Festival de Lima 2016: Entrevista con el director del documental «Sarita Colonia, la tregua moral»

Un nuevo documental peruano se estrenará en el 20° Festival de Cine de Lima. Nos referimos a Sarita Colonia, la tregua moral, primer largometraje del realizador Javier Ponce Gambirazio.

En esta película se presenta la figura de la icónica Sarita Colonia, santa popular no reconocida por la Iglesia Católica, durante la fiesta que realizan en su honor en el cementerio Baquíjano y Carrillo, sus devotos conformados por delincuentes, prostitutas, travestis y demás grupos marginales de nuestra sociedad. La película se estrenará como parte de la sección «Hecho en el Perú» del Festival de Lima.

El director Javier Ponce, escritor, documentalista y psicólogo clínico, ha aparecido recientemente en algunos medios a propósito del 80 aniversario del nacimiento de la gran Lucha Reyes, pues su trabajo anterior es el único filme peruano dedicado a la talentosa cantante: “Lucha Reyes, carta al cielo”.

Sarita Colonia, la tregua moral se presentará el 8 de agosto a las 4:30pm en la Sala Roja, y el miércoles 10 a las 8:30pm en la Sala Robles Godoy.

A continuación conversamos con el director del documental para conocer más sobre su nueva producción:

Javier, ¿cómo empezaste a desarrollar el tema de tu documental «Sarita Colonia»?
Desde hace más de veinte años voy al cementerio Baquíjano del Callao en las fechas del nacimiento y la muerte de Sarita Colonia. Durante todo ese proceso he ido conociendo a los devotos y familiares, registrando la fiesta y siendo parte de ella. Casi todas las imágenes de la que aparecen en el documental corresponden a esos años de registro, especialmente los últimos, porque los formatos cambiaron rápidamente y no quería que la imagen se viera muy vieja.

En el año 2004 la revista española Letras Libres me pidió que escriba un artículo sobre Sarita Colonia, de modo que organicé la información que había ido recogiendo en todo ese tiempo. Ese texto fue la primera piedra del edificio audiovisual que vendría después.

¿Por qué te interesaste en este personaje tan popular?
Me interesaba indagar en las razones por las cuales el culto de Sarita Colonia permanece en la marginalidad y no ha sido aceptado por la Iglesia Católica, a pesar de que sus feligreses no han renunciado a su fe sino que han incorporado a esta figura a su santoral particular. Sarita Colonia no pide misas ni confesiones, solo exige agradecimiento y solidaridad con los otros devotos. Si alguien recibe un favor o un milagro, debe agradecerlo, sino será víctima de la venganza de Sarita. Por otro lado, la feligresía que le rinde culto está conformada por delincuentes, prostitutas, travestis y todo aquel que se siente al margen de la sociedad.

Una vez estaba grabando en el cementerio y se me acercó un tipo que confesó ser un delincuente recién salido de la cárcel. Me dijo que muchos de los que estaban ahí eran ladrones, traficantes, asesinos o extorsionadores. «¿Entonces aquí con esta cámara corro peligro?», le pregunté. «Aquí no, afuera sí», me respondió. «Aquí somos todos hermanos en Sarita. Incluso tú que ya has venido varias veces, eres nuestro hermano. En esta fiesta no te pasará nada, hay tregua».

Los devotos de Sarita regalan y comparten comida, bebida, recuerdos, estampitas, llaveros, dulces, panes, etc. Es como una fiesta patronal, pero sin mayordomos. La fiesta no la organiza nadie y la hacen todos al mismo tiempo. La gente llega con sus ollas, cajas y costales, se forman las colas y recibes un plato de comida, o lo que te ofrezcan, gratis. Y como parte de su feligresía son las travestis, ellos también comparten lo que tienen. Entonces puedes ver a madres de familia haciendo que sus niños hagan cola para que la travesti les regale una fruta, cosa que fuera de ese ámbito no sucedería. La tregua no solamente se refleja en estar tranquilo frente a los delincuentes, sino en dejar de lado los prejuicios morales de todo orden. Una especie de paraíso donde todos tienen derecho a la espiritualidad.

Las estadísticas policiales reflejan en esos días una baja considerable en la incidencia del delito, especialmente en el Callao. Lamentablemente el director general de la Policía no dio permiso para que ningún efectivo policial pudiera ser entrevistado. Imagino que no querían aparecer al lado de travestis en un documental. Como mi consigna era no usar voz en off y nadie aceptó ser entrevistado, esos datos no se pudieron usar.

¿Cómo fue el proceso de producción, con qué equipos y financiamiento contaste para el rodaje y la postproducción?
Este documental se hizo sin ningún tipo de financiamiento, es un trabajo independiente que he costeado por mi cuenta. En esto tenía dos opciones, o formar una empresa que te convierte en dependiente de la Sunat y los contadores, porque no se puede postular [a los concursos de DAFO] como persona natural, y pasarme años escribiendo el proyecto con todas las complicaciones teóricas y formales que exigen los concursos del Estado, mientras vas mendigando en las empresas e instituciones y perdiendo el tiempo intentando convencer a gente que cree que lo único que vende es la «comida peruana». Era eso, o ponerme a filmar.

Con el documental de Lucha Reyes me pasé tres años buscando auspicios y nunca conseguí ni un sol. Como ya sabía de lo que se trataba, opté por lo segundo. Me compré los equipos, me encargué de la investigación, la preproducción, la producción, las entrevistas, la edición y la musicalización. Sería una grosería poner todo esto en los créditos, por eso puse realización general. Una vez que el asunto estuvo caminando, felizmente hubo gente que se entusiasmó y decidió ayudarme, como mi directora de arte, Patricia Noya y los productores de campo, Daniel Iriarte y Sabino Álvarez.

¿Tuviste algún referente en general al realizar este film?
Como el fenómeno Sarita Colonia no está sistematizado por ninguna institución ni cofradía, tampoco por su familia y menos por la Iglesia Católica, decidí que el documental debía reflejar esa esencia autogenerada. Que los entrevistados y las imágenes de la fiesta contaran la historia por sí mismos. Por eso prescindí por completo del uso de la voz en off que siempre tiende a ser académica y que se percibe como verdadera y objetiva. No quería que el espectador sintiera que debía pensar de una manera determinada. En el documental cada quien defiende su punto de vista y todos tienen razón, aunque tengan opiniones completamente antagónicas. La única consigna fue que la combinación de posiciones fuese equilibrada y que todos pudieran hablar.

El resultado refleja lo que es este fenómeno, un acto vivo que va mutando según quien cuente la historia. Cuando abordas una realidad como esta, el guión se escribe después, según lo que hayas encontrado y con qué material cuentes. No puedes tener referentes previos. A pesar de llevar años acudiendo a la fiesta y registrándola, el resultado de las entrevistas definió el camino a seguir.

«El Perú es un país para hacer documentales, la realidad siempre nos supera»

La película se estrenara en el próximo Festival de Lima. ¿Qué planes tienes luego con el documental?
Me gustaría poder estrenarlo en el Penal del Callao, conocido como Sarita Colonia, donde pude entrevistar a varios internos y a la directora. Sarita Colonia es allí un referente espiritual al que acuden quienes han delinquido porque sienten que no serán rechazados por no ser moralmente intachables. A ella se le puede pedir milagros reñidos con la fe, con la corrección y la legalidad. Como delincuente puedes pedir ser invisible frente a la policía, todo eso no podrían pedírselo a una santa oficial católica que pretende ser modelo de conducta. Según la gente que la sigue, Sarita no discrimina ni rechaza a nadie y les ofrece su amor y protección sin mirar de quién se trate, concretando paradójicamente la utopía cristiana en su culto.
Luego del festival, el documental estará viajando a varios festivales por todo el mundo. Y en el Perú, sería bueno que algún canal de televisión se anime a pasarlo.

¿Cuál es tu formación en el audiovisual?
Entre las carreras que dejé a medias, antes de terminar Psicología Clínica, estuvo Ciencias de la Comunicación.

¿Cuáles son tus trabajos previos? Sabemos de tu documental previo sobre Lucha Reyes.
He trabajado algunos documentales experimentales como «Fumar» (2006) y «Sexualia» (2005). Luego hice un recorrido por la historia de la danza contemporánea en el Perú, que se llamó Perú en Danza (2007) y un documental Mirella Carbone, tres procesos creativos (2008), entre otros. También he hecho videodanza, videoarte y algunos pocos cortometrajes de ficción. Actualmente estoy trabajando un proyecto de cortometrajes documentales sobre artistas plásticos llamado «Trazos» (2016). En literatura hago ficción, pero en el mundo audiovisual trabajo casi siempre documental. El Perú es un país para hacer documentales, la realidad siempre nos supera.

Extra: Aquí pueden ver el trabajo previo de Javier Ponce Gambirazio, el mediometraje documental Lucha Reyes, carta al cielo realizado el año 2009. Cabe la pena mencionar que, como parte de las investigaciones realizadas, Javier Ponce adquirió un archivo con grabaciones inéditas de Lucha Reyes que datan de los años 1961 a 1969. En total se han rescatado 78 canciones nuevas, una cantidad considerable tomando en cuenta que la discografía oficial editada de Lucha Reyes consta solamente de 54 temas. (Wikipedia)