Ya en su segunda semana de estreno, Maligno, nuevo film de terror nacional, continúa su paso por la cartelera comercial luego de recibir un tibio recibimiento por el público y por la prensa especializada. La nueva producción de AV Films lleva acumulado hasta el momento cerca de 80 mil espectadores.
Buscamos entonces a sus directores, Francisco ‘Paco’ Bardales, cineasta más experimentado en estas lides, y Martín Casapía, jovensísimo realizador, quien a sus 18 años ya dirige su primer largometraje. A continuación conversamos con ellos para saber más del proceso de creación de Maligno:
Sabemos que la idea original de la película vino de Martín. ¿Pueden contarnos cómo era esa idea?
Paco Bardales: Martín me propone una idea inspirada en un corto que trabajó tiempo atrás, ambientado en un hospital de Iquitos y en el mito del Maligno, que es muy famoso y popular en la Amazonía. A partir de eso, trabajé en una etapa inicial la historia original de la película, dándole además un estilo narrativo bastante particular a la historia.
Martín Casapía: Sí, hace unos años hice un cortometraje en el hospital donde se grabó «Maligno», siempre creí que en ese nosocomio se podían contar historias de terror porque la infraestructura es singular en el país. Yo tengo una conexión muy profunda con ese hospital porque mi padre fue el director hace un par de años por eso siempre andaba por los pabellones y los trabajadores me contaban historias que me ponían los pelos de punta y ahí nació la idea de conjugar una leyenda amazónica con los “espíritus” en ese hospital. Con el paso del tiempo iba madurando la idea hasta que hice mi primer cortometraje titulado “Sin Salida”.
Martín, ¿cómo fue que decidiste proponerle a Paco esta idea?
Un hecho bien interesante ocurrió cuando me reuní con Paco en mi casa y le conté que tenía una historia de una leyenda amazónica con hechos sobrenaturales ocurridos en el hospital. La conexión fue inmediata, porque hemos crecido escuchando estas historias de un ser malévolo llamado “Maligno” que yace en la entrañas de la selva. Decidimos entonces empezar a trabajar en este proyecto y durante mas o menos dos años investigamos, recopilamos información y testimonios sobre este espíritu demoníaco. Se trabajó el primer borrador del guion y teníamos una historia con un giro distinto a las historias convencionales de terror. Era una historia que queríamos compartir y que tenía su propia personalidad.
Paco, ¿cómo así decidiste pasar a la dirección? Sabíamos que inicialmente Martín dirigiría y tú te encargarías del guion.
Fue una decisión que se maduró entre nosotros. De hecho, en ello conspiró un poco la experiencia y los consejos de Dorian Fernández-Moris, con quien he colaborado anteriormente (tanto como guionista como productor) y que en esta oportunidad se encarga de la producción ejecutiva de «Maligno». Fue un proceso natural, creo yo, para armar un equipo más compacto y complementar con Martín un trabajo de por sí arduo.
Martín, ¿tienes una cercanía con el terror, te gustan las películas de este género?
Soy amante de las películas que tienen historias que ver con espíritus o psicópatas. Cuando era pequeño, solía asustar a mis hermanos, y eso nacía de escenas de películas que yo miraba. Así que abordé a uno de los grandes mitos de la amazonia peruana, el “maligno”. Mis grandes influencias en esta película son definitivamente John Carpenter con “Halloween”, la manera de dirigir y manipular las emociones del espectador en esta película es impresionante, y Sam Raimi con “The Evil Dead”.
¿Cómo fue el proceso de codirección? ¿Cómo se dividieron ambos los roles?
MC: Paco es el codirector en esta película. Básicamente, yo me encargaba del aspecto visual y Paco de lo actoral. Hemos podido complementarnos de tal manera que ha salido un producto de primer nivel. Ha sido una experiencia fructífera llena de aprendizaje y aventuras.
PB: Sí, Martín trabajó la exploración del estilo visual narrativo, yo apuntalé a armar el guion (con el apoyo de Rogger Vergara y Alberto Castro), y a trabajar la dirección de actores.
¿Cómo fue el trabajo con los actores?
MC: Tuvimos ensayos muy intensos con los actores durante un mes y la última semana los actores ensayaban frente a una cámara probando los efectos mecánicos y visuales. Me siento satisfecho con el desenvolvimiento de todos. Yo quería para «Maligno» buenos actores que se noten creíbles y eso es justamente lo que ha logrado Sofía Rocha y Fiorella Pennano. Pienso que sus interpretaciones permiten que la historia se asemeje al mundo cotidiano.
En esta película he aprendido mucho de cada uno de las personas con las que he compartido esta «aventura maligna». Tuve la oportunidad de trabajar con el gran Alberto Castro “Mczorro”, quien forma parte del equipo de guion y dirección. Hemos trabajado arduamente desde la preproducción, hemos compartido el trabajo de mesa por muchos meses y puedo decir que admiro mucho su trabajo.
PB: Siento que buena parte de la chamba que se encuentra en «Maligno» se construyó desde la concepción de la historia y de la preproducción. «Mczorro» no solo complementó mi trabajo en guion sino ayudó a construir en set las personalidades que íbamos armando con actores en ensayos previos. Hubo una buena vibra y complicidad al momento de trasladar en el rodaje este proceso.
¿Cómo fue el proceso de rodaje? Considerando que casi toda la película transcurre de noche.
PB: Fue un rodaje intenso, complicado también por el tipo de película que grabamos, que se centraba en usar la locación principal como elemento vivo y fundamental. Grabamos de noche, de 5pm a 5am y usualmente dormíamos muy poco. Yo no dormí casi nada en el mes de rodaje.
MC: «Maligno» fue una película de por sí complicada para grabarse porque estuvimos en un hospital real. Se trabajó cuatro semanas en la ciudad de Iquitos rodando doce horas al día. La película transcurre un 80% en el hospital y de noche. Evidentemente manejar a un equipo de aproximadamente 60 personas en un lugar tan lúgubre no era tarea sencilla pero el compromiso de todos ayudo a llevar un buen rodaje.
¿Están contento por el resultado? ¿Qué hubieran mejorado?
PB: Creo que «Maligno» es una película que plantea una concepción del espacio como elemento de exploración visual y narrativo, a través de atmósferas, a través de la creación de pasajes laberínticos, a través de la construcción de «espacios no reales», si se quiere (dimensiones paralelas, etc.) Me siento satisfecho con nuestro trabajo. Igual, siento que siempre hay detalles que se pudieron trabajar mejor, que en parte vinieron por parte de factores externos al control de producción (locaciones, clima, entre otros).
MC: Si, es mi primera película, estoy contento. Creo que mi carrera ha empezado con el pie derecho y me siento afortunado de haber trabajado con un equipo espectacular como el de AV Films.
¿Sienten que las leyendas y mitos amazónicos tienen potencial para seguir inspirando películas como «Maligno»?
PB: Yo creo que sí. Hay un enorme potencial en la mitología peruana. Creo que es todo un reto armar nuevas historias que puedan tener un suceso tanto fílmico como comercial, donde el vuelo creativo esté garantizado sin caer en las exigencias de un mercado que, además, ha redescubierto el suceso del cine de terror bajo parámetros como el que ahora trabaja, por ejemplo, James Wan.
MC: Definitivamente, en el Perú existen muchos mitos y leyendas que explotar y llevarlas al cine. En este caso nos hemos dedicado en contar una historia de la Amazonia peruana, el lugar donde crecí. Creo que el cine tiene la capacidad de poder mostrar lugares, tradiciones y creencias. Ese era uno de los objetivos con la película. Al final, nadie se olvidará de como silba el maligno.
¿Piensan seguir trabajando en el género de terror? ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
PB: De hecho. El género me interesa y apasiona. Aún no tengo una nueva propuesta fílmica en ese aspecto, pero sí estoy terminando una novela llamada «El Ojo de los Muertos», de tinte policial con elementos paranormales. La he vuelto a revisar y siento que tiene las atmósferas y la tensión y suspenso de un guion de cine, así como la construcción de personajes y el estilo narrativo literario clásico. Espero publicarla a fines de este año.
Por otro lado, mi otra pasión que es la Amazonía me ha llevado a trabajar un proyecto documental titulado «Héroes del Bosque», una indagación por aquellos personajes e instituciones que están luchando para evitar que la selva, pulmón del mundo, termine siendo destruida y acabado sea por la inacción del Estado o los particulares o por la propia indiferencia humana. Es un proyecto que me da mucha ilusión, porque creo que parte del trabajo del creador es buscar mostrar realidades, duras como esta, y encontrar caminos para generar la reflexión y el cambio. Espero tener los apoyos requeridos para poder llevarla a cabo.
MC: Me gustaría incursionar en distintos géneros. Personalmente, el único requisito para dirigir una película es conocer perfectamente lo que estas contando para que resulte una historia sólida y coherente. Espero pronto estar nuevamente dirigiendo una película.
Martín, ¿cuál es tu experiencia como realizador, previo a «Maligno»?
Desde hace unos años, tenía claro que quería hacer cine. Realizaba cortos con pocos recursos, me apoyaban amigos interesados en el cine todavía con poca experiencia pero con muchas ganas de sacar adelante nuestros proyectos. He realizado también cortometrajes de distintos géneros al terror. Tenía bien claro que en cualquier momento tendría la oportunidad de dirigir un largometraje. He aprendido mucho con la realización de estos cortos, aprendiendo de los aciertos y errores.
Entrevista: Luis Ramos y Laslo Rojas
Texto y edición: Laslo Rojas
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