, esa nadie la vio, pero igual). Y «Transformers 3». Dicho rayo se está convirtiendo en un cliché demasiado específico.
Al igual que en la cinta anterior, las tortugas son lo mejor de «Fuera de las Sombras». Mickey es muy gracioso, incluso más que en la primera parte; definitivamente tiene los mejores diálogos. Cada tortuga tiene una personalidad definida que, aunque simple, les otorga algo da carisma y hace que uno se identifique con ellos (a pesar de que son unos monstruos mutantes). Los efectos digitales y el trabajo de captura de movimiento usados para traer a estos personajes a la vida son perfectos; realmente uno cree que estas tortugas conviven con los actores de carne y hueso en ambientes reales.
Sin embargo, en lo que se refiere a los personajes secundarios, el filme es algo irregular. April y Vernon son los mismos de la película anterior —la primera protagoniza una escena sexy obligatoria durante una de las primeras escenas (por algo contrataron a Megan Fox) y va perdiendo relevancia a lo largo del filme, y el segundo se ha vuelto un poco más arrogante. Después de todo, como las Tortugas siguen viviendo “en las sombras”, la dieron todo el crédito de la derrota de Shredder de la cinta pasada a Vernon. Bebop y Rocksteady son divertidos (aunque el chiste de flatulencia que protagonizan fue totalmente innecesario), el Shredder de Brian Tee es intimidante, Stephen Amell es soso como Casey Jones (cómo extraño a Elias Koteas) y Laura Linney, interpretando a una agente del FBI, claramente está acá solo por el dinero. La mitad del tiempo se ve completamente perdida, y la otra mitad parece estar a punto de reírse.
El problema principal que tuve con la película, sin embargo, es que resultó ser mucho más infantil que su predecesora. Tortugas Ninja 2 es una película para niños de 10 años… que parece haber sido escrita por niños de 10 años. Toda escena de humor que no involucra a Mickey no funciona, las escenas de acción son tan exageradas y llenas de información que carecen de tensión (excepto la persecución en Brasil, la cual comienza en el aire y termina en un río; esa sí que funciona), y la trama es tan predecible que parece haber sido sacada directamente de una (mala) caricatura de sábado por la mañana.
«Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras» es inferior a su predecesora a pesar de ser más fiel a los cómics y a la serie animada en los que está basada. Es más previsible y menos interesante, más tonta y menos verosímil. Sin embargo, habiendo sido un fanático de estos personajes cuando era niño, debo admitir que me divertí algo con esta cinta. Definitivamente es superior a los bodrios de Transformers que dirige Michael Bay (productor de esta cinta), ya que cumple su (poco ambicioso) cometido: entretener sin ser muy exigente.
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