En el mes patrio, el Cineclub Cayetano Heredia presenta una muestra de cinco películas de la notable cinematografía belga, que abarca títulos realizados entre la décadas del 60 hasta el primer decenio de este siglo, algunos de los cuales pocos vistos por el público limeño, como «El hombre del cráneo rasurado», «Totó el héroe» y «Vaso de bodas» (en su versión integral). Las funciones van los lunes de julio a las 7:30 p.m. en Av. Armendáriz 445 Miraflores. El ingreso es libre.
Programación
Lunes 3, 7:30 pm.: «Mi vida en rosa», de Alain Berliner (1997, 88′). Los colores interiores de alguien pueden diferir grandemente de la «sagrada» opinión de los otros. ¿La vida podrá ser rosa, en este caso, para un niño que quiere ser niña? ¿Cómo hacer para que el gris del miedo y el prejuicio no impida que nos maravillemos ante nuestras ricas diferencias?
Lunes 10, 7:30 pm.: «El hijo», de Jean-Luc y Pierre Dardenne (2002, 99′). «¿Cómo edificar un cine nuevo donde el cuerpo tenga realmente la palabra? ¿Donde el cuerpo sea, de una vez, lo absolutamente decisivo? Lo más inolvidable y significativo en la experiencia de cualquiera tal vez sea un gesto, una mirada, en medio de un silencio, una profundidad increíble vivida en un instante. ¿Se necesita de tanta trama para llegar a eso? ¿Y si alguien se atreviera a ir de frente a eso? Coleccionar esa clase de momentos.»
Lunes 17, 7:30 pm.: «El hombre del cráneo rasurado», de André Delvaux (1965, 94′) «La gran fuerza de ‘El hombre del cráneo rasurado’ es la de reconstruir objetivamente una experiencia interior, la de hacernos ver el mundo a través de los ojos de Govert mostrándonos a Govert al mismo tiempo (Michel Ciment)».
Lunes 24, 7:30 pm.: «Totó el héroe», de Jacko van Dormael (1992, 90′).»Cinta inclasificable (con un montaje sensorial, no intelectual) sobre el tema del doble, la vejez y la infancia; a la vez comedia, tragedia, thriller, cine sobre la locura, sobre la liberación, sobre la música (Luis Alberto Álvarez)».
Lunes 31, 7:30 pm.: «Vase de noces» («Vaso de bodas»), de Thierry Zeno (1974, 132′). Este filme inspirado en la pintura de Bosch (el Bosco), el análisis de Jung y el cine de Pasolini comporta una reflexión sobre la soledad del hombre y su regreso a una serie de experiencias primarias, «míticas» y prelingüísticas. Y es fascinante, extraña y conmovedora al «devolver» al hombre a su condición de animal hermano de otros animales.
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